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Trabajos de la presa de cola en el futuro pantano de Castrovido. Aythami Pérez Miguel
Las últimas lluvias alargan aún más el llenado en pruebas de Castrovido

Las últimas lluvias alargan aún más el llenado en pruebas de Castrovido

El agua caída ha impedido seguir trabajando en el cierre del aliviadero del desvío provisional del río Arlanza

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Jueves, 2 de enero 2020, 08:10

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Es la última gran presa que se está construyendo en Castilla y León y cuya obra se asemeja, cada vez más, a la histórica de El Escorial. Los retrasos han sido la tónica habitual en la obra de la presa de Castrovido (Burgos), que en realidad se ubica en el término de Terrazas. Lo último ha sido la lluvia, que se ha resistido a dar tregua a la provincia de Burgos durante los meses de noviembre y diciembre, lo que ha provocado un nuevo retraso (y van...). En este caso, afecta al llenado en pruebas previsto para este otoño que no se ha podido realizar, y que ha obligado a realizar un aplazamiento hasta bien entrado 2020. Esta lluvia ha impedido acometer los trabajos previos necesarios para el cierre del desvío provisional de la presa principal y la presa de cola.

Según apuntan desde la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), la obra civil está «prácticamente finalizada» pero este otoño de 2019 ha sido poco fructífero debido, principalmente, al agua caída y a las altas temperaturas. Esto es, la presa de Castrovido concluye el año 2019 prácticamente como acabó el verano de ese mismo año.

El caudal del Arlanza ha crecido a finales de este año debido a las lluvias y a unas temperaturas suaves tras las primeras nevadas. Este caudal, superior a lo habitual y a lo esperado, ha impedido el desarrollo de los trabajos del cierre del aliviadero. Actualmente, las obras se centran en levantar los muros de hormigón de la bóveda de cierre en la presa de cola (ubicada en Palacios de la Sierra), donde además se ha comenzado con la acometida eléctrica.

Por otra parte, en la presa principal se está actuando en las instalaciones imprescindibles para el correcto funcionamiento de la infraestructura, necesarias para ponerla en servicio. Según la CHD, los trabajos se concentran en las instalaciones como la centralización de la auscultación y toma de datos, comunicaciones, vigilancia y equipos del plan de emergencias.

En marzo concluyeron las obras de hormigonado del cuerpo de la presa quedando así completos los remates de coronación que estaban aún pendientes. En ese mes de marzo la puesta de servicio de la presa, según la CHD, estaba prevista para 2020. Ahora es el llenado en pruebas lo que se prevé que pueda producirse en el año que en breve comenzamos. En marzo se quería avanzar en los trabajos previos al llenado en pruebas, es decir, al cierre del aliviadero mencionado. Este aliviadero es el lugar por el que se desvió el río Arlanza para acometer el proyecto.

Mientras este no esté taponado no se podrá iniciar el periodo de pruebas, que debe contar con varias fases para ir testando la resistencia del hormigón. En este proceso el caudal del río jugará también un papel destacado.

En Terrazas, localidad más cercana a la presa, ya se han montado las cuatro torres con sirenas de aviso a la población de Terrazas, Castrovido, Salas de los Infantes y La Revilla. Quedan pendientes y se trabaja en las instalaciones eléctricas, equipos de desagües, reforestaciones y obras de acondicionamiento final de los accesos, así como el adecentamiento general de la zona tras completar todo el proyecto constructivo.

Durante el pasado mes de abril la CHD manejaba unos cálculos que situaban la inversión total en 230,83 millones de euros. En junio alcanzaba los 240 millones de euros, lo que implica un sobrecoste de 165 millones de euros sobre los 75 millones iniciales presupuestados, como se informó desde la subdelegación del Gobierno en Burgos. Para el 2020 quedan pendientes de inversión unos 400.000 euros.

El pasado año 2019 también se ha trabajado en las casetas de maniobra de las compuertas desde el exterior, en algunos accesos a galerías y en los remates menores como aceras o barandillas.

A pesar de ello, el llenado en pruebas del embalse no comenzará hasta que no hayan completado todos los trabajos en la presa principal, se haya implantado el plan de emergencia y se haya cerrado ese desvío provisional del río Arlanza. Como ya se ha indicado esto se realizará de forma escalonada con un programa de llenado y vaciado parciales para verificar el correcto comportamiento de la presa, el embalse y las instalaciones.

En definitiva, todo son retrasos. Y son tan continuos que las obras incomodan a las zonas por las que discurre el río Arlanza. Los vecinos esperaban ver el llenado de la presa este año y en funcionamiento en 2020. Dositeo Martín, portavoz de la comisión de seguimiento, recordaba a primeros de diciembre a este periódico la necesidad de agua que tiene la zona para los proyectos de regadío y también para regular el caudal del Arlanza. Además, estos últimos días se registró un incremento del caudal a consecuencia de las lluvias y el deshielo, y el Arlanza entró en aviso naranja emitido por la CHD en varios puntos de la provincia burgalesa.

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