El turismo de órgano se promociona en Palencia
Las iglesias de la provincia conservan sus bellos órganos como un tesoro que la Diputación invita a conocer
el norte
Palencia
Lunes, 27 de noviembre 2017, 11:35
La música es para los sentidos un placentero efecto que guardan como un tesoro algunas iglesias de la provincia y sus órganos barrocos. Desde Palencia Turismo, y nunca mejor que en estas fechas de honrar a Santa Cecilia, patrona de la música, se invita a los visitantes a realizar rutas a través de estos bellos instrumentos musicales.
La ruta de los órganos del Camino de Santiago arranca en el municipio de Támara. La bella iglesia de San Hipólito el Real guarda, haciendo auténtico equilibrismo, uno de los más impresionantes órganos de la ruta. Totalmente recomendable.
No muy lejos, y en un lugar insuperable, la iglesia de San Juan Bautista de Santoyo, se halla otro auténtico capricho para los sentidos. Exquisitamente tallada y policromada, la caja barroca de este órgano hará alcanzar el cielo,como los tres ángeles músicos que se encuentran colocados en la tribuna de estilo mudéjar que corona a este órgano.
Pero si el Camino de Santiago tiene dos puntos clave en su transcurso por la provincia, la ruta musical no podía ser menos, con parada obligada en las localidades de Carrión de los Condes y Frómista.
Un gran desconocido que se quiere descubrir
Aunque el órgano es para muchos el gran desconocido de la música, pocos instrumentos han estado más cerca del hombre a lo largo de la historia para ser oídos y admirados. En el caso de Palencia, este idilio continúa. Durante los meses estivales, instituciones como la Diputación de Palencia hacen que deleiten bajo el paraguas del ya popular Festival de Órgano. La institución provincial invita a descubrir no solo su música sino también las claves de su arte y, por supuesto, a pasear por sus bellos templos y ciudades.
Rodeada de la antigua muralla que protegía la localidad y custodiada por un peregrino de metal, la iglesia de Santa María del Camino cuenta, además de con la maravillosa portada románica, con un coqueto y sencillo órgano. Esta joya musical flanquea la única ventana del templo, lo que obligó al maestro organero a estructurar su caja de resonancia. Pero no es el único. Carrión de los Condes alberga una auténtica colección de estos instrumentos que relatan la intensa historia de la localidad. Es el caso del Monasterio de Santa Clara, San Zoilo o el majestuoso órgano de la iglesia de San Andrés.
Por su parte, la maciza iglesia de San Pedro de Frómista alberga bajo su coro un colorido y magnífico órgano totalmente representativo de la escuela castellana.
Grijota es, por mérito propio, la primera parada de esta ruta. La coraza de piedra y ladrillo de la monumental iglesia de Santa Cruz resguardan una maravilla musical en granate y aguamarina, repleta de motivos florales y pájaros que Pedro Merino de la Rosa construyó en 1731.
Se pone después rumbo hacia tierras de ilustres del arte y la literatura, Paredes de Nava. Su iglesia principal, la de Santa Eulalia, además de evocar mudéjar por los cuatro costados, recoge el mejor arte sacro de la provincia y las notas de este milenario y desconocido instrumento. Fue el ilustre Tadeo Ortega quien, en el año 1793, construyó este órgano, el más majestuoso de su producción. Instalado en el coro de este imponente templo, llama la atención con solo ver relucir su trompetería, así como el verde y dorado de sus tonalidades.
Continuando el camino por estas tierras, en el horizonte se adivina una impresionante torre de estilo gótico tardío, la Estrella de Campos. El significado es claro, ya se está en la próxima parada, Fuentes de Nava.
La iglesia de San Pedro es la encargada de albergar este órgano de impresionantes dimensiones y originalidad por sus dos teclados. El ambiente pastoril que plasmó el gran pintor francés Roger Chapelet, seguro que consigue trasladar a otro tiempo. Aunque silenciado varios años, otro miembro Chapelet se encargó de revivirlo de nuevo en 1977. Actualmente y tras nuevos retoques, se puede disfrutar de su sonido con todo esplendor.
La ruta musical va llegando a su fin y no se puede dejar pasar la oportunidad de visitar la iglesia de Nuestra Señora de Tovar en Meneses de Campos, una auténtica joya. Su órgano, saqueado en épocas pasadas, luce ahora azules, rojos, dorados, ornamentos celestiales y metal, que componen este grandioso instrumento en el que aún se conservan los antiguos fuelles para ser tocado a la manera tradicional.
La última parada, Ampudia, lo tiene todo. Y también un bello órgano. La bella colegiata de San Miguel protege esta obra del ilustre Tadeo Ortega, el único de toda su obra que tiene un juego de pedal independiente. Decorado con pinturas de falso mármol en crema, marrón y el color del barroco por excelencia, el dorado, impide apartar la vista de él un solo segundo y no solo cuando es tocado.