La prevención
«Las vacunas no se desarrollan con suficiente rapidez»
Hace 24 años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un llamamiento: «Nos hallamos al borde de una crisis mundial en relación con enfermedades ... infecciosas. Ningún país está a salvo, ni puede seguir ignorando el tema». Muchas enfermedades resurgen por los cambios medioambientales, el crecimiento urbano incontrolado, la pobreza creciente, la globalización y la expansión de los viajes internacionales. Las enfermedades se hacen resistentes a medicamentos y antibióticos y emergen nuevas enfermedades no identificadas hasta el presente. El siglo XXI urge defenderse contra las pandemias que nos amenazan.
El profesor de la OMS David Heymann, uno de los grandes especialistas en la lucha contra el virus del ébola, explica que no solo se suceden las enfermedades unas a otras regularmente, sino que las recientes reducen la eficacia en el tratamiento de las viejas. Las enfermedades emergentes afectan ya a todos los países.
Prever la enfermedad es el único camino seguro para impedir la resistencia. Las vacunas no se desarrollan con suficiente rapidez. Es preciso avanzar en el conocimiento molecular para nuevas vacunas; es un desafío científico y financiero. Las enfermedades infecciosas se desarrollarán, desaparecerán y reaparecerán. Su resistencia crecerá en tanto la globalización aumente el ritmo al que se extienden. Para Heymann, la clave está en mayor vigilancia, sistemas de salud mejores, educación de quienes administran antibióticos y la búsqueda continua de nuevos productos. El mayor reto es asegurar recursos suficientes contra enfermedades desconocidas, como el coronavirus.
Para Rita Levi-Montalcini, la financiación de bancos mundiales o instituciones públicas debe contribuir a solucionar estos problemas, algo que el G-8 sigue sin hacer viable. Salvar el planeta exige una conexión global entre pueblos y continentes que a comienzos del tercer milenio impone una nueva normativa de relaciones civiles.
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