Las gestorías detectan errores en el 35% de los borradores de la Declaración de la Renta

En 2022 se presentaron 87.669 declaraciones del IRPF de 2021, un 15% menos que el año anterior (87.800), de las que salieron a devolver 56.654 por un valor de 39,3 millones de euros, según los datos de la Agencia Tributaria que ofrece un servicio online para que cualquier contribuyente pueda obtener el borrador de la declaración.

La cifra no representa un porcentaje muy alto en el conjunto nacional, pero el volumen y el plazo que da Hacienda son suficientes para que las 14 gestorías que hay en la provincia de Palencia estén estos días trabajando a toda máquina. No puede hablarse de un aluvión de declaraciones, porque el volumen anual es similar año tras año, pero si es cada vez mayor el porcentaje de contribuyentes que, ante la complejidad de los trámites, deciden recurrir al servicio de un profesional para evitarse dolores de cabeza, y en las gestorías tienen la maquinaria engrasada para prestar ese servicio y lograr que la renta no sea un problema.

Además, como señalan desde las gestorías palentinas consultadas en el trámite de la Renta los palentinos rompen con el tópico de dejarlo todo para última hora y son muchos los que quieren presentarlo cuanto antes. Por eso, días antes de que se iniciara la campaña, el pasado 11 de abril, en muchas ya estaban reservando fecha a sus clientes para tramitar el temido procedimiento. «Nosotros tenemos ya la agenda a tope», asegura Marta Casilda Gómez García, que desde hace 20 años es además la delegada en Palencia del Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Castilla y León. «Los contribuyentes quieren hacer el trámite cuanto antes y cada vez son menos los que lo dejan para el final», añade el gestor Carmelo García Cuena, también tesorero de la delegación del Colegio.

«Es mucho trabajo en poco tiempo y eso lo tenemos asumido», añade Laura Ana del Blanco Alonso, que tiene su gestoría en Guardo, y desde febrero está dando cita a los clientes, que sobre todo se amontonan en estas primeras semanas, comenta, «porque la gente está muy concienciada de que hay que hacer la declaración de la Renta y quiere empezar cuanto antes». También influye el nivel de renta de cada zona, y en la comarca de actuación de esta gestoría el mayor volumen de declaraciones suele salir a devolver, porque las rentas son más bajas. «Por eso la gente quiere hacer la declaración cuanto antes, para tener el dinero en su bolsillo lo antes posible», asegura Laura Ana Blanco.

Por eso estos días las plantillas de las gestorías que se dedican a asesoría fiscal están confeccionando casi exclusivamente declaraciones de Renta, sin dejar de lado el día a día de la cadena de obligaciones fiscales y la sucesión de plazos que marca Hacienda. Solo en la Gestoría Gómez Arroyo el año pasado hicieron cerca de mil declaraciones, entre diez y veinte diarias. Y aunque es muy difícil calcular el número de declaraciones que tramitan las 14 gestorías administrativas que hay en Palencia se podría estimar que la cifra ronde las 10.000 en cada campaña de la Renta, como señala Marta Casilda Gómez. «En estos tres meses nadie puede coger vacaciones porque tenemos que dar el servicio y además es nuestro momento más importante y hay que aprovecharlo», añade la delegada del Colegio de Gestores. «Es mucho trabajo en poco tiempo y eso lo tenemos asumido», comparte Laura Ana del Blanco Alonso, que desde febrero está dando cita para atender las peticiones de los clientes que tiene en la comarca de Guardo.

Porque la principal dificultad, más que el volumen, es atender un gran número de declaraciones en un plazo limitado de tiempo, señalan. Sin obviar que la Renta, siendo solo uno de los muchos servicios que prestan las gestorías, supone un pico de trabajo muy importante que evidentemente repercute en la cuenta de resultados.

En general, coinciden en que la pandemia ha marcado un antes y un después en la forma de trabajar de muchos sectores y por supuesto también en la relación de los contribuyentes con Hacienda. La confirmación de los borradores o la presentación de las declaraciones debe realizarse obligatoriamente por Internet, ya no es posible obtener la declaración en papel impreso, y eso ha dejado fuera a un sector de la población que tiene más dificultades para las relaciones online con la administración. De hecho, como señala Carmelo García había mucha gente mayor que hacía las declaraciones a mano y que ahora ha decidido recurrir a profesionales. Eso no quiere decir que las gestorías hayan notado un incremento de clientes tras la pandemia, porque, en este impuesto como en otros, unos vienen y otros se van y la cartera de las gestorías sigue nutriéndose de clientes fieles que acuden a ellos tanto por la Renta como por otros servicios, ya que la gestión con la administración se ha complicado mucho. Por eso, el volumen de clientes no ha cambiado mucho, pero «nos dan más trabajo porque cada vez hay más trámites que hacer», como precisa Laura Ana del Blanco.

