«En el momento en que hagan falta más camas, se abrirán las necesarias»
Considera «normal» la línea de actuación seguida esta semana, asegura que era conocida por los sindicatos desde abril y niega una sobrecarga de trabajo
Luis Miguel de Pablos
Viernes, 8 de julio 2016, 11:33
El cierre y posterior reapertura de camas, con especial incidencia esta semana en la planta de Ginecología, ha vuelto a abrir la caja de los truenos en el hospital, con los sindicatos disparando contra la gestión de la gerente y del consejero de Sanidad en última instancia. A la denuncia de Satse, criticando la improvisación y ausencia de un plan de acción que derivó en sobrecarga de trabajo del personal de enfermería, se vinieron a sumar ayer tanto UGT como representantes del Partido Socialista y Ciudadanos, exigiendo responsabilidades por lo que consideran una «situación caótica» en el Complejo Asistencial.
Un escenario que volvió a dejar ayer a la gerente del hospital, Cristina Granados, en el centro de la diana y envuelta en un mar de críticas. Aparentemente tranquila por una forma de actuar que considera «habitual» a lo largo de su trayectoria en los nueve centros en los que ha desarrollado su profesión hasta la fecha, Granados sí se mostraba sorprendida por las reacciones que han provocado sus últimas decisiones y por la desproporción de las críticas a las que se ha visto sometida.
«Hace mucho tiempo que los hospitales no se miden por camas, se miden por necesidades. A partir de ahí, cuando planteamos en su momento los cierres de verano hicimos un estudio serio de lo que había pasado en veranos anteriores y de la ocupación que había tenido el hospital, y llegamos a la conclusión de que se podían cerrar todas las unidades que se han cerrado», aseguró ayer a este diario, apuntando al respecto que «la mitad o las dos terceras partes se han cerrado para hacer obras, algunas muy importantes, y luego la reforma de la quinta del Vega es relevante porque vamos a trasladar allí Neurocirugía».
La propia gerente del Hospital muestra su sorpresa porque el plan de actuación que se ha seguido esta semana era ya conocido por los sindicatos. «Lo que planteamos en su día a los sindicatos ha sido lo que hemos hecho. En el momento que hagan falta camas, se abrirán las necesarias. Me hace gracia que Satse critique ahora que abramos camas cuando no ha sido precipitado», señala, explicando la reapertura por el pico repentino de partos que ha habido esta misma semana. «Tuvimos catorce partos, algo que se sale de lo normal y que suele pasar una vez al año o ninguna, y entonces hubo un overbooking en la planta de Obstetricia porque vinieron a sumarse otras urgencias. Pero no hay ningún problema, se abren camas libres y punto», zanja.
Criticada por un plan que ha sido tildado de improvisado, Granados insiste en que «los sindicatos sabían las camas que se iban a cerrar, sabían también que si era necesario se abrirían, y por supuesto que se dotaría de personal de enfermería porque es el acuerdo al que llegamos», apunta, sobre una reunión mantenida con la Junta de Personal que se celebró a finales de abril, según confirma la propia gerente.
En referencia a la noche en concreto que ha desatado la última polémica, asegura que se actuó en base a un plan prestablecido. «A las tres de la tarde éramos conscientes ya de lo que estaba pasando y se planificó que esa noche se abrirían doce camas de Obstetricia y que se dotaría de Enfermería. Camas que hoy ya están cerradas porque ha habido altas de los partos. Y eso vamos a hacerlo siempre que haga falta», comenta. «Esta misma mañana -por ayer- había 45 camas libres en el hospital, y se han cerrado porque ya no hacían falta», añade, ahondando en que «si mañana tuviéramos otra vez catorce partos, se actuaría igual».
Otra de las críticas que se han vertido a raíz de la reapertura de camas se basa en la sobrecarga de trabajo de las enfermeras, algo que desmiente de raíz. «Es algo que saben desde hace meses, con lo cual no se nos puede acusar ahora de ser algo improvisado. Lo que se ha dicho de sobrecarga de trabajo tampoco es así. Había suficiente personal, con tres enfermeras, tres Cecaes y una matrona», explica, insistiendo en un plan que, «además de conocido, es con el que vamos a actuar durante todo el verano y que conocen perfectamente los sindicatos. Es posible que en Salamanca no se hubiera hecho hasta ahora, pero es algo natural».
Sobre los problemas que en su día reconoció que había en Urgencias, Cristina Granados afirma que la situación se ha normalizado. «Todos los nos reunimos a las tres y a las ocho, y no nos han comunicado que haya situaciones que se salgan de lo habitual», concluye.
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