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Julio López, durante la firma de ejemplares de su libro en la caseta de la librería Ateneo, estas pasadas fiestas. Marta Moras

«No guardo rencor a mis antiguos compañeros del PSOE, pero sí estoy decepcionado»

Julio López novela en 'Con mamá o con papá' su paso por la política

josé maría díaz

Palencia

Martes, 5 de septiembre 2017, 08:14

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En pleno proceso congresual del PSOE de Palencia y en mitad de la batalla por la secretaría general de Palencia (que se disputan Miriam Andrés y Agustín Martínez), el exvicesecretario provincial, exconcejal y exviceportavoz en las Cortes autonómicas Julio López acaba de publicar unas memorias políticas en las que reconstruye desde su óptica personal sus ocho años de paso por la vida pública y construye una novela controvertida y polémica por las valoraciones que hace de los que hasta hace dos años fueron sus compañeros.

-¿Qué ha querido reflejar en ‘Con mamá o con papá’?

-Se trata de recrear la batalla por el poder en el seno del PSOE que hubo entre dos pesos pesados como eran Óscar López y Julio Villarrubia y que me pilló a mí en medio. Y en todo este contexto, me vi envuelto en una serie de situaciones que en aquel momento veía como normales, pero que con el paso del tiempo me fui dando cuenta de que no eran normales. Y eso hizo que la ilusión de mis inicios en la política regional se tornase en una enorme decepción, que me llevó a abandonar el partido.

-Cuando Julio López se marcha del PSOE lo hace de forma sorprendente, inesperada para la mayor parte de sus compañeros y sin una explicación pública...

-Claro. La explicación se la doy en mi carta de dimisión a la secretaria general del partido, Miriam Andrés, cuando dimito como vicesecretario provincial, y también a la secretaria de Organización regional, cuando dimito como secretario de Economía autonómico. Ahí cuento las razones. En el partido se sabe por qué. Ahora bien, los ciudadanos no tienen por qué saber lo que Julio López ha venido experimentando en los últimos seis meses. Esos seis meses previos a la dimisión para mí fueron muy duros. No lo fueron tanto por el hecho de que hubiera habido unas primarias y yo apoyara al candidato que perdió y que los que ganaron, por decirlo de alguna forma, me pasaron por la piedra o no contaron conmigo o me hiciesen el vacío, como queramos decirlo. No fue duro por eso, porque en política esto forma parte de lo normal, o al menos lo que yo entendía normal dentro del partido. Lo que a mí me fundió los esquemas fue el abandono que sentí por parte de mi entorno más cercano, al que yo había estado apoyando. Y entonces, hubo un detonante, que narro en el libro, y que hizo pensar que si tenía un poco de dignidad, tenía que dejar mis cargos y tenía que dejar la política, y eso es lo que hice.

-Normalmente, en política, los trapos sucios se lavan en casa y no trascienden... ¿Por qué ha querido airearlos en un libro?

-Primero, porque ya no estoy dentro del PSOE. Y desde la distancia, creo que tengo la legitimidad suficiente, no para sacar trapos sucios del PSOE, porque el libro no creo que haga eso, sino para explicar por qué Julio López decide dejar un proyecto que al principio le ilusionaba y que después le decepcionó. Es verdad que para poder explicar por qué renuncio a prácticamente todo, porque no olvidemos que lo dejé siendo vicesecretario general, con serias opciones de continuar como procurador y también con alguna aspiración legítima a ser senador o diputado, hay que contar algunas cosas. Solo se puede explicar el porqué si yo cuento la decepción que yo siento cuando algunas personas me dan la espalda, cuando después de trabajar por ellas prescinden de mí, cuando empiezo a sufrir coacciones por otro lado... Entonces, al final, tengo la enorme fortuna de no tener que vivir de la política, tengo la fortuna de tener un puesto en la universidad que sabía que me estaba esperando ahí... Y eso decidí, volver a la universidad y todos tan contentos. Lo que pasa es que hace casi un año, cuando estaba todo encarrilado, se produjo algo que fue la gota que colmó el vaso...

-No me diga, la rebelión contra Pedro Sánchez....

