El desértico casco histórico de Aguilar

La localidad de Aguilar de Campoo sigue mostrando este mes de abril sus calles y plazas prácticamente vacías, como exige el Gobierno. No obstante, estos días de primeros de mes se nota más movimiento junto a los cajeros automáticos donde se ven a numerosos vecinos haciendo cola para acceder a su capital. También se observa, aunque esto es más habitual, una congregación de gente a la entrada de las panaderías y en el interior de supermercados. Pero su centro urbano, siempre muy visitado por las mañanas se ve prácticamente desierto, salvo en las tiendas de alimentación, farmacias, estancos o venta de prensa, comercios que se aprecian más concurridos.

Las horas de más ajetreo son las de la salida y entrada de los diferentes turnos de las grandes factorías como Gullón y Siro, pero sobre todo se aprecia más tránsito de automóviles por la carretera. Los aguilarenses, con excepción de casos muy puntuales, están demostrando ser responsables respetando con rigurosidad las normas de confinamiento y conservando las distancias en los traslados y en los encuentros. También cada día salen más personas portando mascarillas y guantes en su deambular por la vía.

Aquellos que no se toman las medidas tan en serio han recibido los reproches y las amonestaciones, y también algunas sanciones, tanto de la Policía Local como de la Guardia Civil. Y durante el pasado sábado, día 4 de abril, las reprimendas llegaron de la UME, que estuvo patrullando las calles de la villa norteña a lo largo de toda la jornada.