Signos para abrir puertas y eliminar barreras
Una veintena de alumnos han seguido el curso organizado por la Asociación de Personas Sordas en colaboración con la Diputación
Durante cuatro meses, la lengua de signos ha unido a cerca de una veintena de mujeres en Palencia bajo un mismo propósito, formarse, entender y ... contribuir a una sociedad más inclusiva. El curso de Comunicación en Lengua de Signos Española nivel A2, impulsado por la Diputación de Palencia con la colaboración del Centro Cultural de Personas Sordas, ha llegado recientemente a su fin con un acto de clausura celebrado en la capital palentina. Una iniciativa que, más allá de los conocimientos adquiridos, ha servido para tender puentes, eliminar barreras y visibilizar la realidad de un colectivo que reclama su derecho a ser escuchado.
«La lengua de signos no es una opción, es un derecho de las personas sordas», reivindicó durante la clausura Helena Aparicio Cordón, profesora del curso y presidenta del Centro Cultural de Personas Sordas de Palencia. «Gracias a ella, nosotros podemos comunicarnos y acceder a la información. Eso nos posibilita eliminar barreras comunicativas. El hecho de que personas se apunten y muestren interés en aprender este idioma nos permite ser un poco más inclusivos como sociedad».
A lo largo de las 90 horas lectivas impartidas entre los meses de febrero y junio, el grupo ha estado formado por mujeres de distintas edades y perfiles profesionales, desde trabajadoras del ámbito educativo hasta empleadas del sector turístico o personas con motivaciones familiares, todas ellas con un objetivo común: aprender y compartir. «Los motivos son diversos. Mucha gente participa para completar su formación en sus ámbitos laborales y otras sienten la necesidad de poder echar una mano a las personas sordas cuando surge una situación cotidiana», señaló Helena Aparicio. «El perfil de alumnos es muy variado. Tenemos un poco de todo, de todas las edades y de todos los ámbitos».
El alumnado ha estado formado por mujeres de distintas edades y perfiles profesionales muy diversos
Una de ellas es Rosana Conde, quien se apuntó tras comprobar en su día a día la necesidad de comunicarse con personas sordas. «Siempre me había llamado la atención el Lenguaje de Signos, trabajando de cara al público he visto esa necesidad. Tengo una hija que quería aprenderlo y, como todavía no se imparte para niños, me apunté con el propósito también de enseñarle poco a poco a ella», explicó. También Marta Ferreras, educadora infantil, encontró en el curso una oportunidad de crecimiento personal y profesional. «Decidí apuntarme por inquietud personal, es algo que tenía muchas ganas de aprender y que creo que en mi trabajo puedo utilizar. Tengo intención de enseñarles todo lo que he aprendido a los niños con los que trabajo porque existe una enorme necesidad de que se conozca la lengua de signos».
Durante el acto de clausura, la diputada de Acción Cultural, Patricia Pérez, valoró muy positivamente la acogida del curso y no descartó futuras ediciones con un nivel más avanzado ante las demandas del alumnado. «No es la primera vez que nos comentaban que sería interesante organizar un curso con el siguiente nivel de la Lengua de Signos. Vamos a tener conversaciones y si existe demanda lo vamos a estudiar. Tenemos que preverlo, organizarlo y plantearlo para que sea viable. El compromiso por parte de Diputación es y será, porque creemos que esta labor es imprescindible».
El curso, impartido en la sede del Centro Cultural de Personas Sordas, se encuadra dentro de una colaboración estable entre la entidad y la institución provincial. «Llevamos años trabajando juntos. La asociación siempre ha tenido las puertas abiertas y gracias a esta colaboración se ha podido llevar a cabo», explicó Helena Aparicio, quien además reivindicó la necesidad de continuar visibilizando la figura de los intérpretes. «Poco a poco vamos sensibilizando y visibilizando más esa figura en todos los actos, sobre todo cuando son públicos. Es una forma de comunicarnos, y hay muchas cosas de la ciudad como actividades o pregones que las personas sordas no pueden disfrutar. Aquí en Palencia, tanto desde el Ayuntamiento como desde la Diputación, vamos avanzando poco a poco».
Dos intérpretes en Palencia
No obstante, la presidenta del Centro Cultural de Personas Sordas de Palencia recordó que el reto sigue siendo grande. «Todas las personas sordas necesitan la figura del intérprete. En la asociación funcionamos con esa figura, pero a veces es complicado porque la intérprete tiene muchos servicios y muchos usuarios. En Palencia disponemos de dos intérpretes para toda la provincia, y somos una de las provincias con más usuarios a nivel autonómico», concluyó.
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