El club «continúa creyendo» en el filial y apoya a Julio Baptista hasta el final
La política de banquillos no ha variado: estabilidad en situaciones adversas del entrenador, que acabará la temporada «casi con toda seguridad»
No es completa la felicidad que se vive estos días en el club, donde se luce una media sonrisa por culpa de los escarceos y disgustos que está brindando el filial, en las antípodas del escenario que pisa el primer equipo. Mientras el equipo de Pacheta es el mejor de las veinte últimas jornadas, el de Julio Baptista es el peor de las últimas quince –solo el Extremadura, ya desaparecido, presenta peores cifras–. En ese periodo de tiempo solo ha sido capaz de sumar 8 puntos (2 victorias y 2 empates) y encajar once derrotas como el equipo más goleado del grupo I de la Primera RFEF (34 tantos por 16 anotados).
Una trayectoria que en cualquier otro escenario y contexto se hubiera cobrado el puesto del entrenador salvo en Valladolid, donde se mantiene la política bautizada el año pasado con Sergio González. «El club ha demostrado anteriormente que proporciona estabilidad al entrenador en situaciones adversas», aseguran desde las oficinas de Zorrilla, donde la preocupación contrasta con el estatismo que se profesa.
Pese a lo tozudo de la clasificación, ocho puntos le separan de la permanencia, en el club se «continúa creyendo» en el filial hasta las últimas consecuencias. El director deportivo es un fiel exponente. «Me duele y da mucho coraje la situación que está atravesando el Promesas y aunque está muy negro, hay que seguir creyendo y apoyando lo que tenemos», comenta Fran Sánchez, que tilda de «muy complejo» el escenario que tiene por delante el filial. «No es nada fácil, y desde luego no podemos exigirle lo mismo al Promesas que al primer equipo. Al principio de temporada tuvimos que reducir el número de jugadores y costó mucho la rescisión de contratos (hasta 16 jugadores)», explica, en un contexto de descenso de categoría y de reasignación de recursos. «Somos un club grande pero estamos en Segunda. No quiero que sirva de excusa pero se ha reducido más de la mitad el presupuesto que tenía el Promesas, y en estos casos solo hay dos caminos: O tienes una cantera potente o la inversión es potente», admite el máximo responsable de la parcela deportiva, que asume la «responsabilidad» de lo que está pasando en el filial.
A doce jornadas del final se considera reversible la situación de descenso, tanto como irreversible la del banquillo. «Vamos a apoyar en todo lo que se pueda a Julio (Baptista)», reconociendo que el brasileño acabará la temporada «casi con toda seguridad».
