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Un trasplante de riñón posible gracias a la Guardia Civil de TráficoLas distintas patrullas en servicio de la Guardia Civil de Tráfico de Palencia recorrieron durante todo el pasado año más de un millón de kilómetros por las carreteras de la provincia. Concretamente, 1.219.433 kilómetros, y no solo para vigilar la correcta circulación de ... los vehículos por las vías palentinas y denunciar negligencias al volante, distracciones, excesos de velocidad o consumo de alcohol y drogas. También para ofrecer información, ayuda y protección a quienes sufren en carretera problemas de salud repentinos, averías en los vehículos o cualquier otro tipo de incidencia.
Además de su asistencia a los accidentes de circulación, los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico de Palencia prestaron el año pasado un total de 13.636 auxilios a conductores, ocupantes de vehículos y peatones. Y uno de esos auxilios fue especialmente significativo, por la importancia que tuvo para la vida de la persona receptora de la ayuda de los agentes del instituto armado.
Durante la noche del 3 al 4 de enero de 2024, efectivos de la Guardia Civil de Tráfico de Palencia detuvieron a un vehículo en un control rutinario en la A-67, a la altura de Frómista. En su interior había dos mujeres, de Burgos y de Valladolid, muy nerviosas. Y es que una de ellas debía presentarse con urgencia en el Hospital de Valdecilla, en Santander, para recibir un trasplante de riñón que estaba esperando desde hacía siete años. Su vehículo apenas tenía combustible y, al ser de madrugada, las gasolineras más cercanas estaban cerradas.
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Los guardias civiles de Tráfico introdujeron a ambas mujeres en un coche patrulla y las llevaron de inmediato hasta el mismo Hospital de Valdecilla en Santander, logrando que la mujer enferma llegara a tiempo para practicarle con éxito el trasplante de riñón que necesitaba.
«Creo incluso que los guardias tuvieron que poner al regreso dinero de su bolsillo para pagar la gasolina, porque no había abierta ninguna gasolinera para repostar de las que tienen concierto con la DGT y tuvieron que hacerlo en otra», señala el capitán jefe de Tráfico de Palencia, Eduardo Yugueros, que incide en que los agentes arriesgaron al circular a gran velocidad para que la mujer pudiera llegar a tiempo al trasplante. «Las dos mujeres salieron zumbando de Valladolid y no miraron el combustible. Fueron poco previsoras a la hora de llenar el depósito», agrega.
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