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El Real Valladolid vence pero no convence
Los de Pacheta se desquitaron de la goleada de Lezama pero dejaron un sabor agridulce tras una pobre segunda parte
El Real Valladolid vence pero no convence en Zorrilla ante un discreto Mirandés que apareció lo justo en la segunda mitad para inquietar y llenar ... de dudas al Pucela. Los de Pacheta comenzaron con vigor la primera mitad y disfrutaron de varias ocasiones para ampliar el 2-0 con el que el partido llegó al descanso tras el tanto de Weissman y el estreno anotador con la banquivioleta en Zorrilla del ecuatoriano Gonzalo Plata. A la vuelta de vestuarios, el Mirandés se vino arriba ante un cuadro blanquivioleta que se relajo y revivió fugazmente para sellar con el tercer gol el intento de puntuar del cuadro burgalés.
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Real Valladolid
Roberto, Luis Pérez, Olivas (Javi sánchez, min. 85), El Yamiq, Nacho, Mesa (San Emeterio, min. 37), Aguado, Plata (Anuar, min. 62), Plano (Kike Pérez, min. 62), Sergio León y Weissman /Cristo, min. 85)
3
-
1
Mirandés
Lizoain, Carreira, Arroyo, Capellini, Letic (Iago López, min. 45), Oriol Rey, Meseguer, Riquelme (Brugué, min. 53), Simón (Hassan, min. 66) , Álex López (Vicente, min. 53), Camello (Marqués min. 85)
-
Goles: 1-0 min 27. Weissman; 2-0 min. 31, Gonzalo Plata; 3-0 min. 80 Weissman; 3-1 min. 87 A. Marques.
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Árbitro: Gálvez Rascon (C. madrileño) Amonestó a Oriol Rey, Simón, Álex López y Arroyo.
Comenzó el partido con la afición recordando al equipo que no se había olvidado de la humillante goleada cosechada ante el Amorebieta. El sonido de viento en Zorrilla pareció calentar al Real Valladolid que salió encendido al partido y con ganas de desquitarse.
Sin cumplirse tan siquiera el primer minuto de juego, el ataque pucelano dispuso de hasta tres remates consecutivos que Lezoain y la defensa rojilla repelieron como buenamente pudieron. Con tesón y ambición, el empuje vallisoletano fue inclinando el juego hacia el campo del Mirandés que no fue capaz de rebasar la línea medular en los primeros diez minutos de partidos. Tampoco le hizo falta mucho más.
Un exceso de confianza de Aguado en el minuto 11 estuvo a punto de aprovecharlo Camello –que venía de anotar dos goles en el anterior partido– para anotar el que probablemente hubiera sido el gol de la jornada y un serio candidato al mejor del año en Segunda con un disparo desde el cuadro del campo que no encontró la portería. Tras ese susto del Mirandés, el Pucela recupero el control del partido y siguió percutiendo ante una defensa burgalesa que no daba a basto para achicar espacios.
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Especialmente productivo fue el binomio Plata- Pérez, que nutrió de balones tanto a Weissman como a Sergio León. Pero fue Plano el que alcanzó la pelota tras una bonita combinación entre el andaluz y el ecuatoriano para reventar el balón contra el poste izquierdo de Lezoain. Antes, un jugada maradoniana de El Yamiq, que quiso emular a su presidente en la definición, casi pone el primero en el marcador ante el asombro de propios y extraños.
Consciente de la pésima imagen plasmada en tierras vascas, Pacheta propuso sobre el verde una efectiva e intensa presión alta sobre la salida de balón de los de Lolo Escobar que ahogó los intentos de construir jugada del Mirandés. Con marca hombre a hombre y una buena disposición para realizar las coberturas defensivas, el Real Valladolid parecía querer demostrar en Zorrilla todo lo que le faltó en Lezama.
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Con un control absoluto del balón y con el cuadro rojillo en bloque bajo para no dar más facilidades de las ya concedidas, el cuadro blanquivioleta vivió la primera mitad del partido instalado en campo burgalés al tiempo que reunió todos los ingredientes para cocinar el primero de la tarde. Y llegó.
Weissman, el jugador con más olfato goleador, el cazagoles por excelencia del equipo, se colocó dentro del área y espero el balón rechazado del enésimo centro desde la izquierda para anticiparse al meta rojillo y abrir la lata. Sin tregua y sin visos de mejora por parte del Mirandés, Plata decidió que era el momento de mostrar a la hinchada blanquivioleta uno de los jóvenes sudamericanos con más proyección del fútbol internacional. Tras un buen control de espaldas, se giró hábilmente para conectar un exquisito zurdazo con la comba justa para poner el balón en la base del palo derecho del guardameta rojillo.
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En el 37 llegó la peor noticia para los de Pacheta. Roque Mesa caía lesionado al verde y tuvo que ser sustituido. A partir de ahí, el Pucela perdió la clarividencia que aporta el canario y con ello, el control del partido. Con una monumental bronca de Pacheta a seis jugadores del Real Valladolid que no bajaron a defender y propiciaron una doble ocasión de los visitantes se enfiló en Zorrilla el camino de los vestuarios.
Tras el descanso, Lolo Escobar movió el banquillo en busca de una reacción que no se tradujo en ocasiones hasta la hora de partido. Brugue, que había entrado minutos antes al partido, disparó al palo izquierdo de Roberto para culminar la acción más clara dentro de la escasa producción ofensiva burgalesa. Seis minutos después, un mal giro de rodilla al intentar frenar la carrera dejó a Simón fuera del partido.
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Con un ritmo mucho más bajo que en la primera mitad del choque, el partido entró en una fase de barbecho en cuanto a juego y de sequía en ataque. El Mirandés, tras bajar una marcha el Pucela, intento disputarle la posesión a los locales en un tramo de partido en el que paso entre poco y muy poco.
Con el paso de los minutos, el Real Valladolid se dejó ir y los burgaleses comenzaron a dejarse ver por las inmediaciones del área vallisoletana. Con Plata y Plano fuera del partido, los de Pacheta perdieron frescura y dejaron de ser incisivos en favor de un Mirandés que comenzó a carburar.
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Pacheta, quien provocó con sus sustituciones ese paso atrás del equipo, se desgañitaba desde la banda intentando impregnar con su energía a sus pupilos mientras que los de Lolo Escobar empezaban a coquetear con el gol. Una salida al contragolpe por banda derecha fue suficiente para que Luis Pérez, punzante durante todo el partido, pusiese el balón atrás para el remate de Aguado al larguero. Ese travesaño evitó además del tanto del Pucela, muchos más agobios en la recta final del encuentro para el cuadro blanquivioleta.
Tras ese chispazo que devolvió la corriente al cortocircuitado juego del Pucela, una buena acción de Sergio León le sirvió para asistir a un Weissman que parecía haber puesto el punto y final al partido. Pero Alejandro Marques, recién entrado en el minuto 85, recortó distancias para evitar la portería a cero y recordar la fragilidad defensiva de un Real Valladolid que se olvidó de jugar los últimos minutos del partido. Brugue tuvo el segundo de cabeza para el Mirandés tras los cinco de añadido pero no acertó a embocar la pelota.
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Victoria blanquivioleta que sirve para recuperar sensaciones tras la debacle ante el Amorebieta pero que no deja satisfecho a nadie tras una floja segunda mitad. Con estos tres puntos, el Pucela continua en puestos de ascenso y se sitúa quinto con 25 puntos a costa de un Mirandés que se mantiene decimotercero con 18 puntos a la espera del resto de resultados del fin de semana.
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