Frómista se entrega al sabor del queso más tradicional

El calor no supuso un problema para que cientos de personas se acercaran ayer a la vigésima octava feria del Queso en Frómista. Los cuarenta puestos repartidos por las calles de la localidad ofrecieron también embutidos, repostería, bebidas y licores. Carmen Tejido, que representa a la tercera generación del negocio familiar Crego, explica que «el queso de oveja de leche cruda es nuestro producto estrella. La leche que utilizamos para hacer el queso no lleva ningún tipo de aditivo ni conservante, y eso lo llevamos por bandera» asegura. Y aunque en su puesto solo había tarros con queso en aceite debido al calor, su libreta de pedidos estaba completa, y los repartirá durante esta semana. El negocio, situado en Cevico de la Torre, es tan próspero que han abierto hasta una tienda en Valladolid.

«Intentamos que cada puesto venda un producto diferente y que los quesos no se repitan, y varias queserías se han tenido que quedar fuera de feria», explicó el alcalde, Fernando Díez. La feria, de atractivo nacional, cuente con un presupuesto de 10.000 euros, y su prestigio atrae a maestros queseros incluso de Badajoz o Guadalajara. La quesería Montequesos, otro de los expositores presentes en Frómista, ha conseguido el premio al sabor del año 2022. «Aunque el 'Monte Aroma' consiguiera el premio, lo que más se vende es el de 'Pataoveja al horno', ideal para darle vuelta y vuelta en la sartén y ponerlo en las tostadas», explicaba Abel Ramos. Este negocio de Villanubla experto en quesos cremosos ya ha pasado por cinco generaciones.

La iglesia románica de San Martín contempló el mercado en su máximo esplendor, que cada vez atrajo a más curiosos de toda la provincia. «Está muy bien que venga gente, pero lo más importante es que compren», apostilló el alcalde. Para ello, e Ayuntamiento se ha asegurado que Frómista se sitúe en el mapa al distribuir por todos los puestos bolsas con la imagen de la iglesia de San Martín, declarada monumento nacional en 1893, para que se entregaran cada vez que se hiciese una venta.

El único queso de la feria hecho en Frómista está en manos de Ana Barrionuevo. Con 26 años, está tomando las riendas de la empresa de sus padres, que llevan 41 años. «Cuando tenía doce años ya iba con mi padre a ver cómo hacía el queso. Tampoco nos hemos perdido un solo año de la feria», señala. Ofrecen tres tipos de queso, y aunque innovan para aquellos más 'delicatessen', el queso de oveja viejo es de nuevo el más popular entre los clientes. «A la gente le gusta mucho tomar el queso viejo con su vinito, pero claro, los que tienen problemas de colesterol o diabetes ya tiran por una versión más light», afirmaba entre risas.

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