El ganado de Vox
«García-Gallardo, obediente y de escasas luces, cuestiona de oficio el conocimiento humano, pescando en el caladero de la ignorancia y las bajas pasiones»
El neofranquismo quiere tanto a España que terminará ahogándola. Como hizo David Koresh en Texas con los miembros de su secta davidiana hace treinta años, ... pero mientras suena de fondo una zarzuela. La ultraderecha extrema proclama defender al ganadero ante al «exagerado» celo con que la ley vela por la salud pública frente a todo lo demás, según sostiene García-Gallardo. El vicepresidente sin cartera, amparado por Mañueco, ha blandido de nuevo la espada del Cid contra los intereses y la reputación de España, poniendo en riesgo la continuidad de nuestras exportaciones cárnicas: nada menos que 70.000 millones de euros. Pero él, el consejero de agricultura, Abascal y su caballo blanco de Santiago cabalgan a lomos de la autocracia del pasado.
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El plan voxista no es nuevo. Lo aplicaron alentando a asociaciones policiales afines, que se plantaron ante el Congreso. También guiaron a un sindicato minoritario de camioneros creado 'ad hoc' para perpetuar una huelga salvaje y debilitar al Gobierno, de la que se apartó el resto del gremio. Ahora tocaba arrastrar a los ganaderos de bovino, cuestionando la ciencia, asidos al negacionismo secular y criminalizando a los veterinarios de la Junta o a la Unión Europea. Estas tácticas huelen a viejo. Jimmy Hoffa lo hizo en EE UU. Durante un tiempo la jugada le salió bien, pero se enfrentó a Nixon y a la otra mafia. En 1975 su cuerpo desapareció y nadie supo más de él, como sucede aún en España con miles de compatriotas nuestros represaliados tras la guerra.
García-Gallardo, obediente y de escasas luces, cuestiona de oficio el conocimiento humano, pescando en el caladero de la ignorancia y las bajas pasiones. Sí, Vox es el exponente español de una tendencia continental. Pronto veremos cuál es su siguiente causa patriótica.
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