Cervatos de la Cueza celebra dos bautizos en solo una semana
Bruno y Nico han renovado el compromiso de transmitir la historia de un pueblo de generación en generación
El histórico municipio de Cervatos de la Cueza, situado junto al trazado del Camino de Santiago, ha vivido en los últimos días un emotivo cruce de bautizos y despedidas que enlazan pasado y futuro de su comunidad.
A las doce del mediodía del sábado 21, las puertas centenarias de la iglesia de Santa Columba se abrieron para acoger al pequeño Bruno. Lourdes y José, abuelos maternos y descendientes directos de generaciones de cervateños, escoltaron al bebé hasta la pila bautismal, donde ellos habían sido bautizados. Desafortunadamente, la bisabuela de Bruno, Teresa Delgado, que regentó la panadería, falleció dos días después a los 94 años.
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Este sábado 28, la misma iglesia volvió a vestirse de gala para acoger el bautizo de Nico, nieto de Margarita y Mariano, ambos oriundos de Cervatos de la Cueva. Padres, padrinos, abuelos y vecinos compartieron la emoción de ver cómo la tradición cristiana se renueva con la llegada de esta nueva generación.
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