Cartagena vs Real Valladolid: En busca de un golpe en la mesa

Cualquier mérito resulta insuficiente cuando se quiere ascender por la vía rápida, y en el caso del Real Valladolid todos los partidos son de exigencia máxima. No basta con dominar el juego y con someter rivales si no se acompaña de victorias, y los tres empates que ha cosechado el equipo de Pacheta en las cuatro últimas jornadas le obliga a asestar un golpe en la mesa cuanto antes. Está exigido por lo tanto el conjunto blanquivioleta, que esta misma noche se le presenta una nueva oportunidad de demostrar que no le tiemblan las piernas cuando juega lejos de Zorrilla.

El partido en Cartagonova abre una serie de incógnitas que debe despejar si quiere volver a ganar como visitante dos meses después de la última vez –desde el 19 de diciembre en San Sebastián ante la Real B–. En sus últimas salidas ha disfrutado del control y hasta de dominio durante muchas fases, pero su producción ofensiva se ha visto sensiblemente mermada. Pocos remates y ni un solo gol en Zaragoza (18º clasificado) y en Fuenlabrada (20º) representa un pobre bagaje para un bloque que aspira a dominar también la competición.

En ese escenario de sequía, una de las dudas radica en comprobar si Pacheta continuará apostando en ataque por la dupla Weissman-Cristo, o si devolverá la titularidad a Sergio León tras el tanto logrado en la última jornada ante el Girona.

A falta de contundencia, es el juego el que sirve en las últimas semanas como anestesia y clavo ardiendo al que agarrarse. El técnico insiste en que éste es el camino. «Lo que me llega del otro día es que la gente se fue orgullosa del partido que hicimos sin ganar, y esto es lo que nos tenemos que exigir todos los días», valora el preparador burgalés. «No suelo hacer el análisis en función del resultado. Me fío mucho más de las sensaciones y lo que tengo claro es que nos hemos convertido en un equipo que merece la victoria todos los días. El resultado es a veces caprichoso, y más en fútbol. Nos tenemos que centrar en ser mejores que el rival, y últimamente en casi todos somos mejores. Me preocuparía ganar siendo peor», sostiene Pacheta, convencido de que buena parte de su trabajo ya está hecho. «Mi trabajo para convencer a jugadores, afición y club es exponer lo que todos apreciamos, que el Real Valladolid sale todos los días a ganar. Y los intangibles te dicen que somos mejores que los rivales. Claro que los resultados de fuera son más pequeños que en casa, y por eso debemos seguir trabajando», admite el técnico blanquivioleta, que acostumbra a fijarse en detalles imperceptibles para el resto, caso de la presión que generó el público el último día en el penalti señalado. «No se me va a olvidar el sonido del penalti del otro día, que fue tremendo por lo que apretaba la gente».

Pero el tren de Girona ya pasó y ahora es el de Cartagena el que preocupa y ocupa. Un rival, también con dos caras, que se emplea más y mejor como local que como visitante. De hecho, los 25 puntos que suma en Cartagonova –de los 39 puntos totales– serían suficientes a día de hoy para colarse en el 'play-off' si solo se contabilizaran los partidos como local. «Tienen la afición con ellos, están tocando 'play-off' y eso da mucha energía. También el Valladolid motiva mucho al resto de equipos. Es un rival que va a salir bien de la presión, con buenos mecanismos, con varios jugadores muy rápidos y que tiene un jugador que las mete. Intento convencer al jugador de que el balón es mio y que tienen que quitárnoslo. Este es un un rival que se siente cómodo con balón y vamos a intentar que estén incómodos», analiza Pacheta, consciente en todo momento de la falta de acierto que persigue a los suyos en los últimos partidos.

«Hemos merecido haber metido cuatro en algún partido, sin duda, y cuando no ganamos es por falta de acierto. Así que hay que seguir trabajando. Eso sí, me preocuparía más no hacerlo. Me emociona ver el partido del otro día. La primera media hora vamos a tumba abierta a por los rivales y al menos esos treinta minutos de noventa somos mejores», comenta el entrenador serranomatiego, que no ve obsesionado a Weissman, sin gol desde el 2 de enero. «El otro día tiró más a portería que en los últimos cuatro partidos, pero ahora no entra. Es bueno que los atacantes toquen red y si se suman más, mucho mejor. Pero (Shon) volverá a meterlas. Está preocupado porque no mete, pero seguro que luego mete la que menos espera», reconoce, contento por el gol de Sergio León en el último encuentro –«seguro que le da confianza»–, y resignado con el error de El Yamiq –«él mismo pidió perdón a todos y sabe que no puede cometer ese tipo de errores–.

El central marroquí causa hoy baja por acumulación de tarjetas, y su ausencia es otra de las dudas que maneja el once inicial. «Tenemos alternativas como Kiko (Olivas), Josema y Joaquín, así que veremos porque no está totalmente decidido», apuntó ayer al respecto Pacheta, que sigue en sus trece de no mirar la clasificación ni lo que hagan los rivales más directos. «Lo único que tenemos que hacer es pensar en nosotros. No hay que mirar la clasificación, la miramos el 29 de mayo y vale. Como tú ganes, ya pueden hacer lo que quieran. Esto va para largo», señala.

En el duelo de goleadores, Rubén Castro parte con ventaja no solo numéricamente sino también porque el canario hizo doblete hace tan solo un par de semanas en el 3-0 frente al Fuenlabrada. El pichichi de la Liga Smartbank –compartido con Stuani– suma quince dianas a sus 40 años, acumula 64 goles desde que cumplió los 37 y le ha marcado ya a 68 equipos distintos a lo largo de su carrera. Casi nada.

En el Efesé, que suele jugar con un 4-2-3-1 que se transforma en 4-4-2, la duda está en comprobar si Datkovic ocupa el puesto de Alcalá en el centro de la zaga después de sus errores en el último partido en Ibiza. Los de Luis Carrión, que encadenan dos derrotas consecutivas, sufren en exceso cuando el rival propone una presión alta como demostró Las Palmas en el último partido jugado en Cartagonova (0-2). Y precisamente es lo que ha ensayado esta semana el equipo de Pacheta.

El de este viernes será un partido especial para el técnico burgalés, que dejó una huella muy profunda en la media temporada que estuvo en el banquillo del Efesé. Casi nueve años después, en Cartagena se le sigue recordando con cariño y no se ha olvidado lo injusto de su despido aquel 20 de mayo de 2013. «Por supuesto que me hace ilusión volver. Tengo buenos amigos allí y me hace ilusión verles. Tengo un recuerdo placentero de Cartagena, aunque no he superado lo que pasó el último día», apunta el técnico.

Con Pacheta, el Efesé sumó 41 puntos de 66 posibles. Ganó once partidos, empató ocho y solo perdió tres, cerrando la liga regular en segunda posición antes de ser destituido sin posibilidad de jugar el 'play-off'. Desde entonces no ha vuelto al estadio Cartagonova, donde hoy quiere volver a dejar huella.

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