De 14 minutos en LEB Oro ante el Melilla en 2010, a MVP de la Copa en 2022
El barcelonista Nikola Mirotic, ex del Real Madrid y de la NBA, disputaba hace justo doce años minutos de rotación como cedido en el Palencia Baloncesto; hoy es el mejor jugador de Europa
Hace justo doce años (menos un día y los minutos que han pasado desde la medianoche, para ser exactos), el 19 de febrero de 2010, un cuasi púber espigado y con todo el futuro por delante pero 'verde' aún, un diamante todavía por pulir al que el Real Madrid había mandado a 'hacer la mili' a Palencia en la LEB Oro, anotaba dos puntos en el partido que el equipo dirigido por aquel entonces por Nacho Lezcano ganaba al líder de la competición en ese momento, el Melilla Baloncesto. Aquel día, un sideral Iñaki Narros acribilló al conjunto que entrenaba Gonzalo García y en el que brillaban Jason Robinson y Taylor Coppenrath. En los 14:45 minutos que estuvo en pista (fue el octavo jugador en la rotación), Nikola Mirotic capturó también seis rebotes y dio una asistencia, para sumar un 6 de valoración.
Fue su pequeña contribución al triunfo del equipo colegial, y el público del Pabellón Municipal de Deportes (por aquel entonces denominado Marta Domínguez) seguía pensando que había madera en el imberbe ala pívot hispano-montenegrino, aunque ni el más optimista imaginaba que talaría más árboles que bosque hay en la Amazonia. Muchos de los aficionados ese día presentes habrán seguido por la tele este domingo, 20 de febrero de 2022, la final de la Copa del Rey en Granada, y habrán visto cómo aquel jovencito de 18 años ahora de frondosa barba y talento descomunal se convertía en el MVP del partido, llevando a su equipo, el Barcelona, en volandas a levantar el título ante el Real Madrid, club en el que Nikola Mirotic ha pasado de héroe a villano, de idolatrado a odiado.
En el club merengue se catapultó el hispano-montenegrino (una Liga ACB, dos Copas del Rey y dos Supercopas de España) hasta que en el verano de 2014 emprendió la aventura de la NBA, cuando fichó por los Chicago Bulls. Nikola Mirotic había jugado cedido por el Real Madrid en el Palencia Baloncesto la temporada 2009-2010, y a su regreso a la entidad blanca brilló con el fulgor que los críticos auguraban. Era la joya de la cantera, y explotó en uno de los mejores ala pívots de Europa. En Estados Unidos jugó con su admirado Pau Gasol en la franquicia que popularizó planetariamente Michael Jordan, pero también con los New Orleans Pelicans y los Milwaukee Bucks (donde también coincidió en el genio de Sant Boi) antes de emprender el viaje de vuelta a la ACB en julio de 2019 para recalar en el eterno rival del equipo blanco, el Barcelona que entrenaba Svetislav Pesic.
Del amor al odio hay un paso, el que dio Nikola Mirotic al vestirse de azulgrana, colores que ha revitalizado hasta el punto de convertir al conjunto que ahora entrena Sarunas Jasikevicius en el principal favorito para lograr la Euroliga y la competición doméstica. Nikola Mirotic está decantando la balanza del lado culé ante los blancos. Ha ganado ya una Liga y dos Copas del Rey con el Barça, y muchas voces le consideran el mejor jugador ahora mismo del Viejo Continente. Alégrense, aficionados del Palencia Baloncesto, un año pudieron aplaudir en el parqué palentino al estratosférico ala pívot nacido en Podgorica pero nacionalizado español. Un tipo que ha ganado con España una medalla de oro en el Eurobasket 2015 y una de bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Aunque hace doce años (menos un día y los minutos de más que han pasado desde la medianoche entre el comienzo y el final de este artículo) anotase dos paupérrimos puntos ante el Melilla y nadie, nadie, imaginase lo que estaba por venir.
