La ministra de Igualdad, Ana Redondo, interviene durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados. Europa Press

Políticos contra la salud pública

«Nada más que insultan, francotiradores contra la información, más radicales que aquellos a quienes defienden, envenenando a la gente»

Tomás Val

Valladolid

Jueves, 21 de marzo 2024, 00:31

Si se tratase de nuestro perro, le pondríamos un bozal, una cadena y el letrero de 'Cuidado con el perro'. Si fuese nuestra pareja, nos ... separaríamos por comportamiento violento. Si un hijo nuestro, le llevaríamos al psiquiatra, le obligaríamos a hacer psicoterapia. A ningún amigo le admitiríamos un comportamiento tan incívico y gamberro y, si se tratara de nosotros mismos, habría que admitir que tenemos un serio problema y que nuestra personalidad resulta tóxica, que apestamos la tierra.

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Pero son nuestros políticos, nuestros representantes los que se comportan de manera indigna, ofensiva e intolerable y poco podemos hacer. Insultos, acusaciones, escupitajos, tú más, tú más, corrupciones, abucheos, infamias, mentiras, verdades, todo suena igual en sus bocas airadas. Se grita y no se gobierna, encabronan al personal y al país. Y esa ira, esa sinrazón, ese estercolero en el que han convertido el escenario político –¿cuánto hace que no se formula una idea, una propuesta en voz calmada?– se traslada a la gente y, sobre todo, a los medios de comunicación. Hay periodistas que insultan, insultan, insultan… Nada más que insultan, francotiradores contra la información, más radicales que aquellos a quienes defienden, envenenando a la gente.

¿Qué demonios está pasando con nosotros? Doy gracias al cielo de que no sea el momento de la Transición, el de hace casi cincuenta años. ¿Se imaginan a Sánchez, a Feijóo, a Abascal, a Ayuso, a Puente, a Tellado, a Álvarez de Toledo, a tantos, bordando la concordia, dibujando el entendimiento? Esta gente me recuerda mucho más al 36 que al 76.

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