La figura del juez de paz se mantiene pero sus funciones se reducen
Su tarea ha quedado limitada a la mediación entre vecinos para tratar de arreglar desencuentros
Con la transformación de los Juzgados de Paz en Oficinas Municipales de Justicia, la figura del juez de paz adelgaza. A estos servidores públicos, legos ... en derecho, capaces de mediar en conflictos vecinales de todo tipo, la Ley les ha restado competencias. «Ya no podemos casar, ni tenemos que firmar en el registro cuando se inscribe un nacimiento, un matrimonio o una defunción porque todo se ha digitalizado», explica Javier Lozano, juez de paz en Saldaña desde hace casi 20 años. Aún se está poniendo al día con los cambios, que avanzan despacio pero sin pausa, y está contento de que finalmente se haya decidido mantener esta figura, que tiene casi dos siglos de antigüedad, por mucho que se modernice la Justicia, aunque sus competencias se vayan reduciendo.
Si hasta ahora se encargaban de velar porque nadie se quedara fuera del registro civil, la implantación de la plataforma DIGIREG les ha robado la firma. «Ahora se hace todo de forma telemática. Lo malo es que los niños que nacen en el hospital quedan inscritos allí, cuando antes nacían en Palencia pero sus padres les registraban en Saldaña», sostiene. «Es verdad que luego los censan en el pueblo, pero en el DNI se mantiene como lugar de nacimiento Palencia», se lamenta Lozano.
Tampoco son ya cosa suya las fes de vida para el bono social o para cobrar la pensión cuando se ha trabajado en el extranjero. Además, desde el 4 de abril tampoco pueden casar. Esa tarea queda en manos de alcaldes y concejales, notarios y letrados de la Administración de Justicia.
Su tarea ha quedado reducida a la mediación entre vecinos intentando arreglar desencuentros para evitar problemas mayores. Que si un problema de humedades, otro de medianía, las raíces de un árbol que se cuelan en la casa del vecino, y alguna que otra curiosidad como la etapa en la se presentaban por el pueblo empresas telefónicas para intentar que los morosos admitieran la deuda. O aquel caso de los dos vecinos que habían comprado a medias una casa, 600 metros cuadrados cada uno, y resultó que la casa solo medía 1.000 metros cuadrados. «Lo lógico habría sido renunciar a cien metros cada uno, pero los dos decían que tenían razón y no hubo manera de convencerles», recuerda Lozano.
Y es que, como señala este servidor público, solo se puede arreglar algo cuando las dos partes tienen ganas de arreglarlo y ponen de su parte. «Si no, no hay nada que hacer», afirma, por propia experiencia. En general, asegura que lo importante es la intención que tienen las partes, y el juez de paz, más que capacidad de disuasión, actúa como un testigo del compromiso que adquieren.
Desde el 4 de abril no pueden casar, ya que esta tarea queda en manos de alcaldes, concejales, notarios y letrados
Ellos juegan con la ventaja de que en el pueblo todos les conocen. «Te ven por la calle, saben quién eres, te conocen, se fían de ti y a veces te hacen caso», sostiene, reivindicando esa tarea de conciliación que puede evitar que pequeños asuntos acaben en el Juzgado, siempre bajo la máxima de que «más vale un mal arreglo que un buen juicio».
Asegura que, con tanto cambio, si antes iba dos veces por semana al Juzgado de Paz, o cada vez que le llamaban de forma puntual para cualquier asunto, ahora se pasa por la oficina de vez en cuando «casi por hacer una visita» o por ver si hay algún acto de conciliación con el que ponerse manos a la obra.
Es cierto que en pueblos grandes de Palencia como Saldaña, el juez de paz tiene más trabajo que otros con menos población, pero, como señala Lozano, que está acostumbrado a las urgencias, porque trabaja conduciendo una ambulancia del 1-1-2, la carga es llevadera y ahora con la nueva ley de Eficiencia, su trabajo ha quedado reducido a mediaciones que requieren más paciencia que urgencia. Bueno también se seguirán ocupando los jueces de paz de llevar los votos a la Subdelegación cuando haya elecciones. O al menos, eso cree: «Habrá que esperar a las próximas elecciones para saberlo», sostiene.
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