La violencia contra las mujeres no cesa y se acerca a una denuncia por día

Los síntomas que alertan de un maltrato pueden confundirse con un exceso de celo. Los interrogatorios incisivos, reiterativos, invasivos y hasta perturbadores no son demostraciones de amor de la pareja. Los colectivos feministas citan algunas de esas preguntas que en realidad son advertencias.

¿Con quién hablas? ¿Quién te ha llamado? ¿Dónde has estado? ¿Por qué te pones esa falda? ¿Dónde vas? ¿Con quién has quedado?... Y así todos los días. Un acoso de 24 horas con el riesgo de acabar en derribo.

La libertad se achica, la autonomía se pierde, la independencia se desvanece y la anulación doblega la voluntad. La mujer ya no decide, se rinde al férreo control de su pareja, a las vejaciones, a los insultos y sucumbe al miedo de las amenazas, a veces (y por desgracia cumplidas).

Del amedrentamiento al moratón: una bofetada, un empujón, un agarrón del brazo más fuerte de lo normal, un tirón del pelo...

Aunque se empleen todos los medios, nunca parecen ser suficientes para luchar contra el maltrato. Y es que la lacra de la violencia doméstica sigue golpeando por todo el territorio nacional, como sucedió la pasada semana con cuatro nuevas víctimas mortales, mujeres que fueron asesinadas por sus compañeros sentimentales.

Instituciones y asociaciones vinculadas a la ciudadanía trabajan intensamente contra esta patología social. Dentro del primer grupo sobresale con luz propia el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, una institución creada en el año 2002, cuya finalidad principal consiste en abordar el tratamiento de estas violencias desde la Administración de Justicia. Está integrado actualmente por el Consejo General del Poder Judicial, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el Ministerio del Interior, la Fiscalía General del Estado, las comunidades autónomas con competencias transferidas en Justicia, el Consejo General de la Abogacía Española y el Consejo General de Procuradores de España.

El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género es un instrumento de análisis y de actuación que, en el ámbito de la Administración de la Justicia, promueve iniciativas y medidas dirigidas a erradicar el problema social de la violencia doméstica y de género.

El aluvión de datos de este organismo, en el caso específico de Salamanca, arroja una tendencia especialmente llamativa. Durante el primer trimestre del presente ejercicio, según la última información que ha hecho pública el citado observatorio, los jueces otorgaron 26 de las 27 órdenes de protección solicitadas por mujeres salmantinas que presentaron denuncias por presuntos casos de malos tratos por parte de sus novios o maridos.Es decir, fueron resultas favorablemente el 96% de dichas peticiones. Solo una fue denegada y todas, absolutamente, fueron admitidas a trámite.

Sin embargo, la incidencia de la violencia contra la mujer arroja un dato desgarrador en Salamanca, si se analiza detenidamente la marabunta estadística del Observatorio.Nada más y nada menos que 80 denuncias fueron presentadas por mujeres a lo largo del primer trimestre de 2015 en nuestra provincia, lo que representa casi una denuncia por día. En este sentido, Salamanca presenta una intensidad especialmente preocupante, dado otras provincias de la Comunidad ofrecen cifras menos sombrías, como sucede con Segovia, con 47 denuncias durante los pasados meses de enero, febrero y marzo. Sin embargo,Valladolid despunta de forma alarmante, con nada más y nada menos que 327 casos de presunta violencia machista contra las mujeres.

En el otro gran bloque el asociativo nacido a pie de calle y no bajo el amparo institucional se encuentra una asociación especialmente dinámica, como es Plaza Mayor. Su presidenta Ascensión Iglesias también maneja datos que incitan a la reflexión y que ponen de relieve, básicamente, que la violencia de género en Salamanca se mantiene en los parámetros de la pasada anualidad.Entre enero y agosto de este año, Plaza Mayor contabilizó los casos de 162 mujeres que llamaron alas puertas de su asociación pidiendo ayuda. De ellas, 94 corresponden con una problemática encuadrada dentro de la violencia de género. El resto engloba desde mujeres que precisan ayuda para tramitar su separación o su divorcio, hasta conflictos graves de pareja, que propiamente no forman parte de la violencia machista contra la mujer.

De estas 94 mujeres, 43 optaron finalmente por adoptar una decisión firme, como fue personarse en un juzgado o en una comisaría de la Policía Local o Nacional, así como en una comandancia de la Guardia Civil si se trababa de casos ubicados en el medio rural, para formalizar una denuncia por violencia de género contra su pareja.

En el caso de las órdenes de protección y alojamiento, los dígitos que obran en poder de Plaza Mayor, y que se refieren a los ocho primeros meses del año, apuntan a un total de 32 órdenes de alejamiento concedidas, vinculadas a estas 43 denuncias. En este caso, el porcentaje varía sensiblemente de las cifras oficiales que ha computado el Observatorio contra la Violencia de Género referidas a los pasados meses de enero, febrero y marzo.

La pasada semana fue especialmente negra cuando se reflexiona, bajo el prisma periodístico y desde el ámbito puramente social, sobre la violencia machista. En el caso de Castilla y León, el municipio palentino de Guardo quedó conmocionado por el asesinato, el martes 6 de octubre, de la nicaragüense Carmen María Ocampos, que fue salvajemente asesinada por su pareja, quien finalmente acabó suicidándose.