Es cierto que la recopilación de datos fiscales es cada vez más sencilla porque muchos los proporciona la propia Agencia Tributaria, pero la confección de la declaración para determinar el rendimiento que hay que consignar es relativamente complicada, a pesar de que los medios informativos facilitan mucho la labor. «Hacienda tiene más datos y por tanto controla más todos rendimientos del cliente y por tanto las declaraciones son más precisas y a veces también más complejas», apunta García Cuena, mientras insiste en que la relación con la administración es cada vez más cercana pero también más exigente, y cada vez se pide más al ciudadano. Por eso, defiende el papel de las gestorías como puente entre unos y otros y asegura que su función es muy importante porque «a la administración le interesa más hablar conmigo, que hablo su idioma que con los ciudadanos que no saben lo que les están diciendo. Ayudamos tanto a la administración como al cliente, les facilitamos el trabajo a los dos».

En cualquier caso, es evidente que quienes más acuden a las gestorías y solicitan su servicio son los contribuyentes que tienen más complicaciones en su declaración, ya sea porque tienen muchos bienes patrimoniales, rendimientos de capital inmobiliario, productos bancarios o porque son autónomos. Pero, como apunta Laura Ana del Blanco, la Renta no es un impuesto tan sencillo como parece, ni siquiera cuando se trata de confirmar el borrador. «No se trata solo de confirmar el borrador, hay que saber lo qué estás confirmando», sostiene. Por eso, los gestores recomiendan revisar los borradores por si hubiera algún error. De hecho, como señala Laura Ana del Blanco Alonso, el Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos apunta que el 35% de los borradores contiene errores y aconseja que se comprueben siempre los datos del borrador, porque el contribuyente es el único responsable de hacer mal la declaración. Por eso recomiendan no dar por buena de antemano toda la información que tiene Hacienda. «Hay que comprobarlo y a partir de ahí si se necesita a un profesional acudir a una gestoría donde se garantiza una labor profesional», señala. Es más, aunque una declaración sea sencilla, «siempre es mejor acudir a un gestor, porque nunca estás al cien por cien seguro de que lo que estás haciendo está bien», añade Marta Gómez que considera que cada vez se demanda más el apoyo de profesionales cualificados capaces de rellenar casillas y epígrafes sin titubear y realizar todo tipo de trámites con más rapidez y fiabilidad porque «la Agencia Tributaria requiere mucha información y nosotros facilitamos la vida a los clientes», asegura.

Por eso, las gestorías han logrado fidelizar a muchos de sus clientes y cuentan con una cartera estable de contribuyentes que cada año les confían su declaración de la Renta. «Muchas veces sabemos más de su vida que ellos mismos», señala Carmelo García, que presume de tener clientes desde hace más de 30 años. «Les conocemos, conocemos su evolución, hacemos un seguimiento de sus operaciones. Porque la Renta no es solo darle a una tecla, es analizamos lo que han hecho», añade Laura Ana del Blanco, que ve este impuesto más gratificante que otros para el gestor por lo que requiere de contacto personal con los clientes. Porque aunque se haya acabado ese ir y venir de papeles, ya que muchos datos fiscales los puede obtener la gestoría directamente, y alguno solo se pase por la gestoría a firmar, se acaba estableciendo una relación de confianza por parte del cliente «que muchas veces ni se acuerda de las operaciones que ha hecho y lo deja todo en nuestras manos». «Es un impuesto con mucha relación personal y cordial», insiste la gestora de Guardo. «Muchas veces sabemos más de su vida que ellos mismos», confirma García Cuena, que insiste en que todos los años llegan nuevos clientes, pero los más, el 90%, son clientes fieles que recurren a sus servicios, no solo para el IRPF, año tras año. «Son clientes a los que conoces de siempre y con los que se crea una relación de confianza de muchos años».