Una misma preparación previa a la Universidad para 165 países

El Instituto Jorge Manrique comenzó hace siete años a trabajar en una iniciativa que ya está consolidada en el programa de enseñanza público de Palencia, el Bachillerato Internacional (B.I.). Una opción de enseñanza única en la ciudad que aúna su currículo con el de los otros 165 países que forman parte del proyecto. Las clases se imparten en español, pero se siguen las mismas materias que en esos países y se pasan los mismos exámenes. El objetivo es fomentar la movilidad académica internacional de los alumnos.

Para que un centro pueda ofrecer esta alternativa debe recibir unas certificaciones que, según Miguel Ángel Arconada, coordinador de este Bachillerato en el Jorge Manrique, no son fáciles de conseguir. «Es un organismo de La Haya el que certifica a los centros, y estos tienen que cumplir una serie de requisitos exigentes, por eso fue un honor total ser aceptados».

El Bachillerato Internacional no es una creación tan novedosa, sino que existe desde los años sesenta. En España, el centro canon es el Cardenal López de Mendoza, de Burgos, del cual fueron tomando ejemplo el resto de institutos que se sumaron al proyecto. En Castilla y León son cuatro los centros públicos que ofrecen el bachillerato Internacional, y el Jorge Manrique recibe estudiantes de varias ciudades de la región, fundamentalmente de Valladolid, en donde aún no cuentan con el proyecto. En años anteriores, recibían a alumnos de Ávila, que ha ampliado su oferta académica y ahora ya posee esta opción.

En Madrid, son tres los centros públicos con Bachillerato Internacional y, según apunta el director del Jorge Manrique, Arturo Polanco, «aunque allí haya mucha oferta, la mayoría es privada y la demanda para los centros públicos es muy grande, por lo que otros años también hemos recibido alumnos de Madrid».

De los 135 países participantes del convenio, los estudiantes del Jorge Manrique suelen elegir Inglaterra, Irlanda, Suiza o Escocia como destinos en los que cursar sus estudios superiores. «La coordinación entre los países es muy buena y pienso en cómo aquí nos cuesta tanto ponernos de acuerdo entre las Comunidades Autónomas y en esos niveles parece incluso fácil», apunta Arconada.

Los alumnos del Bachillerato Internacional, por su parte, deben responder a unas exigencias académicas superiores a las del Bachillerato ordinario, ya que realizan los exámenes internacionales, que son anónimos y corregidos por un grupo de correctores ajeno al centro, además de las pruebas comunes, como la EBAU. Si estas exigencias son viables se debe también al reducido número de estudiantes por clase. Este curso, los alumnos de primero de Bachillerato Internacional serán 18, que se reúnen para las asignaturas comunes y no superan los 6 para las específicas. En segundo, son tan solo 12 alumnos. En cuanto al equipo docente, 18 de los 102 profesores del instituto imparten las clases de los dos cursos de Bachillerato Internacional.

«Los alumnos del B.I. son estudiantes muy motivados que vienen de familias en las que se le da a la educación mucho valor, a veces en la ESO se aburren y están dispuestos a dar ese esfuerzo extra», considera Arconada. Estos estudiantes pueden seguir tres itinerarios: el Científico- Técnico, el Biosanitario y el de Ciencias Sociales. En general, los dos primeros tienen un número similar de alumnos, mientras que el de Ciencias Sociales recibe menos. «Lo cierto es que las Humanidades siguen teniendo el estigma de que son más fáciles, menos útiles... Hay que luchar contra eso e impulsarlo más, son muchos estudiantes los que cursan el Bachillerato de Ciencias y después realizan carreras de Humanidades», explica Arconada.