El precoz Rubén Albés se hace hueco en el fútbol profesional

Este vigués afronta su segunda temporada en el CD Lugo, rival este sábado de un Real Valladolid que no se puede dejar ni un punto por el camino en su lucha por volver a Primera de forma directa en las nueve jornadas que restan. Un equipo al que ya dirigió el propio Albés, como ayudante, en esa primera campaña en Pucela. Un curso convulso en el Valladolid, pasando nada menos que tres técnicos por el banquillo y que tras apenas nueve jornadas en el Promesas, le llevó como segundo a la elite al lado de Miguel Ángel Portugal en principio y luego también de Alberto López las siete últimas jornadas del campeonato. El curso siguiente regreso al filial para dejarlo sexto muy cerca del 'play off' de ascenso a Segunda. El técnico se despidió de la afición y la ciudad con una carta abierta en sus redes sociales agradeciendo el trato y deseando que «ojalá el futuro vuelva a cruzar mi camino con el del Real Valladolid».

Dos cursos en su natal Vigo con el filial -en el primero jugó fase de ascenso a Segunda- y otro en el UCAM de Murcia -fue destituido en octubre- le llevaron a romper otra barrera. Esta vez en Rumania. Firmó por el FC Hermannstad, siendo así el técnico más joven en dirigir en la Primera División rumana.

Ya en abril 2021 le llegó el premio del fútbol profesional en España. El pasado abril le llamaron desde el CD Lugo la pasada campaña, club en el que aterrizó las últimas siete jornadas como cuarto técnico en ese curso del equipo gallego tras Juanfran García, Mehdi Nafti y Luis César Sampedro. Estaba en plaza de descenso y lo salvó con tres victorias, dos empates y dos derrotas.

Cómo no, se ganó el derecho a seguir al frente de un CD Lugo que llega a Valladolid medio salvado -le saca once puntos al cuarto por la cola a falta de 27 por disputarse- y siendo uno de los más sólidos de toda la categoría de plata. Con solo siete derrotas en lo que va de campeonato -los de Pacheta, once puestos por encima, tienen ocho- y de ellas solo una, precisamente la del Real Valladolid de la primera vuelta (0-2) ha sido por más de un gol. Solo los blanquivioletas y la Ponferradina han logrado ganar en el Anxo Carro esta campaña.

Del juego de sus equipos destaca su firmeza defensiva, el bloque armado y sólido -el tercero menos goleado del grupo en la 17-18 con el Celta B- sin dejar de lado el gusto por el balón y de él dicen que es un estudioso del balompié y del rival, al que trata de condicionar a través de la velocidad con el cuero una vez que logre la posesión cerrándole los pasillos interiores. Este curso solo le han marcado 38 goles -solo nueve equipos tienen mejores registros, la mayoría de la zona alta-.

Compañero inseparable

A Albés le acompaña siempre en sus aventuras Toni Madrigal, al que ya tuvo en Valladolid, y que le ha ido siguiente allá por donde ha sido contratado el vigués. Uña y carne. En su estilo de juego, como todos los técnicos, se adapta a lo que tiene en cada plantel, pero hace dos años, en una charla en 'futboldebanquillo.com' dejó algunas muestras claves de su ideario: «Mejorar al futbolista individualmente a mí me parece fundamental. Si tú mejoras al futbolista, él va a mejorar en el juego. Yo creo en los hábitos. El fútbol sigue siendo un vehículo educativo brutal. Yo entreno para ganar. Para mí es prioridad que el futbolista llegue bien mentalmente. Hay que tener la sensibilidad suficiente para saber qué es lo que necesita el grupo y cada jugador individualmente», confesó Albés. Hoy, regresa a Zorrilla para enseñar su evolución.