Los vecinos del Camino Viejo de Husillos denuncian una explosión e incumplimientos de horario
Los residentes en la zona exigen medidas de seguridad y piden al Ayuntamiento mayor celo en la defensa contra la empresa de las obras del Ave
La pequeña victoria que supone la retirada de las grandes pantallas acústicas que ocupaban la acera y restringían el acceso peatonal a las viviendas del ... Camino Viejo de Husillos apenas les ha supuesto unos momentos de alegría a los vecinos de la zona. Las obras del primer tramo del Ave a Cantabria continúan adelante y los inconvenientes que vienen sufriendo desde que comenzaron no hacen sino acentuarse.
A pesar de los intentos del Ayuntamiento de forzar a la empresa Lantania, adjudicataria de los trabajos, a que cumpla con las normativas municipales de accesibilidad y ruidos, bajo la amenaza de sanciones, poco se ha conseguido, según han denunciado este viernes los propios vecinos, que han vuelto a concentrase a modo de protesta. Se ha logrado que retiren las pantallas acústicas con base de hormigón y paneles metálicos que dificultaban el acceso a las viviendas, pero se han seguido produciendo graves molestias e incluso, según denuncian los vecinos, importantes problemas de seguridad. «Ayer por la tarde se produjo una explosión cuando estaban excavando. Saltaron piedras por todas partes y cayeron en los patios de las viviendas. Había niños jugando, personas descansando y pudieron sufrir daños, porque las piedras cayeron a su lado», explicaba el portavoz de los vecinos, Javier Gredilla.
Pero no es este el único incidente que los residentes en la zona han denunciado ante la Policía Local, puesto que también han puesto en conocimiento de las autoridades que los trabajos han comenzado pasadas las 7:30 horas, cuando la normativa municipal de ruidos impide que las obras comiencen antes de las 8:00 horas. «No vemos que el Ayuntamiento esté actuando con diligencia, a pesar de lo que nos prometieron el otro día. Dijeron que la Policía estaría constantemente por aquí vigilando, y tenemos que avisarles nosotros. Pues para eso, preferimos desvincularnos totalmente del Ayuntamiento y hacer las cosas por nuestra cuenta», explicaba Gredilla, quien insiste en que se encuentran totalmente desamparados.
«En estos días hemos estado reuniéndonos y conversando con el jefe de obras y con los arquitectos, que afortunadamente son bastante accesibles, aunque lo que nos dicen no nos da ninguna tranquilidad. Nos han informado de que la próxima semana va a llegar una máquina inmensa para perforar las zapatas de anclaje de las estructura y es posible que nos corte totalmente la calle, con lo que ya nos dirás cómo vamos a llegar a nuestras casas», indicaba Javier Gredilla, que explicaba también que desde la empresa les ha comunicado que sí se producirá el cierre total de la calle, a pesar de las promesas del Ayuntamiento de que no se produciría esta circunstancia. «La alcaldesa y el concejal nos dijeron una cosa, pero los documentos que nos enseñan desde la empresa dicen otra y nos aseguran que tienen autorización firmada para cortar totalmente el tráfico de la calle durante el tiempo que lo necesiten. Si lo hacen, pues tendremos que dejar los coches donde podamos e intentar llegar andando hasta nuestras casas, si es que se puede», insiste el vecino, que recalca además que ya han comenzado a marcarse con sierras radiales las zonas de corte del asfalto, «y por el espacio que están dejando no va a caber ningún coche».
Ante toda esta situación, Gredilla insiste en que lo único que piden los vecinos a todas las partes es que se establezcan medidas de seguridad, para que no se repitan sucesos como la caída de cascotes procedentes de una explosión y que se mantengan en todo momento los servicios básicos, como la entrada de ambulancias, bomberos, Correos y reparto de paquetería, entre otros aspectos. «No puede ser que haya una tela de protección para que las vías no sufran ningún daño y las casas estén totalmente desprotegidas. No tiene sentido que tengan más derechos los trenes que las personas», señala Gredilla.
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