Palencia

La dificultad de llenar la cesta de la compra aumenta al perder un 10% de poder adquisitivo

En apenas tres años, las familias han perdido un 10% de poder adquisitivo, según señala la OCU (organización de consumidores y usuarios), ya que frente a una subida acumulada del IPC del 16,1%, el salario medio apenas se ha incrementado un 6,1% desde 2021. Tras la vivienda, los gastos que más crecieron desde 2021 fueron la alimentación, el transporte y el ocio. Según la organización, para una pareja sin hijos, el coste en alimentación ha subido 105 euros al mes en los últimos tres años. En automóvil y transporte pagan 52 euros más y en ocio, 65 euros más. Por el contrario, en vestido y calzado la factura mensual apenas ha aumentado en 5 euros más, 8 en bienes para el hogar y 10 en conservación y suministros.

'Lo que antes hacía con 50 euros, ahora no lo hago ni con 100', 'ya no llega el dinero para nada' o 'está todo por las nubes' son algunas de las frases más habituales que se pueden escuchar al otro lado del mostrador desde hace demasiado tiempo. Y es que llenar la cesta de la compra es cada vez más complicado. El IPC de enero queda en el 3,4% y refleja una subida de alimentos que alcanza el 7,4%. Esto quiere decir que los alimentos son ahora más caros que hace un año, cuando ya estaban disparados.

Los pescados tanto frescos como congelados se han incrementado un 4,4%, el aceite un 3,1%, mientras que las legumbres y las hortalizas frescas el 2,2%. El precio que no tiene techo es el aceite de oliva porque este último incremento solo continúa con una senda ascendente y preocupante, que ya llega al 43%.

El pescado es uno de los productos frescos que más se han incrementado recientemente, principalmente por el tiempo. «Ha vuelto a subir ahora por los temporales, pero es lo normal que ahora haya temporales», subraya Gonzalo Higuera de pescadería Gonzalo, en la plaza de Abastos. Tras las fiestas de Navidad, donde siempre se incrementa, sobre todo el marisco, el rape o el besugo, volvió a bajar. Pero este mes ha vuelto a subir el precio, principalmente del pescado blanco. «La merluza bajó, pero ahora vuelve a estar más cara, al igual que los lenguados», analiza. Por contra, el pescado azul se ha mantenido y el de piscifactoría, también. «La gente se queja de que ya no llega para nada el dinero», agrega.

La carne, según Ángel García de Alcañiz, tampoco ha sufrido variaciones en lo que va de año. «El lechazo ha bajado algo, que era lo normal. Pero no se sabe si volverá a subir de nuevo porque no hay lechazos ahora», explica el carnicero del mercado palentino. «Todo lo demás se mantiene, llevamos casi un año con estos precios. Todo se incrementó ya en 2023 con la locura de los piensos y demás», añade. Por el momento no se prevén subidas, señala, pero «no lo sabemos».

Israel Tapia, de Embutidos Luciano, también constata que los alimentos que él vende no se han encarecido, salvo el queso. «No subió ni en Navidad, son una serie de productos que se suelen mantener estables en precio», advierte. «El queso sí que se ha incrementado, pero por circunstancias específicas como que no hay ganaderías. La verdad es que no ha dejado de subir desde la pandemia», afirma.

Vende tanto embutidos como foies, jamones o quesos. «Ahora está estable, pero se ha incrementado todo mucho en los dos últimos años y ha sido por todo, Ucrania, encarecimiento de la energía, de los piensos...», sentencia Israel Tapia.

Pan y huevos, alimentos de primera necesidad que el año pasado sí que se encarecieron demasiado en poco tiempo, están estables –al menos de momento–. «No ha subido nada este año. El pan y los huevos no se encarecen desde 2023», advierte Marta Obeso, de panadería Marta, quien reconoce que no sabe si habrá incremento en el precio de estos productos, «ya que lo hacen de un día para otro».

La verdura y la hortaliza tampoco ha aumentado su precio desde que se dio el pistoletazo de salida a este año bisiesto. María Carbajo de Alimentación San Miguel señala que «la fruta y la verdura que es de temporada están igual, no han subido», a la vez que pone el ejemplo de los plátanos, «que llevan años con el mismo precio».

«Traemos casi todos los productos de España, pero no te queda otra que traerlo de fuera si no hay aquí o se ha acabado», explica. «Tengo clientes a los que les gusta comer alubias verdes todo el año y si ya no las hay aquí, pues las buscamos donde las haya», agrega. Aunque hay muchos compradores que valoran que los alimentos sean del país, a algunos no les importa que los traigan del extranjero.

Esta tienda de alimentación, que también tiene productos envasados, dulces, vinos o embutidos, sí que ha percibido un incremento en los productos envasados de verduras, pescado... «Lo que sí que ha subido muchísimo son todos los alimentos que están envasados, al haberse encarecido mucho las latas, plástico o cristal. Esto comenzó con la pandemia, pero ha seguido posteriormente con Ucrania», comenta.

Los hábitos de muchos consumidores sí que han ido variando en los últimos tiempos para adecuarse a los nuevos precios al alza con los mismos ingresos. Reducir la compra de productos frescos, sobre todo de pescado al estar más caro, preguntar más y estar más pendientes de las ofertas y también cambiar los menús de alimentos que ahora están más caros por otros que son más baratos y asequibles a todos los bolsillos. Hace un año muchas familias solo cocinaban con aceite de oliva y ahora solo lo utilizan para ensaladas, por ejemplo, teniendo que volver a comprar de girasol para que la cesta de la compra no se incremente en exceso.

Por su parte, Joaquín Pérez, secretario general de USO (Unión Sindical Obrera), muestra su preocupación por la deriva y el alza de precios. «Si los precios de los carburantes siguen comportándose así, y energía y alimentación continúan subido, en febrero estaremos hablando de una inflación mucho mayor que dificultará, y mucho, la vida a todos. Porque, además, los salarios no crecen como deberían. En enero, los salarios regulados en convenio solo crecieron de media el 2,83 %. Quizás vuelve a ser el momento de saber qué políticas a medio plazo tiene el Gobierno para que no se siga perdiendo tanto poder adquisitivo».

«Que los precios de bienes asociados a la vida cotidiana sigan aumentando su coste no contribuye a poder vivir dignamente. La subida del precio de la cesta de la compra es un suma y sigue y sorprende que todavía haya algunos que se lleven las manos a la cabeza por el tan necesario, para muchos, incremento del SMI», añade.

La OCU, por su parte, señala la necesidad de que el Gobierno tome cartas en el asunto y habilite medidas anticrisis para ayudar a las familias en el día a día con la montaña de gastos cada vez más elevados. La organización de consumidores solicita que se facilite el cambio de hipoteca, reactivando la exención de la comisión por cancelación; que se tomen medidas reales para fomentar el alquiler público de vivienda social; que se mantenga el IVA reducido de los alimentos (como se ha ampliado hasta junio) y que se añada alimentos como la carne y el pescado. También creen necesario que se aumente el cheque de 200 euros para familias con ingresos de menos de 27.000 euros, así como el número de beneficiarios y, por último, que se prolongue la reducción de los impuestos a la electricidad y al gas y la electricidad.