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Iván Alejo controla el balón durante el último partido del Real Valladolid ante el Málaga. Rodrigo Jiménez
Real Valladolid

Lección de realidad (y optimismo) de Iván Alejo

El vallisoletano asume que el Pucela vive «la semana más complicada» del curso, pero cree que el equipo «luchará por el ascenso directo»

Arturo Posada

Valladolid

Martes, 2 de diciembre 2025, 16:41

Escuchar a Iván Alejo supone darse un baño de realidad. El lateral vallisoletano lleva el Pucela tatuado en su corazón y la crisis actual (dos ... puntos de los últimos doce posibles) deja una sensación de frustración en el vestuario que Alejo nota aumentada por su papel de líder y 'veterano'. Pero el futbolista también desprende un discurso optimista y energético, que le lleva a confiar a muerte en todo el proyecto deportivo, con un respaldo sin fisuras al entrenador, Guillermo Almada, y a las posibilidades de la plantilla en su lucha por el ascenso. Así que Alejo admite que los jugadores se encuentran «muy fastidiados» con la situación actual y con la evaporación de puntos en Zorrilla, estadio que los rivales asaltan con mucha facilidad.

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«El ascenso o estar arriba debería pasar por hacernos fuertes aquí», analiza el lateral derecho. «Es verdad que están siendo momentos difíciles, quizá las semanas más complicadas desde que hemos empezado. Los datos están ahí, pero la pelota no quiere entrar y nos generan gol con muy poco. Desde dentro estamos convencidos de que lo vamos a sacar adelante. Yo no miro la zona de abajo, me parecería hipócrita. Sólo miro hacia arriba y te frustras un poco porque ves que los puestos altos se van escapando un poco. Pero confío a muerte en este equipo porque se están viendo brotes verdes», añade Alejo, que demanda paciencia, pero entiende también «la frustración de la gente».

El vallisoletano cierra filas con Almada, al que brinda un apoyo sin fisuras. No hay resquicios en su discurso porque el futbolista observa «un equipo valiente, que presiona, va hacia adelante, que genera y prácticamente no le generan». Alejo admite que el fútbol «quizá no es lo más vistoso posible ni el más atractivo para aficionados y periodistas, pero es un juego agresivo». «Nos faltan muchas cosas, es lógico cuando tienes un entrenador nuevo y una propuesta nueva. Es todo diferente a lo que veníamos viviendo, pero el equipo está a muerte con el entrenador y creo que el entrenador ideal para el Real Valladolid a día de hoy y hasta final de temporada si queremos llegar a buen puerto es Guillermo Almada».

Con los mimbres del trabajo y el convencimiento en que el libreto de Almada acabará por dar sus frutos, Alejo no oculta la «frustración» actual, a pesar de la insistencia del entrenador en trabajar las definiciones todas las semanas en busca de la efectividad goleadora que no llega. «Estoy convencido de que el trabajo siempre acaba pagando. Este equipo trabaja como no he tenido ninguno en mi vida. Nos quedan tres partidos [para acabar el año 2025] y estoy convencido de que vamos a sacar muy buenos resultados en este tramo. La propiedad y la dirección deportiva van a hacer un esfuerzo y estoy completamente convencido de que este equipo estará arriba a final de temporada», recalca el vallisoletano, con la mirada puesta también en los refuerzos atacantes que el club quiere incorporar durante el mercado de invierno

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Iván Alejo es, con 30 años, el futbolista de más edad de la plantilla. Le corresponde, por tanto, un rol de mentor con los más jóvenes y se apoya en su «experiencia» para hacer ver a los más jóvenes que «hay más momentos malos que buenos» para equipos acostumbrados a sufrir como el Real Valladolid. «Tenemos la suerte de tener a chicos jóvenes y humildes, algo que no pasa en todos los vestuarios. Tenemos a Maroto, a Arnu, que no está participando mucho y el chico entrena como el que más. Tenemos a Mario [Domínguez]. Mi rol es del de ayudarles, pero también hay momentos en los que yo estoy fastidiado y no me sale darles esa palabra de aliento. El hecho de ser de aquí y de que este sea mi primer año me sobrepasa en determinados momentos porque me siento con más responsabilidad que el resto. Pero trato de ayudarles y creo que ellos lo agradecen».

En el plano táctico, Alejo ha tenido que adaptarse a las exigencias de Almada para jugar por primera vez en su carrera de manera recurrente como lateral derecho en lugar de hacerlo como extremo. El vallisoletano recalca que se encuentra «mucho mejor» de lo que esperaba, aunque es autocrítico y subraya que sigue cometiendo «pequeños errores». «El estilo del míster me viene muy bien: ser agresivo, defender hacia adelante, llegar a la línea de fondo, poner centros desde tres cuartos. Si hay una idea en la que ser lateral me viene bien, esa es la del míster. Me estoy adaptando bien, pero creo que aún tengo margen de mejora. Llevo cero asistencias y cero goles. Eso no puede ser en un lateral derecho. Debería llevar asistencias. Soy muy exigente conmigo mismo y a veces eso me pasa factura. Pero si me tuviera que poner una nota hasta ahora, creo que sería un aprobado».

