Los más pequeños también danzaron a San Isidro en Villaviudas.

Dirigidos por el birria en Villaviudas

Vecinos de todas las edades renuevan la tradición de bailar en honor a san Isidro

LUIS ANTONIO CURIEL

Martes, 16 de mayo 2017, 19:01

San Isidro Labrador se festejó el lunes por todos los rincones de la provincia. En Villaviudas, además, son las fiestas patronales, por lo que la Junta Agropecuaria Local, en colaboración con el Ayuntamiento y los diversos establecimientos y empresas de la localidad, prepararon un animado programa festivo que se desarrolló durante el fin de semana. «Hemos disfrutado de un programa de actos sencillo, con actividades que han tenido gran acogida entre los vecinos y que nos permiten hacer pueblo y disfrutar», señaló José Luis Ruipérez, presidente de la Junta Agropecuaria de Villaviudas.

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Animados por dulzainas, tambores, cohetes, dianas y pasacalles, los villaviudenses celebraron la fiesta de San Isidro Labrador con todos los honores. Siguiendo la costumbre, el birria acudió a por el palo con el rabo de un toro para después dirigir a los danzantes durante la procesión. En esta ocasión, el joven Rubén Román Montoya asumió por primera vez el puesto de birria. «Al principio estaba un poco nervioso con esta responsabilidad, pero todo ha salido muy bien y ha sido una experiencia muy positiva», destacó Román. En la actualidad, todos los que lo desean pueden danzar en honor a San Isidro Labrador, una costumbre que hasta hace unos años solo podían realizar los quintos.

El acto principal fue la eucaristía en honor a San Isidro Labrador presidida por el párroco de la localidad, Miguel Lobo Carretón, que se celebró en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en la que se vivieron momentos muy emotivos, como el ofrecimiento de la jota al patrón de la localidad por el Grupo de Danzas Bendito Cristo de los Milagros, de Villaviudas. Acto seguido, procesionaron con la talla de San Isidro Labrador hasta la panera de la Junta Agropecuaria Local, donde se bendijeron los campos. Desde 2014, la talla procesiona en un antiguo carro de herbicida restaurado, dando un toque de originalidad a la carroza.

Al son de dulzaina y tambor, el grupo de danzas bailó en honor a San Isidro, con numerosas paradas dirigidas por el birria para bailar la tradicional jota del santo. Uno de los momentos más esperados por los vecinos fue la llegada a la Plaza Mayor, donde niños y mayores, de rodillas, ofrecieron sus danzas al patrono. Allí, pequeños, medianos y mayores bailaron en honor a San Isidro. Este año, a pesar de coincidir la fiesta en lunes, acudieron numerosos danzantes de todas las edades para mantener la tradición. «Nuestras fiestas en honor a San Isidro van unidas a la danza, pues es un sentimiento muy profundo que intentamos inculcar a los más pequeños para que ellos tomen algún día el relevo. Este año nos hemos reunido decenas de danzantes de todas las edades», destacaron desde el grupo de Bendito Cristo de los Milagros.

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