El Atlético o Pedro Sánchez, precedentes del polémico vuelo del Real Madrid

El desplazamiento del conjunto madrileño estará marcado por el polémico uso del avión para cubrir la distancia entre la capital del país y Valladolid, un trayecto de poco más de 200 kilómetros, y que plantea la alternativa del tren –con un AVE de menos de una hora– o «buenas conexiones por carretera», denuncian desde Ecologistas en Acción, que carga contra el club madridista por la contaminación que provocará un vueto de «unos veinte minutos». Un viaje que el club blanco ya operó en 2019 a través de Iberia y que se repetirá de la misma manera. «Es un vuelo extraordinario, pero en las mismas condiciones que otros privados, con la diferencia de que los clubes, como el Real Madrid, el Atlético o Barcelona trabajan con mucha antelación, y nosotros para los turnos de trabajo lo tenemos muy programado», coinciden varios operarios del aeródromo.

«Nosotros lo vemos como algo normal. Esta semana la gente se lleva las manos a la cabeza, pero aquí las pasadas navidades han volado desde Madrid solo para aparcar el avión en nuestro aeropuerto, porque en Barajas era mucho más caro», agregan desde Villanubla.

Los ecologistas estiman que el viaje supondrá la emisión de «16 toneladas de C02 entre la ida y la vuelta», esgrime la portavoz, Nuria Vázquez, quien critica que en apenas cinco días el Real Madrid haya contribuido a «empeorar la calidad de vida y el aire» de los ciudadanos con sus viajes en avión, primero a Salamanca, a propósito de su enfrentamiento de Copa del Rey ante el Unionistas; y hoy para medirse en la Liga al Real Valladolid.

Los dos aeropuertos de la comunidad han requerido de servicios especiales para dar cobertura a la llegada de la expedición madridista. En el caso de la instalación aérea de Villanubla, casi una veintena de personas deberán estar presentes para la recepción de Zidane y compañía (prevista a las 12:05 horas), y para abrir la terminal para su regreso al aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid, que se estima para la medianoche. Una patrulla de la Guardia Civil, bomberos de AENA, operarios de rampa y de servicio de aeropuerto, personal de seguridad del complejo y cuatro controladores aéreos de la base militar para operar el vuelo del conjunto blanco.

Sin embargo, aunque las críticas han arreciado esta semana, lo cierto es que el Real Madrid repite puente aéreo, al igual que lo hizo el Atlético en 2019, o el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien la pasada primavera voló a la base militar para visitar el barrio de Pajarillos. «En octubre teníamos previsto que viniese también el Atlético en avión, y la misma semana lo cancelaron», agregan desde la terminal vallisoletana desde la que recuerdan que aunque no es usual, se contratan otros vuelos desde Madrid, e incluso en los años noventa la Junta de Castilla y León llegó a promover una ruta comercial entre ambas ciudades, sin éxito.