El Real Valladolid no descarta incorporar hasta dos atacantes en el mercado
La sequía goleadora del equipo preocupa más que el futuro de Almada, «apoyado por la directiva y el vestuario»
«La solución es tan sencilla como que la metan». Es el mensaje que se lanza desde la directiva a las pocas horas de la ... dolorosa derrota ante la Real Sociedad B. El análisis es simple, porque «el fútbol es simple», resumen en relación a la crisis que vive el Real Valladolid, que se ve en clave anotadora, más que como un problema de fútbol, de proyecto o de la confección de la plantilla.
No existe la palabra ultimátum al técnico, aunque el escenario de una nueva derrota en la Liga –que sería la tercera consecutiva– pudiese darle la vuelta al calcetín. «No va a pasar», inciden desde la planta noble del Estadio José Zorrilla, donde admiten que no esperaban perder con la UD Las Palmas en casa y, mucho menos, hacerlo ante el filial donostiarra el pasado lunes.
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La preocupación «es evidente», pero se considera que el equipo –en línea con el mensaje esgrimido por Almada–, ha sido superior tanto a Las Palmas como a la Real B, pese al resultado final. «Es tan simple, como que la metan», repiten de nuevo.
El problema está en que el actual Real Valladolid lidia con una falta de gol alarmante, que acumula ya más de 270 minutos sin ver portería. «El equipo genera, pero no marca», valoró el propio Almada en la rueda de prensa posterior al choque en Anoeta.
El mismo mensaje que esgrimió –casi con las mismas palabras– tras la derrota ante la UD Las Palmas, la Cultural Leonesa o el empate ante el Mirandés.
Coinciden con la lectura desde las oficinas, que descargan al preparador uruguayo de gran parte de la responsabilidad, y que señalan más al bajo rendimiento de futbolistas que tendrían que marcar la diferencia en la categoría con goles, como son los casos de Marcos André y Juanmi Latasa. En ese sentido, no se obvia que hay otros jugadores con rol ofensivo, que también deberían descargar de esa presión a los puntas, con los extremos llamados a contribuir en el apartado anotador.
De momento no es así, y el problema es que el bache, que no es de las últimas semanas, ya se esbozaba incluso en pretemporada, en la que el equipo de Víctor Orta ya se movió por si finalmente salía Marcos André, cuya ficha permitiría incorporar a dos atacantes por el brasileño.
Mercado de invierno
El plan ahora es reforzar al equipo, algo que no se oculta y que Almada también ha admitido cuando se ha puesto detrás del micrófono. Darle más herramientas ofensivas al técnico sudamericano, que ya ha dejado patente que las ideas se le acaban. Dos puntas, rotación de delanteros, juveniles, cambios en las bandas, distintos medias puntas... con el mismo resultado: cero goles.
En el mercado estival, el club ya sondeó la posibilidad de incorporar nuevos atacantes, con esa lectura de falta de capacidad para ver portería, a tenor de los números del propio Latasa y André la pasada campaña, y la salida de Mamadou Sylla. No hubo recambio para el atacante senegalés, que fue el máximo goleador la pasada campaña en Primera, con cinco tantos, por los tres de Latasa y un único gol del brasileño; y ahora, cuatro meses después, la situación invita a recuperar los informes y reactivar operaciones para la punta blanquivioleta.
Se trata de un análisis «simple», pero que conlleva una complejidad mucho mayor, como la que es firmar un delantero de garantías, que siempre es complicado; y que este caso depende de un límite salarial casi copado por la actual plantilla.
¿Las alternativas? Dar salida a un futbolista –o varios– que pueda aligerar la masa contractual de la plantilla. Los focos de nuevo vuelven a centrarse en esos nombres que se repitieron durante las últimas semanas del mercado de verano, con Marcos André como el mejor pagado de la plantilla; Javi Sánchez, que solo ha jugado 45 minutos en la competición doméstica y cuya salidad permitiría reforzar una zona del campo más necesitada.
Además, desde el club se insiste en que «nadie es intocable», con lo que eso conlleva para futbolistas con contratos muy elevados para la categoría, como el propio Juanmi Latasa o Amath N'Diaye, que con ofertas en la mano, podrían negociar una salida.
La idea en la actual situación, con 15 goles en 15 partidos en la Liga, es firmar incluso a dos atacantes, pero como una hoja de ruta en la que deben darse una serie de condicionantes para que estos puedan llegar, con el límite salarial como principal escollo.
El formato de cesión es una alternativa que gana enteros, máxime cuando firmar un futbolista en propiedad estaría más ligado a la incorporación de un jugador extranjero sin experiencia en la competición, con el límite salarial de nuevo como condicionante clave, y con el escenario de que es muy probable de que no haya salidas «importantes».
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