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Gianni Infantino, presidente de la FIFA,, en un acto del Mundial de Qatar. AFP

Qatar, fútbol y libertades

La exhibición del emirato de sus dotes organizativas, músculo financiero y atractivos turísticos no ha podido ocultar una lacerante restricción de libertades

El Norte

Valladolid

Domingo, 18 de diciembre 2022, 00:05

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Envuelto en la polémica desde que fue elegida la sede, el Mundial de Qatar cierra hoy con una final entre Francia y Argentina en la que o el mejor futbolista de este siglo –Messi– o su sucesor –Mbappé– se proclamarán campeones. El torneo ha demostrado una creciente igualdad entre las selecciones con mayor pedigrí y otras emergentes de África y Asia que han protagonizado sonadas sorpresas, con Marruecos como principal referencia. El emirato lo ha aprovechado para blanquearse, aunque la exhibición de sus dotes organizativas, músculo financiero y atractivos turísticos no ha podido ocultar una lacerante restricción de libertades, que ha tenido como contrapunto las protestas contra la represión en Irán por las que ha sido condenado a muerte un jugador de ese país. El próximo Mundial, que compartirán Estados Unidos, Canadá y México, reunirá a 48 equipos; una decisión en la que, pese a una probable explosión del fútbol en América del Norte, la FIFA ha antepuesto una vez más sus intereses económicos al espectáculo deportivo. Más sentido tiene el de clubes previsto a partir de 2025 con 32 participantes en sustitución de la Copa de Confederaciones y que es inevitable considerar una alternativa a la Superliga.

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