Batalla sin cuartel en las redes sociales

En la nueva esfera pública si hay un campo de batalla trascendental a la hora de afrontar cualquier conflicto, ese es el que configuran las redes sociales. El caso del Centro Documental de la Memoria no es ninguna excepción y tanto la órbita de la Comisión de la Dignidad (que exige el traslado de más fondos a Cataluña) como los simpatizantes del movimiento Salvar el Archivo de Salamanca mantienen una lucha cerrada. Lucha que, como es habitual en las redes, no siempre es limpia. De hecho, Policarpo Sánchez denuncia que «desde que la asociación ha conseguido movilizar a partidos e instituciones y estamos teniendo una notable visibilidad, hemos comenzado a sentir el acoso de los pro-independentistas».

Aprovechando las garantías que establece Facebook, han sido de hecho varios los intentos de silenciar la voz de Salvar el Archivo en las redes. Según relata Sánchez, han sido tres las denuncias que han sido atendidas contra su perfil por la famosa plataforma social.

El 18 de octubre de 2015, «mi perfil desapareció durante varias horas al ser denunciado por varias personas textualmente por incitar a actos terroristas», señala Policarpo, que afirma que «este tipo de ciber-acoso siempre procede de los mismos ámbitos y siempre está muy bien planificado para tratar de hacernos daño».

La asociación pudo demostrar «la falsedad de la denuncia» en esa primera ocasión al igual que en la segunda, el pasado 21 de enero. Ese día, explica Sánchez, «de nuevo mi foto de portada es denunciada por incitar a la violencia, al vandalismo y poner en peligro la seguridad pública».

Finalmente, esta misma semana, tras conocerse las reacciones tras la visita de Vila al ministro de Cultura, de nuevo «desaparecía mi perfil durante varias horas por denuncias que aseguraban que utilizaba un nombre falso y que me han obligado a demostrar que efectivamente me llamo Policarpo Sánchez, ese es el extremo de acoso al que estoy sometido», lamenta el responsable de Salvar el Archivo.