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«Este es el final feliz de un cuento», relataba la artista Rosana Largo este lunes al reencontrarse con sus maletas en el aeropuerto de Madrid, después de varios días sin conocer el paradero de sus cinco vestidos, inspirados en Botticceli y que iba a presentar en un desfile en el palacio Pucci de Florencia. «Ha sido una odisea increíble, pero he tenido mucha comprensión de mis representantes en Italia y por parte de la organización de moda», continuó la pintora hiperrealista. «Quiero agradecer a F&F Dubái, a su directora Ana Olmeda, a la organización de la agencia de modelos con sede en Florencia, a su directora Elvy y a las modelos, sintiendo que uno de los vestidos de una de las modelos no pueda ser expuesto en Roma debido a este imprevisto», agregó la creadora del Museo de los Cuentos y la Ciencia de Paredes (Palencia).
Las maletas no volaron a Florencia como estaba estipulado, sino que llegaron a Valencia, de ahí la preocupación de Rosana Largo sobre el paradero de sus obras de arte, además de no haber podido protagonizar el desfile. «Son unos vestidos muy particulares, inspirados en Botticelli, que llevan armaduras, como si fueran de guerreros pero policromadas al óleo, con pedrería, muy fina y única», describía.
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Este desfile, que no ha podido presentar en Florencia, llegará hasta la localidad sevillana de Carmona, concretamente hasta la iglesia de Santa Ana, donde la artista internacional expone 'Qué pinta la ciencia en los cuadros' y donde mostrará el desfile de sus cinco vestidos.
«He recibido muchos mensajes privados. Mi agradecimiento a toda la gente», afirmó, con emoción. «Ya vuelven a casa los vestidos, así que estoy feliz», concluyó.
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