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Iván Alejo también detecta un gen competitivo y un orgullo en el vestuario en estos tiempos de zozobra. El hecho de que el 1-1 en Zorrilla ante el Málaga del pasado sábado se viviese como una derrota «es positivo». «Esta ha sido la semana más complicada desde que estamos aquí porque necesitábamos la victoria y nos adelantamos en el marcador. Conseguimos lo más difícil y nos empataron en una jugada aislada. A nivel mental nos ha afectado. Veo fuerte al míster, muy seguro de lo que hace y de que esto va a salir hacia adelante».

Para el lateral, «no hay ni comparación entre esta temporada y otras» que acabaron mal porque a este Real Valladolid «no se le puede reprochar absolutamente nada». Además, incide en la idea de mantener la comunión con la grada. «Habrá gente que esté en desacuerdo conmigo, pero creo que somos un equipo valiente, que genera entre 15-20 tiros por partido, aunque no sean acertados. Pero también tenemos que saber las cosas que estamos haciendo mal. Pido positividad y unión con la gente, algo que se ha roto desde hace tiempo y que, por momentos, vuelvo a ver. El único fin de todos los que estamos aquí es estar peleando en junio por algo grande. Con la desunión que hubo en años pasados no lo vamos a conseguir y creo que a nadie le guste estar en Segunda División».

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Iván Alejo ha cumplido este curso el sueño, largamente aplazado, de formar parte del primer equipo blanquivioleta y retornar al club en el que se formó. Él sigue sintiendo «ilusión», incluso cuando llegan los resultados adversos «para revertir la situación». El futbolista entiende «la frustración y el enfado» de la afición, especialmente tras el descalabro deportivo del curso anterior. Y lanza un mensaje. «Quizá ahora es cuando menos merezcamos su apoyo, pero es cuando más lo necesitamos. No saben lo importantes que son, con su aliento. El míster siempre nos dice que somos nosotros los que tenemos que transmitirles. El otro día sólo había 12.000 y tenemos que intentar que vuelva el resto, pero también creo que fue un caso aislado en un horario malo y con mal tiempo. Somos 22.000 socios y eso demuestra la fidelidad de la ciudad al Real Valladolid».

Alejo contraargumenta cuando se le inquiere por el descolgamiento del Pucela en la tabla, con los puestos de ascenso directo ya a 11 puntos de distancia y sin la vitola inicial de favorito para volver a la élite por la vía rápida. «¿Viste dónde estaban el Elche y el Levante el año pasado a estas alturas? La Segunda División es muy larga. Entiendo la pregunta porque ahora estamos lejos del primer y segundo puesto, pero tenemos que ser ambiciosos. Yo sigo pensando que este equipo va a luchar por el ascenso directo. Soy un loco diciéndolo, pero es mi sensación. Veo entrenar a la gente cada día, al míster convencido de lo que hace, con cero dudas. Hablo con Víctor [Orta], con Gabriel [Solares], con Enrique [Uruñuela]. Ellos lo tienen muy claro también y se está construyendo algo que quizá no sea a corto plazo, pero tenemos que mantener una estabilidad y una regularidad. El margen de error es poco, estoy de acuerdo, pero necesitamos un clic, una victoria, y empezremos a mirar hacia arriba. La Segunda División es muy larga y los equipos que lleguen a las últimas ocho o diez jornadas con opciones serán los que estén ahí».

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Iván Alejo califica como «injusto» el trato que le dispensa la afición del Real Valladolid a Juanmi Latasa, a pesar de que «la opinión del público es soberana». «Sin embargo, Juanmi es un chico que, con sus virtudes y sus carencias, da el 200 por cien y ha jugado muchas veces tocado. Nos da mucho, aunque de puertas para afuera no se vea. No está teniendo acierto de cara al gol, pero estoy convencido de que cuando le entre uno vendrán todos seguidos. Ni Juanmi Latasa era Ronaldo Nazário ante el Ceuta y el Castellón, ni otras jornadas es el peor delantero del mundo. La estabilidad que pido para todos se la pido también a la afición. Deben tener paciencia. Imagina un jugador joven como Mario [Domínguez, de 16 años de edad], que le toca salir y escucha pitos contra el equipo. Sale cagado, esa es la realidad. Hay que intentar transmitir confianza a nuestros jugadores jóvenes. Estamos en un momento malo, no me escondo, pero de ese momento malo vamos a salir todos juntos. Juanmi [Latasa] es para mí un delantero como la copa de un pino y creo que nos va a dar mucho de aquí a final de temporada».

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