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Abbé Nozal posa con su nueva novela, 'Denia Dofía'. Antonio Quintero
«Me oponía a retomar una novela del pasado pero ha podido conmigo»

«Me oponía a retomar una novela del pasado pero ha podido conmigo»

El novelista presenta hoy en la sede del Ateneo, 'Deina Dofía', que indaga, de nuevo, en la escultura desaparecida de Richard Serra

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Martes, 24 de septiembre 2019, 13:36

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El escritor palentino Abbé Nozal no se olvida de la obra –robada en el Reina Sofía– del escultor Richard Serra que protagonizó su libro «Olvidé decirte que apagaras el horno». Retomando esta historia, vuelve a la carga con «Deina Dofía», obra que presenta hoy en la sede del Ateneo (C/Santa Teresa de Jesús), junto con una exposición pictórica titulada «Mutantes» y una miniserie de cápsulas en vídeo, que también tienen que ver con su última novela.

–¿Quién pronuncia Reina Sofía para dar título a su última obra «Deina Dofía»?

–Sí, el título viene por ahí, pero el espectador tiene que descubrir personalmente por qué. La desaparición de la escultura de Serra centró una de mis primeras novelas y la piedra angular de toda la trama está en el personaje del vigilante.

–¿Es sencillo retomar una historia creada hace años?

–Es complicado retomar una novela del pasado porque al principio te opones a ello, pero de repente surge algo y le da carácter de total novedad y puede contigo. Ese personaje nuevo es Matrioska, que es la absoluta protagonista de «Deina Dofía». A su alrededor gira toda la historia y es una novela completa y cerrada, a pesar de que tenga el antecedente de otra obra.

–¿Por qué decide hacer una secuela de «Olvidé decirte que apagaras el horno»?

–No sé exactamente la razón por la que estas cosas suceden, pero simplemente suceden. Te viene constantemente a la cabeza algo que habías concluido y resulta que no. Surge una chispa o un resplandor, te pones a escribir y ya no puedes parar hasta que la novela concluye.

–¿Qué cree que puede gustar más al lector de su nueva novela?

–He descubierto que hay tantos lectores como novelistas, hay lectores para todos los gustos. Una lectora me ha dicho, después de leer la novela, que le encanta, y que ella solo lee a los clásicos. Otro me compara con Gómez de la Serna. Es complicado ponerte en el pellejo del que lee, yo lo hago siempre, leo mis propias novelas mientras las estoy escribiendo. Pero yo sé qué tipo de lector soy, otros son capaces de emocionarse con un párrafo que a mí me deja frío.

–En la presentación de «Deina Dofía» no se va a limitar a hablar de su novela...

–No, después de darle vueltas decidí hacer una presentación rara, hablando de la obra y mostrando a la vez cuadros de mi exposición «Mutantes» y cápsulas en vídeo de dos minutos porque también están relacionados con «Deina Dofía».

–¿Los cuadros que va a exponer en la presentación hablan de su libro?

–En mi obra, yo escribo y describo a un pintor que crea determinados cuadros y me sentí estimulado por mi propio personaje y me dije, «yo tengo que lograr pintar lo que pinta este». Y por eso lo presento a la vez que «Mutantes», aunque lo haré de una forma sencilla porque son cuadros muy grandes y no me caben todos.

–¿Y qué contienen las cápsulas de vídeo?

–En estos vídeos, que se podrán seguir en «youtube», se ve quién pinta los cuadros de la exposición de «Mutantes» y ese es el misterio de la novela.

–¿Y quién pinta los cuadros de «Mutantes»?

–Son dos niñas que tienen mucho talento y pintan todos los cuadros.

–Yo pensé que sería Mastrioska...

–No, Matrioska es la figura central y a su alrededor gira todo. Si Matrioska es el planeta, su luna es Ezequiel Viento, que ese sí es el personaje que da origen a la toda la serie de cuadros de «Mutantes».

–Usted ha anunciado que durante la presentación los lectores pueden introducir ideas personales en su libro. ¿Cómo es esto posible?

–«Deina Dofía» está esperando que yo dé al «enter» para estar terminada del todo, pero no la doy todavía porque soy muy obsesivo. Como el lector tiene todo mi respeto, no concibo una obra que no esté rematada y corregida varias veces, no quiero que el lector se encuentre con algo mejorable. Por eso me dije a mí mismo que a lo mejor se me cruza el comentario de algún invitado que mejore al personaje. Y así conseguirlo casi perfecto, porque la perfección no existe.

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