Cincuenta alumnos en lista de espera para el único ciclo de FP de Radioterapia en la región

En medio de este paradigma, el ciclo de Radioterapia y Dosimetría se ha estrenado este curso 2022/2023 en el CIFP Camino de la Miranda como una de las formaciones profesionales con más demanda en la provincia y en la región. En este primer curso ya ha logrado cubrir las 30 plazas que oferta generando, además, una larga lista de espera.

Aunque el curso se inauguró el pasado mes de septiembre, no ha sido hasta febrero cuando el centro ha podido recibir el equipamiento tecnológico necesario para formar a los alumnos en una especialidad que combina la teoría con la práctica para dotar así a sus alumnos de un conocimiento completo.

En el aula, entre otros procedimientos, se lleva a cabo una simulación de la preparación que debe llevarse a cabo con el paciente durante las pruebas anteriores al tratamiento entre las que destaca la realización de la máscara termoplástica de radioterapia, indicadas para ayudar a permanecer quieto para asegurar la administración precisa del haz de radiación.

El aparato por excelencia en la aplicación de radioterapia es el acelerador lineal (LINAC) y este solo está disponible en los centros en los que se aplica este tratamiento. Esta máquina, ubicada a una determinada y segura distancia del cuerpo del paciente, emite un haz de radiación sobre el tejido o el órgano enfermo.

Por eso, los alumnos no pueden estar en contacto con el acelerador lineal hasta el preciso momento en el que realicen las prácticas profesionales debido a la complejidad de esta máquina y las condiciones tan especiales de seguridad ante las que tiene que estar sujeta en todo momento.

Cabe destacar que este es el primer ciclo de Radioterapia y Dosimetría público de Castilla y León ya que, hasta el momento, sólo se ofertaba de manera privada en diferentes centros de la región lo que convierte al centro Camino de la Miranda en uno de los grandes referentes de la comunidad.

El ciclo cuenta con un primer curso dedicado a la formación meramente teórica para luego dar paso a un segundo año práctico que, previsiblemente, se desarrolle en la futura unidad de radioterapia que tiene previsto ponerse en marcha en el Hospital Río Carrión de Palencia durante los próximos meses.

Susana Izquierdo, directora del centro Camino de la Miranda, destaca la gran demanda con la que ha contado este ciclo formativo ya que además de las treinta plazas que han sido cubiertas en su totalidad, hasta cincuenta alumnos se han quedado en lista de espera al no poder acceder al curso.

De hecho, además de alumnos palentinos, este ciclo cuenta con un importante número de estudiantes que provienen de diferentes capitales de Castilla y León y también de otros tantos puntos del país y que no han dudado en trasladarse hasta Palencia para poder formarse en este ámbito sanitario.

«Era súper esperado y el cupo de plazas se ha llenado sin dársele ningún tipo de publicidad. Ha tenido muy buena acogida desde el principio y casi antes de saber que nos lo iban a poner aquí ya estaban llamando alumnos para interesarse y preguntar por lo que vimos desde el principio que iba a ser un éxito», señala Susana Izquierdo.

En principio no está previsto que para el año que viene se amplíe el número de plazas disponibles, algo que también ocurre en otro ciclo como Audiología Protésica ya que también es una formación que se imparte en muy pocas localidades y en Castilla y León sólo se imparte en Palencia.

«La verdad es que todos los ciclos que impartimos aquí tienen una buena tasa de empleabilidad, pero es cierto que este año hemos percibido un importante aumento del interés de las empresas por nuestros alumnos para que vayan a hacer las prácticas tanto en FP como en FP Dual», afirma Susana Izquierdo.

Yasmina Andrés es una de las profesoras de este ciclo profesional y destaca la implicación diaria que muestran los alumnos en su formación. Así mismo, la docente resalta la importancia que tiene poder ofrecer un curso como este en Palencia formando necesarios y futuros técnicos de radioterapia.

Durante el ciclo, entre otras muchas cosas, aprenden a diferenciar imágenes normales y patológicas a niveles básicos, aplicando criterios anatómicos, así como a verificar la calidad de las imágenes médicas obtenidas, siguiendo criterios de idoneidad y de control de calidad del procesado.

También, llegan a elaborar los complementos y accesorios necesarios para la simulación del tratamiento de radioterapia, utilizando los materiales adecuados, así como a aplicar técnicas de asistencia sanitaria inicial, siguiendo los procedimientos técnicos de la unidad además de aplicar procedimientos de protección radiológica según los protocolos establecidos.

Los técnicos de radioterapia desarrollan su actividad en el sector sanitario, en organismos e instituciones del ámbito público y en empresas privadas, en unidades de oncología radioterápica, en unidades y servicios de Radiofísica Hospitalaria, en unidades técnicas de protección radiológica y en centros de investigación.

Realizan su trabajo bajo la supervisión del facultativo correspondiente y el supervisor de la instalación, con la correspondiente acreditación como operador de instalaciones radiactivas otorgada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y su actividad profesional está sometida a regulación por la administración sanitaria estatal.

Cultivos celulares

El centro de la capital palentina Camino de la Miranda, que cuenta con 700 alumnos en total entre los ocho grados superiores, los cuatro de grado medio y dos los de FP básica, oferta también durante este 2022-2023 como novedad el curso de Especialización en Cultivos Celulares.

La competencia general de este curso de especialización consiste en obtener, procesar y preservar diferentes cultivos celulares que sirven actualmente como soporte al diagnóstico, a los ensayos terapéuticos, a la búsqueda de medicamentos, a la creación y mantenimiento de bancos celulares, a la investigación y a otros campos de interés.

Esta es una de las formaciones que cuentan con una mayor tasa de empleabilidad, tal y como señala la directora del centro, Susana Izquierdo, quien explica que estos alumnos pueden ejercer su actividad en empresas o laboratorios de distintos sectores donde sea necesario realizar cultivos celulares.

«Está considerado como el máster para los alumnos de ciclo superior. En este primer curso ha tenido una acogida muy buena y el material que se utiliza ha costado mucho reunirlo porque es muy específico y de alto valor», explica Susana Izquierdo, directora del centro Camino de la Miranda.

Actualmente son quince los alumnos que se encuentran cursando este ciclo que en un principio iba a contar con solo diez plazas pero que se aumentó debido a la demanda que se registró en el periodo de matrícula. La formación tiene previsto acabar en mayo para dar paso después a un mes de prácticas empresariales.

Los alumnos de este ciclo afirman que este curso es el complemento perfecto para su currículo profesional y destacan no sólo el conocimiento que reciben sino también la práctica que pueden desempeñar desde las primeras clases y que les permite combinar de forma más completa su formación.