-Claro, cómo se hizo, con la dimisión de la mitad de la ejecutiva de Pedro Sánchez. Algo que yo había sufrido en primera persona tres años antes a nivel autonómico. Aquello fue un fenómeno que a mí me desgarró por dentro. No podía entender cómo mis compañeros podían dinamitar una ejecutiva, cargándose al legítimo secretario general para intentar colocar a otra persona. En aquella primera ocasión, las dos personas que yo tenía a mi lado, que eran Miriam Andrés y Julio Villarrubia condenaron aquella decisión, pero cuando hace algo menos de un año, se produce la gran dimisión a nivel nacional y Julio Villarrubia y Miriam Andrés lo justifican, me pareció que no pintaba nada dentro del partido. Por eso dimití y por eso me animé a contar mi experiencia en este libro.

-Habrá quien piense que lo ha escrito con ánimo de venganza...

-Venganza, no. Para nada. La venganza tendría algún sentido si yo quisiese hacer daño. Y creo que lo podría haber tenido mucho más fácil, ahora mismo con las redes sociales se puede poner a alguien a caldo de forma muy fácil. Yo lo veo a menudo en el propio PSOE cuando desde un lado y desde otro se critican, se insultan... Yo podría haber hecho lo mismo, coger ‘Twitter’ o ‘Facebook’ y criticar... Pero yo no lo considero una venganza, es una necesidad de contar cómo funciona un partido político por dentro, al menos desde mi experiencia personal. Yo conozco cómo funciona el PSOE de Castilla y León o por lo menos cómo funcionó desde el año 2011 al 2015. Y lo cuento para que se entienda por qué dejo la política. No sé si es interesante o no, pero yo tenía la necesidad de contarlo. Cuando comencé a narrarlo, no tenía ni siquiera ánimo de publicarlo.

-¿Guarda rencor a sus antiguos compañeros?

-No. Yo estoy decepcionado. La palabra es decepción. Por poner un ejemplo, creo que Miriam Andrés es una excelente persona, pero estoy decepcionado con ella. Podría decir muchos nombres de antiguos compañeros de los que ciertos comportamientos no entendí en su momento. Pero prueba de que no es una venganza ni nada que se le parezca, es que el libro no tiene los nombres originales. Son nombres figurados. Es cierto que algunos son fácilmente reconocibles, pero otros no, hay muchos que es muy difícil que se identifiquen, porque recogen un comportamiento determinado de algo que sucedió en un instante, y después desaparecen del libro. Yo lo que hago es contar lo que voy viendo. Yo me sumergí en la política y me fueron sucediendo cosas, al principio, maravilloso, después decepcionante, y eso es lo que cuento. La actitud que sufro de mis compañeros la voy contando, pero no hay un insulto, no hay descalificaciones más allá de calificar actitudes como soberbias o egoístas.

-¿Aquellos que se vean identificados se sentirán agraviados?

-Si alguien tiene que sentirse agraviado en esta historia, soy yo. Yo solamente creo que el caudal de horas que he hecho, mejor o peor, pero ese caudal de horas dedicadas al partido en los diferentes cargos que he tenido es tan elevado, con tanto sacrificio personal y también profesional, porque rompí mi trayectoria académica... Yo tenía ciertas aspiraciones a ser catedrático, tenía mi sexenio, tenía una trayectoria académica que abandoné para meterme en política, y me volqué por un proyecto que no era lo que creía. Yo siempre pensé que mis adversarios serían los del Partido Popular, pero de repente me vi envuelto en una dinámica en la que el 80% del tiempo no lo dedico a debatir con los adversarios ni a hacer propuestas en las Cortes pensando en los ciudadanos, sino que lo tengo que dedicar a defender a no sé qué candidato del PSOE frente a otro candidato del PSOE, a hacer campaña por alguien. Yo me levantaba por las mañanas y me preguntaba si para eso había dejado la universidad. Al final, tengo la sensación de que el tiempo en política no me ha merecido la pena. Por lo tanto, agraviado, yo. Porque los demás siguen en política, y no creo que les importe lo más mínimo lo que diga Julio López, porque Julio López no es nadie. Solo es un exmilitante del PSOE, alguien que tuvo un cargo, pero como tantos otros.

-¿Deja algún amigo en el PSOE?

-Alguno hay, pero pocos, pero no por el libro. Cuando anuncié que no iba continuar en nada y que dejaba todos mis cargos recibí críticas durísimas, me dieron la espalda el 80% de las personas con las que trataba en el partido. Personas que me llamaban todos los días pasaron a no llamarme nunca. Yo creo que a ninguno le importa lo que pueda decir Julio López sobre si le decepcionaron unos u otros.

-¿Y alguno de los aludidos le ha dicho algo sobre el libro?

-No, ninguno. Nadie de los compañeros que podrían sentirse identificados me ha dicho nada.

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