Calor en el segundo día de trabajo del Real Valladolid

Como suele ser habitual, y tras el trabajo en el gimnasio, los primeros en enfilar la rampa de los Anexos fueron los tres porteros, Arnau Rafús, Álvaro Aceves y André Ferreira, los integrantes del cuerpo técnico, con Pezzolano muy educado y deseando a todos los buenos días. Minutos después fueron saliendo los jugadores, atentos a las peticiones de autógrafos y fotografías, a pesar de que el tiempo se echaba en tiempo. «Amath, eres mejor que Vinicius», gritaba un aficionado. No había problema. El club montó también un operativo para que nadie se quedara sin su preciado trofeo al término del entrenamiento.

28 jugadores en total, contando con los del filial, estuvieron a las órdenes de Pezzolano y cuerpo técnico en una sesión de trabajo que volvió a tener como escenarios dos espacios diferentes. Con Machis y Biuk ausentes, todavía con permiso del club después de sus compromisos internacionales, estuvieron con trabajo individualizado y adaptación de cargas en uno de los campos Marcos André, Amath, Anuar, Kenedy, Maroto y Cömert, además de los tres porteros y jugadores del filial.

En el otro campo, el grueso de la plantilla, ejercitándose ya con el balón como protagonista. La plantilla realizó diferentes ejercicios con el balón en espacios reducidos y terminó con tareas de finalización. Sudaron de lo lindo. Todavía había más. El entrenamiento terminó con esas carreras que uno desea terminar cuanto antes y que sirven para poner prueba la capacidad aeróbica de los jugadores antes de hacerse una foto con los niños del campus. Mañana sábado, tercera sesión de trabajo, también a las 9:30 horas de la mañana, esta vez a puerta cerrada, según consta en la agenda del club.