«No saber qué le pasó a mi madre es horrible»
La investigación sobre María López, la mujer de 95 años que desapareció hace justo hoy nueve años, cuando paseaba por la acera de la residencia de Villada en la que vivía, sigue estancada
Hace hoy justo nueve años que desapareció sin dejar pista, y su paradero sigue siendo todo un misterio. El 22 de octubre del año 2011 ... se perdía el rastro en Villada de María López Mosquera, la mujer de 95 años que aquella tarde salió a dar un paseo por la acera de la residencia de mayores Casado del Alisal de la localidad, donde vivía, y que ya no regresó. La pregunta sigue flotando el aire. ¿Qué le pasó aquel día a María? Nadie lo sabe. Ni la Guardia Civil, que en estos nueve años ha movilizado sin resultado patrullas, helicópteros, buzos y perros, ni los familiares de esta nonagenaria, que continúan sin descansar tranquilos, o al menos resignados.
«Es una sensación horrible no saber qué le pasó, qué pudieron hacerle. ¡Eso quién me lo cuenta a mí! Mi madre tenía que estar enterrada como Dios manda. Si alguien tuvo que ver algo con su desaparición, que sepa que no olvidamos, qué seguimos con su búsqueda», señala Ana Fernández López, hija de la desaparecida.
«Mi madre está aquí conmigo, en mi casa de Pozuelos del Rey (muy cerca de Villada), que tanto le gustaba. Hasta que no aparezca, no me voy ir a vivir a Valladolid», asegura Ana Fernández López, que se mantiene firme en su idea de que hay personas relacionadas con la desaparición de su madre. «Se despistó la pobre y fue a dar con quien no debía, o a alguien se le fue la mano», recalca la hija de la nonagenaria, muy agradecida con la labor de la Guardia Civil a pesar de que la investigación esté en vía muerta.
«Siguen en contacto conmigo, me llaman y me dicen que pase por la Comandancia cuando quiera para explicarme todo lo que desee. Creo que llegaron a cambiar incluso el equipo de investigadores en la Policía Judicial, para ver si veían algo distinto», agrega Ana Fernández López.
El instituto armado mantiene como hipótesis más probable que María López esté en la zona en la que desapareció, en ese radio que su movilidad reducida le permitiese andar, con su bastón como apoyo. Oculta a la vista, a pesar de que se haya rastreado palmo a palmo ese terreno, convertida en restos humanos. Pero ninguna hipótesis se descarta, y el trabajo de la Guardia Civil no se ha detenido, puesto que no cerrará nunca la investigación hasta que no se haya esclarecido el caso.
«Si aparecieran restos humanos dentro de 40 años y el ADN se correspondiera con el de la persona desaparecida, se reactivaría, pero ahora mismo no hay por donde tirar, a no ser que aparezca algo», se señalaba en su día desde la Comandancia de la Guardia Civil.
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