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La pelea final del Real Valladolid ante el Alavés tampoco tiene premio
El equipo blanquivioleta pierde de nuevo en su despedida de Zorrilla y los vitorianos sellan la permanencia en Primera
El Real Valladolid fue incapaz de despedirse de la Primera División en Zorrilla con una mínima alegría y encadenó su undécima derrota consecutiva. El Pucela ... pavimentó la permanencia del Alavés con una primera parte horrorosa y un penalti de Cenk que transformó Kike García. El desastre táctico se enmendó en la segunda mitad y el conjunto de Álvaro Rubio metió el miedo en el cuerpo a un conjunto vitoriano que sudó para mantener la ventaja. Todas las acciones de ataque del Pucela murieron en la orilla. El Alavés selló su salvación y el Real Valladolid rumió un nuevo fiasco en una temporada patética.
Rubio removió el once una vez más, con una nueva revolución infructuosa que dejó cinco cambios con respecto al último choque frente al Girona. El esquema resultó un desastre sin paliativos. El técnico del Real Valladolid mantuvo la línea de tres centrales, pero con los reconvertidos Candela y Nikitscher junto a Cenk. Aznou recuperó el puesto en el carril izquierdo y Rubio dio carrete al canterano Xavi Moreno en la banda derecha del ataque, nuevo debutante blanquivioleta tras su buena temporada con el Real Valladolid Promesas. Selim Amallah completó el repóker de variaciones con la vuelta de Amallah en la medular. Anuar, un ejemplo para la historia de este club, siguió en el once en su último partido como blanquivioleta en Zorrilla, homenaje previo incluido. En el Alavés, Eduardo Coudet mantuvo la misma alineación que ganó al Valencia la pasada jornada, con un 4-1-4-1 como armazón y Kike García como amenaza ofensiva.
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Real Valladolid
Hein; Anuar (Arnu, m.71), Candela (Amath, m.86), Nikitscher, Cenk, Aznou; Xavi Moreno (Iván Sánchez, nm.45), Mario Martín (Grillitsch, m.45), Amallah (Alani, m.45), Raúl Moro; y Latasa
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Deportivo Alavés
Sivera; Tenaglia; Garcés, Mouriño, Manu Sánchez; Blanco (Protesoni, m.85); Carlos Vicente, Guridi (Joan Jordán m.64), Guevara, Aleñá (Conechny, m.64); y Kike García.
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Goles: 0-1 Kike García, de penalti (m17).
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Árbitro Díaz de Mera Escuderos (comité Castilla-La Mancha). Amonestó a Carlos Vicente, Conechny.
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Otros datos: Estadio José Zorrilla. 14.506 espectadores. Trigésima séptima jornada de Liga en Primera. Antes del encuentro se entregó la insignia de oro a Anuar Mohamed por su trayectoria en el Real Valladolid ante su próxima salida del club blanquivioleta.
El Real Valladolid mostró pronto una lamentable tendencia a sestear. Lejos de los tramos aceptables de los últimos choques, el conjunto blanquivioleta salió destensado hasta límites insoportables. El Alavés, necesitado de una victoria para certificar su permanencia, detectó pronto la deserción del Pucela, un equipo sin capacidad para mostrar un fútbol mínimamente potable en toda la primera mitad.
Un disparo de Guridi que lamió el poste de Hein inició la ristra de ataques vitorianos, con la defensa del Real Valladolid ovillada en una acción tras otra. La reconversión de Nikitscher y Candela como centrales no anticipó nada bueno, aunque fue Cenk el encargado de liarla una y otra vez, con acciones impropias de un futbolista profesional.
