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Los ocho artistas que crearon la escultura ‘Un árbol para un sueño’ posan junto a la obra, que recuerda a José María Hernández en la Senda de Ursi.
365 días de homenajes

365 días de homenajes

Ayuntamientos, asociaciones e instituciones han reconocido con distintos actos la figura del fallecido presidente de la Diputación

pilar rojo

Domingo, 14 de febrero 2016, 13:50

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José María Hernández se dedicó en cuerpo y alma a los vecinos de la provincia de Palencia. Durante su etapa como delegado territorial de la Junta y posteriormente como presidente de la Diputación, recorrió todos los rincones de la geografía palentina. Visitas institucionales, invitaciones a las fiestas patronales, inauguraciones de calles y edificios o, simplemente, apoyo humano cuando había problemas personales, como las históricas nevadas de enero de 2015. Se le quería y mucho y, prueba de ello, son los continuos homenajes que se han ido sucediendo a lo largo de todo el año desde su fallecimiento.

Posiblemente no haya habido ayuntamiento, del color que sea, ni asociación que no haya tenido su pequeño recuerdo para José María Hernández. Minutos de silencio, emotivos escritos o palabras de reconocimiento se entremezclan con monolitos, placas o medallas a lo largo del último año. El primer gran reconocimiento tuvo lugar al día siguiente de su muerte, el 16 de febrero, cuando antes de abrirse la capilla ardiente recibió en su féretro la Medalla de Oro de la Provincia que una emocionada vicepresidenta, Ana Asenjo, colocaba sobre su ataúd.

Otra de las grandes citas, que reunió a más de 1.300 personas, se celebró el 8 de agosto, cuando alcaldes de toda la provincia acudieron a Castrillo de la Vega para celebrar la Fiesta de la Trilla con una connotación especial: recordar la figura de Hernández. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, entregó el Trillo de Oro a título póstumo a su viuda, María Antonia Pardo. García Tejerina recordó entonces la vinculación de Hernández a esta tierra y su entrega permanente a la provincia y se llevó un recuerdo especial: una foto en la que ella misma aparece arando con un trillo junto a Hernández, solo dos años antes.

Pero previamente al verano, ya fueron también varias las instituciones y ayuntamientos que decidieron dedicar algo especial a José María Hernández. Entre ellos, quizás el más destacado tuvo lugar el 25 de marzo, cuando la residencia de mayores de San Telmo, dependiente de la Diputación y donde tantas veces el propio Hernández acudió para acompañar a los residentes en fiestas y celebraciones, decidió poner su nombre a un módulo que ponía en marcha una novedosa iniciativa. En la inauguración de la Unidad de Convivencia José María Hernández, donde su nombre ha quedado grabado en una placa, estuvo también presente su viuda, María Antonia Pardo, que a lo largo del último año ha acudido a cada rincón de la provincia donde había un recuerdo para su marido.

El Ayuntamiento de Villoldo levantó un monolito en su recuerdo, y fueron decenas los municipios que durante sus sesiones plenarias le dedicaron todo tipo de agradecimientos. También la organización agraria Asaja quiso dejar constancia de su recuerdo a un hombre que hizo mucho por el mundo rural, que no faltó a ninguna fiesta donde se le invitaba, pero que también estaba allí cuando había problemas, como en la gran nevada casi anterior a su muerte. Su viuda, Toñi, también estuvo allí en el mes de diciembre para recoger otra placa. La Cámara de Comercio de Industria le otorgó a título póstumo el Premio de Especial Relevancia, que nuevamente recogió María Antonia el 26 de noviembre.

Sin embargo, si ha habido algún homenaje que a él, si viviera, seguramente le hubiera resultado especialmente emotivo, fue el que le recuerda en La Senda de Ursi. Se trata de la escultura número 41 de las que salpican once kilómetros de una ruta que recuerda al escultor Ursicino Martínez (Villabellaco, 1932-Palencia, 2007). Uno de los impulsores de esta senda fue el fallecido presidente de la Diputación, José María Hernández, y el 8 de mayo el grupo Muriel le rindió un sentido homenaje, inaugurando este políptico de esculturas denominado Un árbol para un sueño, con una altura de 3,5 metros, una anchura de 3 metros y un peso de una tonelada.

Es una más de las improntas que la figura de José María Hernández ha dejado en la provincia de Palencia. Un año después de su muerte, todos, independientemente de su filiación política, siguen ensalzando sobre todo su dedicación y amor a la provincia.

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