Ojo de halcón

Repetía Munuera Montero en el estadio José Zorrilla, después de haber actuado hace un mes en la visita de Osasuna. El andaluz estuvo excelentemente auxiliado en las bandas por López de Cerain y Baena Espejo. El equipo arbitral demostró un alto grado de compenetración y resolvieron con acierto dos situaciones de fuera juego, donde las posiciones eran muy justas y difíciles de evaluar. En el gol de Salisu, que estaba por delante del balón, habilitaba su posición la pierna derecha de Diop cuando dio el pase Nacho.

Anuló un gol a Plano por fuera de juego de Toni en el inicio de la jugada, al tener el murciano su pie izquierdo adelantado por centímetros. Ambas decisiones fueron ratificadas con rapidez por Soto Grado que estaba a los mandos del VAR. El internacional realizó una perfecta lectura del choque. Administró las amonestaciones con criterio, con el único pero de la mostrada a Salisu, que resultó excesiva debido a que el ghanés, aunque fue fuerte a la disputa, ganó la misma al robar el balón.

Munuera dejó un detalle de calidad al aplicar ventaja tras una dura entrada de Diop, esperó a que el juego se detuviera y tras tres minutos amonestó al jugador eibarrés. Le solicitaron penalti tras golpear el balón en el codo de Nacho en un centro lateral, cuando este se estaba girando. Al tener el pucelano el brazo pegado al cuerpo hizo bien en no sancionar. En definitiva, arbitraje solvente del andaluz que mantuvo el control del choque de principio a fin y dejó claro quien tomaba las decisiones, como comprobó Orellana al ser amonestado por reiterar sus protestas.