El Ayuntamiento de Palencia programa un calendario de citas culinarias para impulsar el turismo

Hoy, aquella incipiente inquietud sobre el futuro del medio rural que Pedro Lazaga planteaba desde una visión puramente cómica, centrándose fundamentalmente en las diferencias culturales que había en la España de los años 60 y 70 entre los habitantes de los pueblos y de las ciudades, se ha convertido en una de las más hondas preocupaciones de buena parte de los responsables políticos, pero no solo de los alcaldes y concejales de los pequeños municipios, que poco a poco languidecen y se van vaciando, sino también de los máximos representantes de las propias capitales de muchas provincias, que también están sufriendo con dureza el fenómeno de la despoblación y del estancamiento económico.

Y al final, en este contexto, todos esos responsables políticos, alcaldes, concejales, diputados provinciales, procuradores autonómicos, consejeros, presidentes, no importa de qué administración se hable, todos fijan la mirada en un mismo aspecto al que se encomiendan como tabla de salvación: el turismo, aquello que ya decía Pedro Lazaga en 1968, «ese gran invento».

Pero para ganar en esa batalla del turismo, en la que participan todas las ciudades, pueblos e incluso provincias, es necesario contar con las armas adecuadas y, si es posible, con elementos únicos, diferenciadores, a los que la oferta del vecino no le pueda hacer sombra ni competencia. Pero esto no es fácil, y menos en una comunidad autónoma como Castilla y León, que atesora gran parte del patrimonio histórico artístico de España y en la que prácticamente todas las capitales cuentan con joyas únicas. Ya no hablamos de competir con el turismo de sol y playa, pero sí de reforzar las armas propias para lograr robar un poco de protagonismo a esas ciudades cercanas que prácticamente nos cuadruplican en visitas, como León, Burgos y Salamanca, o que simplemente nos duplican, como Valladolid, Segovia y Ávila.

Porque Palencia se encuentra a la cola en número de viajeros, según los últimos informes difundidos por la Consejería de Cultura y Turismo. Incluso muy por detrás de Soria y de Zamora. Pero además, se sitúa también a la cola de la región en cuanto al número de pernoctaciones que realizan esos viajeros en los establecimientos de hostelería de toda la provincia.

Son datos demoledores que ofrecen una más que preocupante radiografía del nivel turístico de Palencia en todo su territorio, tanto, que los máximos responsables de la Consejería han manifestado públicamente que la provincia tiene un déficit histórico en inversiones relacionadas con la promoción turística y cultural, por lo que se quiere lanzar desde la Junta de Castilla y León un plan especial para revitalizar Palencia en este ámbito.

Y es en este contexto en el que también surge una nueva idea desde el propio Ayuntamiento de la capital palentina. Se trata de una apuesta impulsada desde la Alcaldía, que preside Mario Simón (Ciudadanos) y que pretende lanzar hasta el horizonte de 2023 un ambicioso programa gastronómico encaminado a elevar el nivel culinario de la hostelería palentina, buscando que este recurso se convierta en un elemento diferenciador, que identifique a la ciudad y que pueda servir como motor económico y turístico.

Es un compromiso para el que, desde el Ayuntamiento, se quiere contar con la participación activa de todo el sector hostelero de la ciudad, y para el que se han diseñado diferentes acciones puntuales de fomento de la actividad culinaria, con el objetivo último de aspirar a la Capitalidad Española de la Gastronomía en 2023. Reto que entraña una gran dificultad, pero que se plantea como un incentivo para el sector, de cara a la mejora de la calidad gastronómica y del nivel de los servicios de hostelería que se ofrecen en la ciudad.

Esta programación especial se inició el pasado mes de noviembre con la jornada de formación en alta cocina en miniatura, que permitió a una veintena de restauradores palentinos mejorar su preparación a la hora de elaborar tapas y pinchos de la mano de tres de los mejores expertos españoles. Se contó para esta iniciativa con los cocineros José Luque, premio a la Tapa más tradicional de España 2017 y subcampeón del Campeonato de Pintxos y Tapas Ciudad de Valladolid 2015; Ramón Lapuyade, subcampeón de España 2017, que actualmente trabaja en el Restaurante Hostal El Portal, en Alcolea de Cinca (Huesca); y Jorge Otxoa, campeón de pinchos del País Vasco, Navarra e Iparralde 2018 y cocinero en el restaurante El Mercao de Pamplona. Y estos realizaron ante los hosteleros palentinos un 'showcooking' donde explicaron a los participantes originales combinaciones de productos con las que se consiguen tapas atractivas visualmente, muy ricas de sabor y económicas. El presupuesto fue de 8.000 euros, financiado por el Ayuntamiento, las cuotas de inscripción y patrocinios de empresas privadas.

