La afición del Pucela, como en Primera
El Real Valladolid alcanza las 10.000 renovaciones en la primera semana de campaña de abonados tras su descenso a Segunda
Zaira Varas
Valladolid
Jueves, 17 de julio 2025, 17:17
Ni el descenso, ni el cambio de propiedad, ni la venta de Raúl Moro han hecho tambalear la fe de la afición blanquivioleta. El Real Valladolid ha alcanzado las 10.000 renovaciones en apenas una semana desde que lanzó su campaña de abonados para la temporada 2025-2026.
Hace justo un año, en pleno frenesí por el regreso a Primera División, el club alcanzaba esa misma cifra en el mismo plazo. Entonces, el lema era «Hechos para estar juntos» y el viento soplaba a favor. Hoy, con el fatídico descenso a Segunda División y la forma de consumarse, la respuesta ha sido la misma, con un mensaje de momento premonitorio: «De este barco no se baja nadie», y la frase ha calado.
Una vez más, la grada marca el paso. El arranque de la campaña ya dejó señales de la respuesta. En menos de 48 horas, más de 5.000 aficionados habían renovado su abono. Un ritmo que igualó al del verano anterior.
Además de la fidelidad, existe también una posible respuesta económica al respaldo al Pucela, y después de que el club busca haya premiado la fidelidad.
Los precios de los abonos se dividen en tres tramos según la antigüedad. Los abonados con dos años o más de fidelidad disfrutarán de una rebaja del 23% respecto a los precios de la última temporada en Primera; quienes se abonaron el pasado año, y las nuevas altas, tendrán un descuento del 15%. Eso sí, frente a la última campaña en Segunda, los precios aumentan un 7%.
La opinión de las peñas
El ajuste económico deja sensaciones encontradas en la afición. «Ni bien, ni mal», reconoce Mario Puertas, presidente de la Federación de Peñas del Real Valladolid, quien explica que «siempre se puede tener un precio más económico». De hecho, aunque el club ha planteado descuentos en función de la antigüedad, muchos aficionados no lo han percibido como una rebaja real.
Aun así, destaca como positiva la diferencia entre nuevas altas y renovaciones, y recuerda que buena parte de quienes renuevan ya venían apoyando al equipo incluso en Segunda. «Personalmente, no me parecen precios excesivos si los comparas con otros clubes de Segunda o Primera división», apunta. Su visión es clara: «Soy partidario de quien apoya incondicionalmente al club».
Sobre el clima en la grada tras el descenso y la venta de Raúl Moro, el mensaje es optimista: «Estamos en cifras que pocas veces se ven. Otros años la afición castiga y tarda en renovar; este año, no», explica, destacando que la respuesta ha sido más emocional que racional. «La gente tira de amor al club y orgullo», resume. La marcha de Moro, dice, «duele mucho», pero se entiende su deseo de crecer. «No hay nadie indispensable, salvo la afición», zanja.
En cuanto a la relación con la nueva propiedad, hay predisposición y canales abiertos: «Desde que terminó la temporada ha habido contacto, y estamos pendientes de reunirnos con Gabriel -por Solares, el nuevo copresidente de la entidad junto a Enrique Uruñuela-, confirma. Esta semana, ha habido una reunión con Eduardo García para hablar sobre la animación, escuchar objetivos y trabajar conjuntamente. El objetivo: potenciar el ambiente en el campo.