Tucupita y Guayaquil… o la pierna cambiada del verdadero extremo

Su presencia, por tanto, es un auténtico añadido a la valoración del equipo; y en este caso la cuestión se dobla, toda vez que viene a sumarse al concurso inestimable del ecuatoriano Gonzalo Plata. De esta forma, la conexión entre Tucupita y Guayaquil, queda registrada como plusvalía atacante en el primer equipo del Real Valladolid.

Sentadas las bases de quienes son uno y otro, vamos a entrar en las consideraciones técnicas de lo que ambos pueden suponer como solución atacante del equipo. La primera, y no menor, es la de verles situados en la banda mala para su pierna buena. Algo tan habitual en los días que vivimos como en su tiempo lo fue el que Gento, Garríncha, Gaínza, tres 'ges' de talla mundial, jamás dejasen de pisar la cal con su pierna dominante.

Todo ello surge de la idea erróneamente extraída del balonmano, en el cual se premia el brazo cambiado, porque reglas y dimensiones de la sala en la que se juega lo favorecen de forma clara. Algo que en fútbol no se da y que obviaron los que creyeron que entrando con la pelota desde la banda hacia adentro ibas a tener mucha más posibilidad de disparo certero. Salvo Cristiano Ronaldo, al que Fergusson obligaba a jugar en su banda natural, que llegado al Real Madrid escogió ese otro perfil para golpearlo todo a puerta con óptimo resultado. O sea, la excepción de la regla.

Así, puestos ya en modo actual, contemplamos como el extremo que dribla hacia afuera y adelante, se encuentra con la pelota alojada en su pie malo a la hora de centrar. Conclusión: centro corto, generalmente raso y mucho más difícil de rematar que el realizado con la superficie idónea de la pierna dominante.

A Gonzalo Plata jugador de gambeta fácil, muy hábil en el manejo de pelota y poseedor de una buena zancada, se le ha asignado la banda derecha muy probablemente por deseo expreso del chico. El jugador más determinante del equipo, hasta la llegada del mercado invernal, pasa a igualar prestaciones con la llegada de la otra parte de la conexión sudamericana blanquivioleta.

Con el de Guayaquil el equipo asegura un desborde corto en banda derecha así como la asistencia y más ocasionalmente el disparo a puerta. Así pues, la llegada del equipo por esa banda está asegurada.

Reconozco que por razones de edad, a mi me gustaría ver, como vi a los tres grandes de la 'G', al mozo de Guayaquil en banda izquierda; y aunque soy consciente de que no, siento que sería muy interesante verle desbordar con su pierna izquierda para luego golpear a puerta o bien centrar con la fuerza y precisión que le otorga el lóbulo cerebral predominante.

El venezolano de Tucupita es de gambeta corta y seca, explosivo en su gesto, determinante en su acción técnica y mucho más proclive al disparo en busca del gol. Diestro de manejo predominante, se cumple en él aquello de que la pierna mala es la del despeje o el remate final… pero aquí, se rompe el aserto y encuentra con ella el centro medido con precisión quirúrgica.

Como el fútbol es asociación por encima de cualquier otra consideración técnica, la suma de ambos va a resultar decisiva para el futuro del Pucela. ¡Al tiempo!