Todo el conocimiento adquirido tiene estos días su reflejo práctico en la capital palentina en la segunda de las iniciativas que se enmarcan en la estrategia de este Plan de Desarrollo Turístico Gastronómico. Así, hasta el próximo día 15 y desde el pasado jueves, catorce establecimientos de la ciudad ofrecen una oferta especial de tapas de alta calidad en el marco de la I Ruta de Pinchos por Palencia 'Tapalencia: Sabor en dos bocados'. La iniciativa ha contado con 2.000 euros de presupuesto aportados por patrocinadores privados y la colaboración del Consistorio.

El calendario previsto para el desarrollo de este plan de turismo y gastronomía continúa en el mes de febrero, coincidiendo con la celebración de la festividad de la patrona de Palencia, Nuestra Señora de la Calle. Se quiere potenciar la oferta de actividades con el objetivo de que los palentinos puedan disfrutar de esos días en la ciudad y no aprovechen el festivo para marcharse a otras ciudades cercanas para disfrutar de otras ofertas de ocio o comerciales.

Así, se ha previsto para las jornadas del 31 de enero al 2 de febrero la celebración de la I Feria Apícola de Palencia, para lo que se contará con las dos asociaciones de apicultores que existen en la provincia. Se trata de una feria en la que los productores palentinos podrán exponer su productos, pero que se acompañará también de un completo ciclo de conferencias especializadas, en la que participarán expertos de todo el país, sobre diferentes aspectos como la elaboración, la defensa del medio rural, la protección ambiental, la lucha contra las especies invasoras, el control de enjambres, las ayudas por los ataques de la fauna o los sistema de mejora de las colmenas. Además, se incorpora al programa la hostelería local, que participará en un particular concurso de pinchos y tapas que deberán llevar la miel como uno de sus ingredientes indispensables. El coste global ronda los 10.000 euros.

Las actividades del plan de desarrollo turístico y gastronómico continuarán en primavera con el I Concurso Regional de Pinchos, al que están invitadas a participar las nueve provincias de Castilla y León. Según la memoria elaborada por el Ayuntamiento, la inscripción sería libre y gratuita, pudiendo participar todos los cocineros en activo en representación de un establecimiento hostelero. El formato quiere traer hasta Palencia a los mejores cocineros, que competirían durante dos días por los premios de este certamen profesional. Los participantes cocinarán en cinco 'box' de cocina, instalados sobre un escenario en un espacio abierto al público. El evento quiere permitir la asistencia no solo de profesionales, sino también del público en general. La propuesta cuenta con un presupuesto que ronda los 64.000 euros.

El programa continuará en los meses ya de verano con otra propuesta novedosa, el I Concurso Nacional de Patatas Bravas, al que podrán inscribirse cocineros de toda España pagando una cuota de inscripción. El Ayuntamiento pretende inundar las barras de los bares de la capital y también de la provincia de diferentes recetas de patatas bravas, como un elemento diferenciador. El objetivo final es que esta iniciativa se consolide en la hostelería palentina y se mantenga la celebración del concurso. El presupuesto inicial es de 35.000 euros.

Para el otoño, se plantea la iniciativa más ambiciosa, con 96.000 euros de presupuesto, para lo que se necesita la implicación directa del Ministerio de Agricultura. El evento quiere denominarse 'Cooking Spain' y está destinado a la promoción de los alimentos españoles en el mundo. Para ello, se quiere convocar un concurso internacional de cocina dirigido a difundir en el exterior, pero desde la ciudad de Palencia, la enorme variedad de los alimentos y bebidas que se producen en España.

La programación incluye además otra serie de actividades complementarias que pueden desarrollarse como iniciativas del sector privado, como una feria de la cerveza artesana o un mercado navideño de mayores dimensiones, que pueda estimular el turismo en diciembre y la primera parte de enero.

El objetivo final es que a lo largo de 2021 y 2022 estos proyectos se vayan repitiendo, mejorando los aspectos que puedan reforzarse y descartando aquellos que no hayan dado unos resultados óptimos. Asimismo, se mantiene abierta la posibilidad de incorporar nuevos eventos promocionales de la gastronomía palentina, con el fin de formalizar oficialmente la candidatura a la Capitalidad Española de la Gastronomía par el siguiente año. En el caso de que no se consiguiese ese objetivo, el Ayuntamiento de Palencia quiere mantener la vigencia del programa para seguir incidiendo en la mejora de la oferta culinaria de la ciudad con el fin último de que se convierta en una seña de identidad propia, un elemento diferenciador y un motor de atracción turística.

El presupuesto global para los seis eventos programados para un año es de 160.000 euros, de los que el Ayuntamiento de Palencia tiene previsto aportar entre el 30% y el 40%, para lo que es necesario la colaboración institucional y también la privada.