Pacheta considera que las derrotas sirven como «aprendizaje bajo una crueldad dura»

Las dos derrotas consecutivas ante Burgos CF y CD Tenerife ponen a prueba la fortaleza psicológica y futbolística del Real Valladolid. El equipo de José Rojo 'Pacheta' se ve recuperado de los dos golpes recientes para visitar este sábado (Montilivi, 20:30 horas) a un Girona que encadena tres partidos perdidos y está, por tanto, en peor situación que el Pucela. «Vamos para allá con dos derrotas detrás, pero el equipo ha entrenado de manera fantástica y nos hemos recuperado. Haremos un buen partido para conseguir la sensación de estabilidad y poderío. No he visto debilidad esta semana en el equipo», subrayó Pacheta este viernes.

El entrenador del Real Valladolid considera que la plantilla debe estar preparada para afrontar los reveses en forma de derrotas, una situación no deseada pero que supone un «gran aprendizaje bajo una crueldad dura». «Nos recuerda que debemos estar muy concentrados para pelear en lo jodida que es la Segunda División», remarcó el técnico.

Aunque el Real Valladolid no ha ganado nunca en Liga en Montilivi (sí lo hizo en Copa en 1975), para Pacheta el estadio del Girona resulta muy especial. Allí ascendió con el Elche hace dos campañas tras ganar por 0-1 en la vuelta del 'play-off' (en Liga también venció a domicilio en el feudo gerundense). «Para mí el recuerdo de Montilivi es maravilloso. Fueron sensaciones tremendas con aquel ascenso. Yo sabía que no iba a continuar [en el Elche], así que son emociones encontradas», explicó el entrenador.

La carga de tensión que rodea a Girona y Real Valladolid, dos equipos que necesitan ganar para espantar sus crisis de resultados, desaparecerá cuando el balón eche a rodar. «Toda esa sensación se pierde en el partido. Hemos trabajado bien y todos los jugadores sanos viajarán. Disponemos de 21 futbolistas. Las cuentas no nos afectarán. Veo al equipo dolido por las derrotas, pero esta semana ha sido buena».

Pacheta no quiere ahondar en el debate sobre si al Real Valladolid le conviene más un dibujo con tres o con dos centrales y cree que la clave para la reacción pasa por un aprovechamiento colectivo de las virtudes individuales. «Hemos jugado con tres y con dos. Cuando lo hemos hecho con dos para atacar más, resulta que hemos atacado menos... Es un debate que intentaré cerrar. Lo que tengo que arreglar es que cada jugador saque su mejor virtud. Si soy regateador, regateo. Si soy rematador, remato. Si tengo muy buen juego aéreo, debo pelear ahí. Hace quince días lo hacíamos muy bien y ahora parece que no sabemos. Este es un proceso que lleva su tiempo».

Para Pacheta se trata de conseguir una «fortaleza» grupal, aunque entiende que el Real Valladolid ha recibido «excesivo castigo» en las dos derrotas. «Cuando mejor estábamos ante el Tenerife, con buenas sensaciones y avasallando, con opciones de empatar, nos meten el segundo. Nos pasan demasiadas cosas como para que no cojas premio, joder. Ahí ponemos a más gente para llegar al remate y no logramos que pasasen cosas en el área. El responsable soy yo. Debemos arreglarlo para que no nos hagan daño. Somos capaces de hacer dos goles en un pispás. Debemos tener paz y aplomo para ser un equipo serio y duro. Lo hemos hecho y debemos repetirlo».

Pacheta insiste en la buena semana de preparación que ha tenido el equipo, pero recuerda que, aunque los jugadores «trabajen como animales» y todos los partidos se preparen concienduzamente para ganar, el fútbol puede ser «caprichoso» . «En mi trabajo puedes trabajar muy bien y perder. Esta es la parte no controlable. En la parte controlable, debemos trabajar mejor y acabar más las acciones. Nos han cogido en demasiadas contras y debemos arreglarlo. En los primeros partidos no nos cogían ni en una».

El proceso de ajuste que atraviesa el Real Valladolid con Pacheta resulta similar al que experimenta el Girona de Míchel Sánchez. «El Girona es un equipo que ha recibido castigo en los dos últimos años y cuesta volver a engancharse. No olvidemos que es un equipo con muy buenos futbolistas: Stuani, Samu Saiz, Borja, Baena, el portero Juan Carlos... Y tienen un entrenador que sabe ascender. Llegué a Huesca detrás de él y dije públicamente que ojalá me quisieran como a él. Es un tipo que se hace querer y trabaja bien. Hay muchos equipos pasando dificultades y que no arrancamos. El Girona y nosotros estamos en un proceso de irnos ajustando. Se asciende en mayo, tranquilos. Claro que debemos arreglarlo, que esto es jodido y que somos el Real Valladolid. Pero yo estoy tranquilo porque vamos ajustando a todo el mundo. Ya sé que lo me deja en mi puesto de trabajo son las victorias... y alguna vez ni eso», subrayó Pacheta, en referencia a su salida del Elche tras logar el ascenso.

Ante el Girona, el Real Valladolid tratará de frenar a «los jugadores interlineados» para evitar que los mediocentros «se conviertan en protagonistas» y «filtren pases por dentro». «Me preocupa la calidad de los jugadores, el control del pase, la verticalidad y el interlineado. Es un equipo al que no le pesará el balón, al igual que nosotros. Debemos estar preparados para que, aunque nos hagan correr, no nos aculen en exceso. Debemos ser valientes y sólidos».

El entrenador del Real Valladolid sonrió cuando se le preguntó por las declaraciones del recién llegado Gonzalo Plata, que manifestó su deseo de jugar en la banda derecha y no como segundo delantero. «¿Que no se ve ahí muy bien, no? Pues el último partido lo ha jugado ahí de cojones con Ecuador ante Uruguay. Es muy buen futbolista, elástico, que encara y con remate. También tendrá su proceso. Puede jugar como extremo, de segunda punta de enganche, caído a banda y hasta de volante porque tiene muy buen control y último pase. Veremos dónde rinde más. A veces los jugadores creen una cosa y mi trabajo es convencerles de otra, como hecho con varios futbolistas en casi todos los equipos que he entrenado».

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