Hein salvó como pudo un disparo envenenado de Kike García, con una parábola diabólica que estuvo a punto de costar el primer disgusto local. El estonio reaccionó bien, pero cuatro minutos más tarde se encontró con el fuego amigo de su compañero Cenk. El turco llegó tarde ante Tenaglia, dejó la bota izquierda en el área e impactó con el lateral del Alavés. Díaz de Mera Escuderos no dudó ni un segundo en señalar la pena máxima. Kike García se colocó la capa de goleador y batió a Hein desde el punto fatídico. La acción de Cenk retrató las deficiencias de un jugador en el que Domingo Catoira vio en su momento a un recambio fiable del traspasado Enzo Boyomo, una vía por la que empezó a ahogarse el Real Valladolid.
El 0-1 no despertó al Pucela, que siguió entregado en un partido capaz de torturar al más benévolo de los aficionados. El Pucela se desordenó de mala manera y sólo la falta de punción del Alavés impidió que la brecha goleadora se agrandara. Carlos Vicente campó por sus anchas por la banda derecha en busca de las deficiencias defensivas que presenta en ocasiones Aznou a la hora de cerrar su banda.
Amallah, otro jugador desubicado en el centro, tuvo un fogonazo para armar una acción de ataque, pero el marroquí no fue capaz de rematar un envío exquisito de un generoso Anuar. La pelota le cayó a Moro en segunda instancia, pero su remate se estrelló contra la zaga alavesista.
En un mitad de fútbol tristísimo, el Real Valladolid no mostró intención de asomarse al balcón del conjunto babazorro. Amallah se cortocircuitó en un pase que pudo costar carísimo y Xavi Moreno colocó un centro muy flojo que Sivera atrapó sin despeinarse.
El Alavés se sintió cómodo con el 0-1 ante un Pucela que pareció con la cabeza y las botas lejos ya de Zorrilla. Cenk volvió a ejercer de quintacolumnista con una pérdida lamentable que Nikitscher se vio obligado a corregir. Ya en el tiempo añadido de la primera parte, Moro logró sacar la espada en una buena contra por la izquierda, pero Latasa llegó tarde al centro al área.
Álvaro Rubio vio claramente lo fallido que había resultado su planteamiento y viró hacia un 4-1-4-1 tras el descanso, con las entradas de un gran Alani, un desbordante Iván Sánchez y un Grillitsch que entonó el centro del campo. Iván Sánchez encontró pronto la manera de colocar centros al área de Sivera para agobio del Alavés, cada vez más atenazado por la necesidad de conservar su exigua renta.
El Pucela empezó a embotellar a los vitorianos, pero sin lograr clavar el puñal. Moro cabeceó por encima del portero visitante tras un gran envío de Iván Sánchez en un acción iniciada por Latasa. Anuar estuvo a punto de lograr el gol soñado, pero la defensa del Alavés permaneció atenta. El intercambio de tiroteo en los últimos minutos dejó a Kike García a punto de lograr el 0-2 y a Latasa incapaz de rematar en condiciones un balón caído sobre sus botas. La entrada de Arnu aumentó la pólvora pucelana, aunque sin llegar a detonar. Un par de remates del canterano aumentaron la sensación de agobio de un Alavés que sólo quería que el árbitro pitase el final y celebrar su estancia en la élite.
El Real Valladolid aceleró, con la esperanza de ofrecer una mínima alegría a su hastiada parroquia. El público de Zorrilla pareció animarse en el tramo final, a la espera de ver si su equipo era capaz de acabar la penúltima jornada sin otra derrota a las espaldas. Amath, que entró para jugar como lateral en lugar de Candela en los minutos finales, tomó la autopista en una jugada de videojuego que finalizó Arnu sin éxito.
La pelea final del descendido Real Valladolid no tuvo premio. Tiró una parte a la basura y en la segunda mitad, la reacción fue insuficiente. La Primera División es historia en Zorrilla. Ahora ya sólo queda el epílogo ante el Leganés en Butarque del próximo fin de semana, ante otro rival que se jugará su salvación frente al Pucela pendiente de lo que haga el Espanyol contra otro rival descendido como la UD Las Palmas. Será el final de la temporada más penosa del Real Valladolid en Primera.
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