Un millar de personas disfrutan del paisaje de Las Arribes en la XXI Marcha de Vilvestre
Los caminantes recorrieron 14 kilómetros por parajes de la zona hasta acabar en La Barca, donde comieron a orillas del río Duero
ELENA GÓMEZ / WORD
Lunes, 14 de marzo 2016, 12:26
Alrededor de un millar de personas disfrutaron ayer de los maravillosos paisajes de Las Arribes en la tradicional y conocida Marcha Arribes del Duero de Vilvestre, que este año ha celebrado su XXIedición.
En grupos de varias decenas de personas para mejorar la organización y que todo el mundo pudiera disfrutar de la marcha y de las explicaciones que ofrecían los guías vecinos del municipio que, voluntariamente, se animaban a enseñar su tierra a los foráneos poco a poco los caminantes fueron empezando el camino, que salió desde el frontón de la localidad, donde se acabó de formalizar la inscripción que ya se había hecho previamente recibiendo todos un obsequio por parte de la organización: un bastón para poder hacer más cómodamente el camino que llevaba grabado en la madera el nombre y el número de edición de esta marcha, una de las más antiguas de Las Arribes y la más larga y conocida de todas.
Yes que fueron 14 los kilómetros que se tuvieron que recorrer desde el centro de la localidad hasta la zona conocida como La Barca, un impresionante paraje a pie del río Duero desde donde sale el barco que hace los diferentes recorridos turísticos a uno y otro lado de la frontera.
Precisamente el carácter fronterizo de la zona hizo que, entre los cientos de participantes, también se encontraran algunos portugueses, además de vecinos de distintos pueblos de la zona de Las Arribes y de casi todos los puntos de la provincia de Salamanca, así como de otras provincias limítrofes.
Esta buena respuesta se debe, sin duda, al nombre que, con el paso de los años ha logrado alcanzar esta marcha, que es todo un referente en el mundo del senderismo salmantino y que año tras año logra excelentes cifras de participación.
Aunque la dificultad de la marcha era media, tanto por la distancia como por las particularidades del terreno por la que se desarrollaba, personas de todas las edades y condiciones (además de alguna que otra mascota) realizaron sin mayores problemas todo el recorrido, cada uno a su ritmo, disfrutando de todo lo que se mostraba ante sus ojos.
Algunos de estos caminantes ya son asiduos a esta cita, pero aseguran que la repetirían ya que, tal y como indicaba una de las participantes, «aunque es algo larga y por esta zona hace calor es muy bonita, con cascadas, con el precioso Molino de la Luisa... muchas cosas que compensan el esfuerzo. Es una delicia».
Esta misma opinión se compartía también durante la hora de la comida por aquellos que la realizaban ayer por primera vez, como un vecino de Yecla de Yeltes que señalaba que «a mí me ha encantado, la recomiendo y para el próximo año volveré».
Incluso los más pequeños la hicieron sin mayores problemas, como un niño llegado desde Salamanca cuyos padres bromeaban asegurando que «ha ido delante corriendo todo el camino, para el próximo año lo apuntamos a él solo porque no le hemos hecho ninguna falta». El pequeño caminante indicaba, por su parte, que lo que más le había gustado de esta ruta, «que he hecho con mi amigo Mario que ha sido muy valiente y me ha enseñado atajos para llegar más rápido», había sido «las vistas».
Opiniones muy positivas que fueron trasladadas a la organización, a cargo del Ayuntamiento de Vilvestre con la ayuda de todos los vecinos, algo por lo que el alcalde,Manuel Domínguez, se mostraba muy satisfecho al final de la misma.«La valoración es muy positiva: unas mil personas, con un muy buen día y con la gente que ha llegado a La Barca, ha recibido su comida y están todos bien».
«Si la marcha de senderismo de Vilvestre fuera un día de diario tendría que ser una de las fiestas que tendría que marcar el Ayuntamiento, porque es algo que si alguien decidiera quitar lo tendría difícil, ya que la gente, cuando llega diciembre y enero, ya está llamando al Ayuntamiento para preguntar cuándo se hace», aseguraba el primer edil, quien recordaba que «es la marcha pionera de Las Arribes» y que surgió, hace ya 21 años, «para dar a conocer Vilvestre en particular y Las Arribes en general, porque además estoy convencido de que hay que vender comarca y que si queremos hacer localismos estamos perdidos».
Al final de la ruta esperaba a los caminantes, que iban llegando poco a poco, una comida a base de carne a la parrilla, naranjas de la zona que tiene un particular clima que las hace crecer grandes y dulces y queso y vino de Las Arribes. También se sirvieron café y rosquillas típicas del pueblo para endulzar el paladar y ayudar a todos a coger fuerzas.
La vuelta al municipio se hizo, en la mayoría de los casos, en autobuses dispuestos por la organización, aunque algunos se animaron a superar el desnivel entrela zona de La Barca y el centro de Vilvestre a pie.
Ya en el pueblo, además de tener la oportunidad de pasear por las calles y tomar algo en los bares, los caminantes pudieron adquirir algunos productos de artesanos de la provincia que instalaron su puesto en la plaza y disfrutar de la actuación de folclore a cargo del grupo Santa María de Liminares, llegado desde Lumbrales. Un broche de oro para una jornada de senderismo y turismo.
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