
Ver 39 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 39 fotos
Enmudeció a toda la Diócesis de Palencia en 1991 cuando rompió todos los códigos episcopales conocidos hasta ese momento y anunció su decisión de renunciar ... a su obispado para dedicar su vida a servir a los más pobres, a los más desfavorecidos entre los desfavorecidos, a las poblaciones indígenas, casi olvidadas de una remota región boliviana, Santa Cruz de la Sierra, a través de la Fundación Hombres Nuevos. Ysu muerte el pasado día 19 en el país andino, 24 horas después de cumplir los 90 años, enmudeció a toda Palencia, donde el obispo eterno, Nicolás Castellanos, era amado como uno de sus mejores hijos, a pesar de haber nacido en Mansilla del Páramo (León). Había sufrido un ictus y tuvo que ser operado de un coágulo en el cerebro, intervención que no pudo superar. Deja la impronta de su enorme calado social y la repercusión de sus iniciativas en las misiones de América, marchándose con el religioso agustino una de las figuras fundamentales de la lucha por los derechos humanos en España y en el mundo. Aunque su cuerpo ha sido enterrado en Bolivia por deseo propio, su alma ha estado seguro en la Catedral, donde este martes se ha oficiado el funeral por Nicolás Castellanos, obispo emérito de Palencia y premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1998, así como candidato al premio Nobel de la Paz en 2022.
Junto a Mikel Garciandía, obispo de Palencia, concelebraron la eucaristía Ricardo Blázquez Pérez, cardenal arzobispo emérito de Valladolid y sucesor de Nicolás Castellanos como obispo de Palencia; Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos; los palentinos Gerardo Melgar Viciosa y Antonio Gómez Cantero, obispos de Ciudad Real y de Almería, respectivamente; los también palentinos Manuel Sánchez Monge, obispo emérito de Santander, y Javier del Río Sendino, obispo emérito de Tarija (Bolivia); Julián García Centeno, obispo emérito de Iquitos (Perú); Luis García Gutiérrez, vicario general de León; Domingo Amigo González, prior provincial de los Agustinos; Juan José Domingo Falomir, abad de la Trapa, y miembros de la Curia diocesana, del Cabildo y sacerdotes de la Diócesis.
En su homilía, el obispo de Palencia, Mikel Garciandia, ha alentado a «continuar nuestro camino bendiciendo al Señor por el camino recorrido por don Nicolás, y tomando su testigo». «Lo hemos escuchado en el Salmo: 'Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás una casa; porque el Señor ama la justicia y no abandona a sus fieles'», añadió Mikel Garciandia, quien también extendió a la Catedral el saludo de su predecesor en el Obispado hasta hace algo más de un año, Manuel Herrero.
«Hemos venido a orar por don Nicolás y a honrar su legado. No quiere decir encogernos, o apartarnos de donde está el frente de lucha. Significa simplemente acercarnos al Señor, a quien nadie arrebatará el último sitio en la Iglesia», prosiguió señalando en su homilía el obispo de Palencia, que incidió en que la Iglesia no debe ser una pirámide de poder, donde el vértice está arriba. «Es justamente al revés. Es una pirámide invertida en la que los siervos hemos de estar abajo porque así podemos inclinarnos al suelo para lavar los pies de nuestros hermanos. Ese es el sentido de la misión, de toda misión, y marca la diferencia entre filantropía y genuina caridad, entre humanitarismo o verdadero humanismo», enfatizó Mikel Garciandia, quien aludió a palabras de su «admirado» Fabio Rosini, director del Servicio Vocacional de la Diócesis de Roma, para honrar el legado de Nicolás Castellanos.
Noticias relacionadas
«Fabio dice que los pragmáticos vacían de eternidad el amor, mientras que los espiritualistas lo vacían de realidad. No hay corazón y no hay cielo en quien desprecia las obras espirituales; no hay cuerpo ni tierra en quien descuida las corporales. El Señor une en sí cielo y tierra, humanidad y divinidad, cuerpo y espíritu. Y esta es nuestra apasionante aventura: ciertamente no la división en sectores, o el desmembramiento, sino la comunión de todas las dimensiones de nuestra existencia con la gracia de Dios. Luchar contra las situaciones que humillan la dignidad de las hijas y los hijos de Dios, en Bolivia, Perú o España. Cada uno hoy, hemos de pensar a qué nos urge Dios en lo más concreto», apostilló el obispo de Palencia.
Al inicio de la celebración, se hizo una doble semblanza de Nicolás Castellanos por parte de Donaciano Martínez, sacerdote diocesano, y Arancha Delgado Guzón, vicepresidenta de la Fundación Hombres Nuevos. Donaciano Martínez se centró en los trece años de ministerio de Nicolás Castellanos en Palencia hasta que, con 56 años, decidió irse a las misiones, y agradeció a los palentinos los tres símbolos de afecto hacia el obispo emérito de Palencia:el título de hijo adoptivo de la ciudad, la calle que lleva su nombre y el puente que une las riberas en la capital. Por su parte, Arancha Delgado destacó la labor del 'padresito' en Bolivia a través de la Fundación Hombres Nuevos para erradicar la pobreza extrema y luchar por la justicia social.
Las peticiones –por el Papa Francisco en estos momentos de grave enfermedad, por la Iglesia de Palencia, por el pueblo boliviano y el proyecto Hombres Nuevos, por las personas en la pobreza y marginadas– fueron leídas por dos amigas personales y cercanas colaboradoras de Nicolás Castellanos: Inmaculada Martín Rodrigo, en la actualidad miembro del equipo del Plan Pastoral Diocesano y delegada para el Sínodo en la Diócesis de Palencia, y Beatriz Martín Cosgaya.
Durante la celebración estuvo colocado a los pies del presbiterio un cuadro de Nicolás Castellanos obra de Antonio Guzmán 'Capel' que habitualmente está en una de las galerías del Obispado, y se colocó también un báculo, una mitra, una casulla y el libro de los Evangelios. En el tramo final de la eucaristía, en el momento de la Acción de Gracias, tomó la palabra Demetrio, hermano de Nicolás Castellanos, quien dijo recoger con gratitud las innumerables condolencias y muestras de afecto recibidas desde España y Bolivia. Quiso también «compartir el sueño y legado de mi hermano, y tercamente perseverantes seguiremos trabajando para reducir la pobreza», señaló el hermano de Nicolás y también presidente del patronato de la fundación, afianzando el compromiso de Hombres Nuevos. «Porque solo el verdadero amor es revolucionario», enfatizó para recordar a su hermano.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.