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A prisión 4 de los 25 'carranchos' detenidos en Valladolid y Palencia durante la redada por prostitución y drogas
Una denuncia por la venta de estupefacientes y trata de blancas en el club del clan en Dueñas originó la operación
Quince de los veinticinco detenidos durante la macrorredada contra el clan de los Carrancho desplegada entre el martes y el miércoles en catorce pisos y tres clubes de Valladolid, ... en su mayoría, Palencia y León han desfilado por la mañana ante la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Palencia, encargada de las pesquisas, que surgieron a raíz de la denuncia de un testigo protegido, que alertó de que en el club la Casona de Dueñas (Palencia), uno de los tres negocios del grupo clausurados, estaban traficando con estupefacientes y podían estar cometiendo trata de blancas con las mujeres que allí trabajaban, además de alertar de la presencia de menores. La jueza acordó finalmente el ingreso en prisión de tres de los miembros del clan detenidos en Valladolid, donde fue capturado el propietario de los tres clubes intervenidos –el Hostal Latino de la capital, el Esmeralda de Cubillas de Santa Marta y la Casona de Dueñas–, R. G., 'Rolan', quienes serán investigados por delitos contra la salud pública, prostitución y blanqueo de capitales. El cuarto sospechoso que fue enviado a la cárcel, vinculado al club palentino, solo será investigado por blanqueo.
Los otros once detenidos que pasaron a disposición judicial quedaron en libertad provisional, con la obligación de comparecer en los juzgados cada quince días, en calidad de investigados inicialmente por los delitos contra la salud pública y de prostitución con distintos grados de implicación en función de las pesquisas que continúan en marcha y que se mantienen bajo secreto de sumario. El resto de los sospechosos (once) fueron puestos en libertad después de pasar por las dependencias policiales.
Los testimonios aportados por el testigo inicial y por, al menos, una de las posibles víctimas apuntarían a que la trama, liderada por un cabecilla y su socio, no solo suministrarían droga a las mujeres, que luego ofrecerían a los clientes, sino que entre ellas había menores. La red, al parecer, se dedicaba a traer bajo engaños a mujeres procedentes de Sudamérica, que luego eran obligadas a ejercer la prostitución en los clubes del grupo y que tenían que asumir una importante deuda con ellos por el viaje. Los testigos apuntaron, incluso, a que el grupo organizaba matrimonios concertados para lograr la nacionalidad.
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