Antigüedad recuerda a Adolfo Cancho con un recorrido por sus cabañas
Fallecido a los 91 años, el antiguo pastor deja un amplio legado de construcciones de piedra
Antigüedad ha perdido a su más entrañable 'arquitecto'. El pasado 11 de agosto, falleció, a los 91 años, Adolfo Cancho Cancho, uno de los vecinos más queridos, al que todos conocían como el 'arquitecto de las cabañas'. Así, con el fin de mantener viva su memoria y su legado, el grupo 'Salimos que amanece', de Antigüedad, ha organizado una marcha de homenaje por los parajes en los que Adolfo pasó toda su vida y desarrolló su llamativa actividad. El numeroso grupo de senderistas se reunió ante la cabaña situada a la entrada de Antigüedad, donde Adolfo ya había recibido un cálido homenaje el 2 de noviembre de 2013. Allí se leyeron unas palabras en agradecimiento a su vida y a su legado, y se animó a todos los vecinos a continuar conservando el trabajo de recuperación patrimonial que desarrolló Adolfo Cancho de manera altruista, «siempre buscando lo mejor para el pueblo que le vio nacer».
Los senderistas discurrieron por una senda que sube al páramo para continuar por el antiguo Camino de Carro, que desemboca en la última cabaña reconstruida por Adolfo, ya con edad avanzada, pero manteniendo la misma ilusión.
El recorrido continuó por la cañada merinera hacia la Cruz de la Muñeca, donde llegaron a la cabaña más emblemática, la de Los Treinta Pastores (Bastriguilla). En este lugar, Luis Cid Cancho, sobrino de Adolfo Cancho, explicó el origen de esta obra y agradeció la colaboración de todos los que la hicieron posible, especialmente de Pepe, pues gracias a su dedicación la cabaña es una realidad, ya que se utilizaron toneladas de piedras que fueron traídas y movidas por Pepe con la pala del tractor.
El recorrido finalizó en el atrio del templo parroquial, ya a la sombra, donde todos los senderistas disfrutaron de un almuerzo. «Estamos muy agradecidos a tantas personas que nos han transmitido su cariño durante estos días por el fallecimiento de nuestro tío Adolfo. Hemos notado que valoran su entrega y todo lo que hizo por Antigüedad, por lo que nos deja un hermoso legado que debemos continuar», comentó emocionado Luis Cid, sobrino del fallecido.
Durante su jubilación, Adolfo Cancho se dedicó a realizar cabañas de piedra en distintos parajes de Antigüedad, como Valdefuentes, junto al avión, en La Cuesta, en el Pico Pajarero, en La Atalaya;, a la entrada del pueblo o la gran cabaña de Los Treinta Pastores. Además, Adolfo recuperó varias cabañas que estaban deterioradas en los términos de Terrileja, El Girón y La Nava. Pero su inquietud por conservar elementos de la arquitectura popular también se ve reflejada en la recuperación y canalización del agua de fuentes y manantiales.
En Valdefuentes realizó la choza de protección para la acometida de donde sale el agua, la Fuente de la Encina permitió canalizar el sobrante del agua del Depósito, al igual que realizó en Fuente del Roble, desde donde se divisa una magnífica panorámica del pueblo y donde muchos vecinos almuerzan los días soleados gracias a las mesas y asientos realizados por Adolfo. Algunas de las cabañas realizadas pertenecen a vecinos particulares.
Pero la sensibilidad de Adolfo Cancho por la arquitectura popular viene de lejos, pues mientras cuidaba sus ovejas, arreglaba los baches de los caminos con piedra y tierra.
Gracias a la iniciativa del grupo 'Salimos que amanece', el legado de Adolfo Cancho está más vivo que nunca. La idea es mantener una ruta por parte de sus cabañas cada verano, que mantenga vivo el espíritu de este pastor jubilado que se dedicó a recuperar las cabañas de su pueblo.