Valencia CF, las dos caras que no encuentran regularidad

Gattuso, cuyo estilo como entrenador está en las antípodas del que manifestaba como futbolista, quiere a su equipo amenazando el área rival constantemente. Este Valencia se encuentra mucho más cómodo atacando que defendiendo y, por supuesto, dando protagonismo a sus futbolistas más peligrosos: los extremos. Samuel Lino por la izquierda y Justin Kluivert por la derecha representan la verticalidad de este equipo. Dos jugadores veloces que amenazan continuamente la espalda de sus defensores y que, además, en conducción desbordan con facilidad.

No es el Valencia actual un equipo que destaque por salir jugando desde atrás con muchos pases. No tiene paciencia para eso y su idea es hacer llegar cuanto antes el balón a los jugadores de ataque. El plan cambia cuando ya están en campo rival porque el Valencia acumula aquí muchos futbolistas. A los tres centrocampistas y los tres atacantes se añaden siempre los dos laterales, Gayá por la izquierda y Correia por la derecha normalmente, que suben constantemente para ser un apoyo y abrir el campo. Sobre todo, José Gayá es una pieza clave en ataque con sus llegadas por el costado. El capitán 'ché' ya ha dado dos asistencias de gol y es uno de los futbolistas que más pases clave para el remate de sus compañeros envía por partido (2,2) de toda la competición.

Gayá llega a posiciones ofensivas una y otra vez, pero no olvida nunca sus obligaciones defensivas siendo un notable ganador de duelos individuales (3,8 por partido; 71% éxito). Ante tal acumulación de jugadores en zonas de tres cuartos cerca del área rival, se antoja capital la participación de Guillamón en el pivote defensivo para equilibrar el equipo y ocupar los espacios que dejan sus compañeros. En el repliegue sufre el Valencia.

El joven portero georgiano está viviendo la temporada de su confirmación en la élite. Ya nadie duda de él en Mestalla porque sus intervenciones han sido decisivas y han cerrado heridas que tenían apariencias más graves. El Valencia ha encajado 20 goles en los 17 partidos que ha disputado (tiene pendiente el choque liguero ante el Real Madrid) y podían haber sido más de no ser por el buen rendimiento del guardameta canterano. Mamardashvili es el sexto portero que más paradas ha realizado en LaLiga (46; 2,7 por partido) con un porcentaje de éxito que supera el 70 por ciento.

El modelo de Gattuso no se entiende sin el protagonismo de sus extremos. Ellos son la principal arma ofensiva y por donde pasan las mayores opciones valencianistas de hacer daño a las defensas rivales, pero alguien tiene que ofrecerles el contexto para brillar. Aquí destacan dos futbolistas. El primero es José Gayá, del que ya hemos hablado y quien se entiende a la perfección con Samuel Lino. El otro es el centrocampista portugués André Almeida que ha caído de pie en Mestalla. Con una técnica más que notable y una gran visión de juego es el futbolista a tener en cuenta en campo rival. Acumula tres asistencias y dos goles a lo que añade 1,1 pases clave por partido. Su imaginación y visión de juego es la que pone a correr a Lino y Kluivert (duda hasta última hora) y la que puede poner a Cavani (cinco goles) ante el remate.

Por los costados llega el gran peligro ché y aquí el protagonismo es para el brasileño. Lino es veloz al espacio y habilidoso en el desborde individual. Es el principal receptor de los pases progresivos valencianistas (103) y el mayor productor de peligro de los de Gattuso a nivel individual. Suma dos goles y promedia 2,7 disparos por partido y 1,5 regates exitosos cada choque. Futbolista a vigilar.