El Real Valladolid pierde y se complica la vida

'No me gusta como caza la perrina'. Este dicho tan popular se usa cuando se respira en el ambiente que algo no va bien. Visto lo visto, algo no debe ir bien en este Real Valladolid. Algo no funciona. La semana se antoja complicada y mucho habrá que reflexionar y arreglar antes de lo que será la visita al Atlético de Madrid en la siguiente jornada.

Ni siquiera jugar en su campo, ante su afición, fue un argumento para cambiar la mala racha de resultados por la que atraviesa el equipo. No supo coger el ritmo y no tuvo esa alegría en su juego, que tuvo por ejemplo frente al Real Madrid. Para superar al Rayo Vallecano, Pacheta introdujo novedades, como la presencia de Kenedy en el once inicial en lugar de Plano. En defensa pocos cambios, salvo el de la entrada de inicio de Javi Sánchez tras cumplir su sanción en Mallorca, con Lucas Rosa en el lateral izquierdo. Y el técnico volvió a apostar por Sergi Guardiola en la punta de ataque. Weissman empezó de nuevo en el banquillo, alimentando esa posibilidad de que el delantero israelí salga en este mercado invernal.

Sobrevivió el Real Valladolid a una primera parte cargada de adversidades. La primera, en el minuto 25. En un intento de presionar al portero del Rayo, quedó tocado, aparentemente algo muscular, y pidió el cambio tras ser atendido por los servicios médicos. Ya es mala suerte para el jugador. No sale de una y se mete en otra. Se retiró con lágrimas en los ojos. Pacheta dio entrada a Weissman, aplaudido a rabiar por la afición. La lesión de Kenedy rompió la dinámica de un Real Valladolid que tenía el control del balón

Y sobrevivió también al arbitraje de Melero López (extraño criterio el suyo en las faltas y en las tarjetas) y al VAR, que revisó una acción de Monchu con los brazos abiertos en la salida de un saque de esquina. Otra mano de esas para debatir. Cada vez que se produce una de esas jugadas en el área del Pucela, es para echarse a temblar. Va a tener Pacheta que entrenar ese tipo de acciones con las manos atadas a la espalda de sus jugadores. Melero López pitó penalti. Otra más para la colección.

Esa supervivencia tuvo también un nombre propio, el de Masip. Paró el lanzamiento de penalti de Isi, pero es que antes había cogido su capa para volar a un lanzamiento de Lejeune (paradón) y supo rectificar a tiempo a un disparo de Fran García. El balón hizo un extraño y el portero del Pucela tuvo que sacar una mano salvadora para llegar a esa primera parte con empate a cero.

Es un equipo el Real Valladolid que lo hace bien con el balón, pero tampoco es que en esa primera parte asustara en ataque. No se vio mucho a Dimitrievski. Apenas un par de acciones ofensivas de Plata y un lanzamiento de Iván Sánchez, que paró sin muchos problemas el portero del Rayo. La apuesta del Rayo se basaba en la rapidez, cargando el juego en esta primera parte sobre su banda izquierda, bien tapada por Iván Fresneda.

La lesión de Kenedy dejó tocado durante unos minutos al Pucela. Pacheta intentó mantener su esquema pasando a Guardiola a la banda izquierda, la del lesionado Kenedy, dejando en punta a Weissman. Minutos después rectificó, pasando a Iván Sánchez a la izquierda y Sergi Guardiola formando pareja de ataque con Weissman (4-4-2).

La segunda parte comenzó con un cambio en las filas locales. Pacheta dejó en el vestuario a Sergi Guardiola y dio entrada a Plano, recuperando de nuevo el 4-3-3. Salió con más decisión el Rayo en la segunda parte, con más empuje, metiendo al Real Valladolid en su área y con muchas dificultades para salir con el balón controlado en esa fase del choque.

Y lo que es el fútbol. De un posible 1-0 en una buena jugada con un pase de Aguado a Weissman, que remató un tanto forzado y le salió un centro al que a punto estuvo de llegar Plano en boca de gol se pasó al 0-1. Álvaro recortó dentro del área y puso el balón a Isi, que batió a Masip de tiro raso. En la única ocasión clara que tuvo el Pucela encajó el gol.

Los minutos iban cayendo como una losa. No se veía reacción en el campo, así que la provocó Pacheta, retirando del campo a Kike (silencio en la grada) y dando entrada a El Yamiq, pero como segundo nueve, buscando mayor presencia en el área. Las urgencias empezaban a pesar en los ánimos de un equipo que se estaba quedando sin ideas, más allá de los detalles técnicos, como el de El Yamiq. Si es por sensaciones, no son buenas. Otra derrota más, otro partido sin meter gol. Tristeza.