El Real Valladolid dice adiós a Jordi Masip y Sergio Escudero

Jordi Masip, de 35 años, pone fin a siete temporadas en el Real Valladolid, con un gran bagaje de 227 partidos oficiales con el Pucela (219 en Liga, entre Primera y Segunda División, cuatro en Copa del Rey y cuatro en play-off de ascenso). Con esas cifras gigantescas, el portero catalán ocupa el puesto vigésimo séptimo en la lista total de jugadores con más encuentros en la historia del Real Valladolid y el cuarto guardameta con más partidos oficiales tras Manolo Llacer (287 encuentros, incluidos 16 en Tercera División), Carlos Alberto Fenoy (282 partidos) y César Sánchez (236). Estos números dan una idea del largo impacto de Masip en la portería del Real Valladolid, un guardameta que ha acabado por imponerse en la titularidad desde su llegada en 2017 procedente del FC Barcelona, a compañeros-competidores por el puesto como Isaac Becerra, Yoel Rodríguez, José Antonio Caro, Andriy Lunin, Roberto Jiménez, Sergio Asenjo, John Víctor Maciel y André Ferreira. Masip ha vivido tres ascensos a Primera (2018, 2022 y 2024) con el Real Valladolid y dos descensos a Segunda (2021 y 2023).

Adicionalmente, Jordi Masip ha pasado a la historia del Real Valladolid como el portero con las dos mejores rachas sin encajar goles: 732 minutos en esta última campaña 2023-2024 y 646 minutos en el curso 2021-2022, en dos temporadas en Segunda que acabaron con ascensos a la élite. En la última temporada, rozó el trofeo Zamora en la categoría de plata

El portero había expresado su deseo de seguir en Zorrilla y esperó hasta el último momento una posible renovación, pero el club blanquivioleta ha decidido finalmente zanjar la larga vinculación con él. Masip, que no dispone de redes sociales, se despidió de la afición blanquivioleta a través de un comunicado publicado en la web oficial del Real Valladolid. El guardameta expuso que se siente «agradecido» por defender la camiseta del Pucela y dejar al club «donde se merece: en la máxima categoría del fútbol español». «Desde mi llegada me inculcaron que el Pucela era especial y así lo he sentido. En todo momento, ya en condición de veterano y capitán, he tratado de transmitírselo a los nuevos compañeros y me voy satisfecho de haber cumplido con el lema que suena en uno de los himnos y que está grabado en el brazalete que he tenido el privilegio de lucir. «Recíbeme con orgullo, devuélveme con honor».

Masip subrayó que en Valladolid, ciudad donde han crecido sus dos hijos, se ha sentido «como en casa» y dio las gracias a la afición blanquivioleta en primer lugar, para extender los agradecimientos a Carlos Suárez y Ronaldo Nazário por confiar en él desde la presidencia, así como al resto de estamentos, directivos, trabajadores del club y compañeros en el vestuario. «Para mí ha sido un orgullo y un honor. Se despide un blanquivioleta más, siempre lo seré y siempre le desearé lo mejor al Real Valladolid», finalizó su comunicado.

El adiós de Sergio Escudero al Real Valladolid también tiene componentes emocionales. El lateral izquierdo vallisoletano llegó hace dos campañas, con el equipo en Primera División, para saldar una deuda histórica. De niño, Escudero formaba parte de la cantera blanquivioleta y acudía puntualmente al estadio José Zorrilla para ver los partidos del primer equipo. A los 14 años, el club no le vio posibilidades de progresión real y decidió que no continuase en las categorías inferiores.

Escudero desarrolló una exitosa carrera profesional en el Real Murcia, Schalke 04, Getafe, Sevilla y Granada antes de volver con todos los honores al Pucela. El descenso a Segunda le dejó una espina clavada que ha podido subsanar esta temporada con la vuelta del Real Valladolid a Primera. A sus 34 años, este vallisoletano de Santovenia de Pisuerga ha disputado 60 partidos oficiales del Real Valladolid (23 en Primera, 35 en Segunda y dos en la Copa del Rey), con un total de cinco goles anotados en estos dos años.

Sergio Escudero se mostró «feliz y orgulloso» durante las celebraciones del ascenso a Primera por «devolver» al Real Valladolid a la élite. «Como vallisoletano, ver la Plaza Mayor repleta de pucelanos coreando mi nombre es algo que, os aseguro, jamás podré olvidar», escribió entonces en su cuenta de Instagram.