Interrogantes abiertos en el Real Valladolid tras la derrota en Vigo

El primero y principal es el del equipo como tal; es decir, quiénes son los hombres y cuál es el sistema. No es posible seguir haciendo ensayos imposibles sobre posiciones absurdas nunca acordes a las características del jugador 'experimentado'.

Me parece muchísimo más relevante, por negativo, ver a Lucas Rosa colocado como central izquierdo y emparejado con Borja Iglesias en el gol céltico -para salir retratado y disminuido anímicamente-, que el propio esquema de cinco defensores casi en línea., ya que de lo que se trata es de haber escogido erróneamente y no haber echado mano de los idóneos.

De igual manera, ver condenado a Chuki en la banda derecha como complemento de Luis Pérez, al igual que Amath en la izquierda, lo que denotan es pánico táctico y desconocimiento técnico en tanta cuantía como perjuicio para jugadores y equipo terminó resultando.

Recuerdo el impacto negativo y las consecuencias posteriores que acarreó la decisión de José Pacheta de colocar en Chamartín a Fresneda de central derecho en una línea defensiva de cinco con dos laterales reales Luis Pérez y Lucas Rosa, a diferencia de lo ocurrido en Vigo.

No está el equipo para experimentos, máxime tras la barbaridad de prescindir de Boyomo. Es claro que tenemos tres centrales y medio, dada la fragilidad de Sánchez y que uno de ellos es David Torres, zurdo y de casa, por cierto, y que los dos futbolistas del Valencia están por demostrar su valía, a aquí al menos. En esta tesitura, y teniendo decidido jugar con tres centrales, lo lógico sería echar mano de Torres y dejar a Rosa en su sitio.

Y como este tipo de defensa siempre ha tenido su alternativa colocando al cabecero entre centrales, sobraba un experimento tan perverso como el que resultó ser.

Algo que los futbolistas perciben y que terminan por confirmar cuando, recuperando la cordura, el técnico rehace el dibujo y encuentra cosas lógicas. Sin embargo, para entonces ya pierdes por dos goles y has tirado un tiempo y matado el ánimo de los jugadores.

No es baladí el que un cuerpo técnico tenga claro al inicio del campeonato cual es su filosofía de grupo, su sistema de juego y los hombres ideales para desarrollarlos; tanto como tener establecido ese 'plan B' para los casos de lesiones o sanciones. Algo que posiblemente, pensando en una situación ideal, tendría Pezzolano antes de recibir in extremis la cornada del traspaso de Boyomo.

La otra interrogante, tremenda por su estatus actual dentro del equipo, es la de saber si Raúl Moro puede jugar de inicio o no. Es un caso digno de admiración que el internacional deba de esperar a una hora determinada para salir al terreno, siendo como es el jugador mas determinante en ataque que tenemos.

La explicación de la reserva por la condición física no es válida; si esta para medio tiempo pues de inicio y hasta que dure. Salir de nuevo, como Sánchez, con el marcador en contra es una concesión inadmisible.

Recurrir a tópicos o explicaciones de medio pelo solo sirven para ponerse una venda tratando de vender irrealidad; algo que el aficionado, que utiliza bufanda y desdeña la venda , no se cree. Se necesita un equipo estable con lo que hay y un trabajo coherente que rehúya experimentos y coloque a los mejores cada partido.

Así pues o resolvemos interrogantes o nos entregamos a las rogativas. Y ya se sabe que no siempre que se saca al santo en procesión llega la lluvia salvadora.