La Brasería acerca a Palencia un trocito de Asturias
Los jóvenes Jorge Calle y Marcos Yuguero reabren el emblemático restaurante ubicado en Cardenal Almaraz con aroma y especialidades de sidrería
Jorge Calle, palentino de 28 años, veraneaba todos los años en Asturias, se conoce de cabo a rabo esa parte del litoral cantábrico y quería ... traer a Palencia un concepto de sidrería más evolucionado, una fusión de gastrobar y restaurante tradicional con especialidades asturianas tan típicas como el cachopo, el chorizo a la sidra, las patatas al cabrales o el chuletón a la brasa. Y sidra para regar los platos, por supuesto. Había trabajado en hostelería y siempre quiso montar un negocio, le comentó la idea a su amigo Marcos Yuguero, un joven venteño de 29 años que ha trabajado seis años como barbero, y juntos se han embarcado en una aventura empresarial en el sector de la restauración, la reapertura de La Brasería, el establecimiento que Pablo Rodríguez y Cristina Bernal abrieron en mayo del año 2000 en el número 17 de la calle Cardenal Almaraz de Palencia y que mantuvieron abierto hasta el verano de 2022, cuando se jubilaron.
«La parte de arriba será un gastrobar, con hamburguesas, raciones, cervezas y vinos. La parte de abajo será restaurante con cocina tradicional asturiana, aunque también mantendremos platos de la carta de Pablo Rodríguez y Cristina Bernal como las alcachofas o el lagarto para captar a los viejos clientes de La Brasería. Pablo nos está asesorando, mantenemos el nombre del bar y la idea es dar un poco de vida a la zona, que se ha resentido con la marcha de La Traserilla a la calle Don Sancho, crear buen ambiente», señalan Jorge Calle y Marcos Yuguero, que tienen claro que la parrilla de La Brasería, el santo y seña del local durante tantos años, debe ser un valor seguro. «Un buen chuletón a la brasa en esa parrilla...», apunta Jorge Calle, que incide en la diversidad de productos que ofrecerá el local, aptos para todos los bolsillos.
La Brasería, que abre sus puertas este jueves, mantendrá un horario de 9:00 horas «hasta el cierre», y de lunes a domingo, los siete días de la semana. «Hemos hecho un fuerte desembolso y ahora hay que trabajar duro», señalan los responsables del establecimiento hostelero, que han contratado además a tres empleados para el restaurante.
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